Título: Don Juan Tenorio
Autor: José Zorrilla
Páginas: 232
Editorial: Cátedra
Precio: 7,30 euros
Año de edición: 1989 (14ª)
Páginas: 232
Editorial: Cátedra
Precio: 7,30 euros
Año de edición: 1989 (14ª)
Vamos a hablar hoy, teniendo en cuenta el día que es, de aparecidos y tradiciones. Se dice que anoche fué Halloween (All Hallow' Evening, la noche de todos los santos) y si bien es natural que haya calado en nuestro país una fiesta anglosajona tan divertida, con disfraces de aparecidos, momias, vampiros, espectros, brujas y todo lo que tenga que ver con el más allá, adoptar el nombre en inglés resulta un poco chocante. En España, siempre se ha llamado Noche de Difuntos, un nombre bastante inquietante, a la noche del 31 de octubre, y Día de Todos los Santos al 1 de noviembre.
Desde el siglo XIX ha sido tradicional representar «Don Juan Tenorio», cosa que hace años se hacía en muchos pueblos, con actores aficionados. Incluso, los actores acostumbraban, dado que ya los asistentes se sabían gran parte de la obra y había que amenizarla, a modificar algún verso simulando una equivocación, diciendo por ejemplo al arrancar la obra:
¡Cuán gritan esos malvados!
en lugar del original:
¡Cuán gritan esos malditos!
el actor se detenía un momento, el público quedaba expectante y a continuación, en lugar de seguir «Pero, ¡mal rayo me parta/ si en concluyendo la carta/ no pagan caros sus gritos!», continuaba lleno de dudas:
Pero, ¡mal rayo me parta
si en concluyendo la carta
no...callo a esos desaforados!
lo que arrancaba un aplauso. Por supuesto la supuesta improvisación estaba preparada, pero el interés radicaba en dejarse engañar, creer que el vecino se había metido en un problema y ver cómo salía luego airoso del trance.
La escena se desarrolla en la Hostería del Laurel, cuando el protagonista intenta redactar una carta. Parece que la costumbre española de hablar a gritos en los bares viene de antiguo.
Con la excusa de la tradición, puede ser una buena idea leer hoy el Tenorio, una obra en verso que aunque contiene algunos ripios, tiene también estrofas muy bellas. El argumento es apasionadamente romántico y no le faltan alicientes: un seductor sin escrúpulos que cae rendido y enamorado, una monja seducida, un bravo que se enfrenta al mismísimo Dios y defiende su libertad, un fantasma invitado a cenar, duelos, brillantes diálogos...y un final feliz. Deudora de «El burlador de Sevilla» (1630), acaba de redondear el mito español de Don Juan, el hombre de carácter y atractivo, seductor compulsivo, que disfruta con las conquistas que provocan escándalo y desafían a la autoridad, probablemente debido a un conflicto con el padre (Freud lo debe de explicar muy bien en algún sitio).
José Zorrilla (Valladolid, 1817-1893) fué según parece algo Don Juan. Enviado a Toledo a estudiar Derecho, nunca acabó la carrera, se dedicó a enamorarse, escribir versos y desobedecer a su padre. Se fugó a Madrid, se hizo amigo de los románticos españoles (Espronceda y Hartzenbusch) y famoso al escribir un notable poema en memoria del fallecido Larra. Siguió escribiendo poemas, viajó a París y allí conoció a los románticos franceses (Alejandro Dumas, Alfred de Musset, Víctor Hugo, Théophile Gautier y George Sand). Su vida fué una mezcla de peripecias, deudas, viajes, amantes y éxitos literarios. Su padre murió sin perdonarle, pero le dejó sus deudas en herencia. Viajó de nuevo a París, Londres y México. Alcanzó la fama, tuvo la protección de varios mecenas y fué elegido miembro de la Real Academia Española, pero siempre vivió arruinado.
Una obra estupenda, que se lee con enorme facilidad, con versos brillantes y una trama sorprendente. Es fácil encontrarla en varias ediciones muy baratas. Una de las mejores soluciones pare leer teatro y a la vez poesía.
José Zorrilla
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Hoy acercaste uno de mis libros favoritos. Lástima que la gente no se anime con los clásicos.
ResponderEliminarUn saludo y buen día.
Buen día, Mientrasleo.
ResponderEliminarEl Tenorio es genial y se deja leer muy bien como libro de aventuras romántico-caballerescas-terrorífico-trascendentales.
Vale mucho la pena.
Un saludo
Justo la empecé ayer. :)
ResponderEliminarCuán gritan esos malvados
ResponderEliminarpero mal rayo me parta
si en terminando esta carta...
no quedan escarmentado!