lunes, 13 de noviembre de 2023

Islas flotantes - Joyce Mansour

 

Título: Islas flotantes                                                                                                           Autora: Joyce Mansour

Páginas: 120 pág.

Editorial: Periférica

Precio: 16,50 euros

Año de edición: 2012

Hoy vamos a arriesgarnos con una novela vanguardista, un texto que tiene algo de experimental y rompedor, publicado originalmente allá por el año 1973, hace ya medio siglo, inédita en nuestro país hasta esta edición de la editorial Periférica. La historia es bastante sencilla: una mujer viaja a Ginebra para ver a su padre, internado en un hospital enfermo de cáncer. Estando allí, ella también enferma, es ingresada y se hace amiga de otro paciente.

Una trama tan sencilla sirve de pretexto para que la autora desarrolle un discurso extraño, poético, surrealista sobre la enfermedad y los sanatorios, con alusiones algo escatológicas y a menudo sexuales y algún que otro toque de humor negro. Una narración onírica y delirante, contada en primera persona, en la que una protagonista algo alterada dice todo lo que se le va pasando por la cabeza, en un texto torrencial, de una fuerza arrolladora, entre la prosa y lo poético, de rara belleza e intensa musicalidad.

Esta novela no resulta fácil, resulta desconcertante y ofrece pocos asideros al entendimiento del lector, pero a cambio es profundamente original, literariamente muy notable, creativa y ofrece paisajes desconocidos para la mente. Grotesco, sorprendente, metafórico y singular, en este texto singular se mezclan sueños, fantasías, pesadillas, recuerdos, cartas, pensamientos, sensaciones y delirios... como islas flotantes con poca conexión entre ellas. El título es un guiño a la gastronomía francesa, ya que es el nombre de un postre que consiste en porciones de merengue que flotan en crema inglesa, hecha con yemas, vainilla y leche.

También se encuentran frases felices, sentencias que brillan como aforismos. Para ofrecer una panorámica de lo que estamos hablando, podemos ver una muestra: «En el hospital, distinguimos a los enfermos de las visitas por la manera de cruzar las piernas», La curación, junta al prójimo», «... inútil como un político vendiendo perfumes...», «Con frecuencia el mundo de los locos es más bello que el de los vivos», «El fanatismo anida únicamente en aquellos que tienen dudas secretas que ahogar» (Jung), «... el aburrimiento pegajoso y maligno...», «Todo el mundo se vuelve exhibicionista tras varios días de ingreso en el hospital... dichosos los miopes», «El cáncer es el hijo de la angustia, no el padre», «El pedo es el origen del alma», «La bulimia del ojo traga su propio humo, el sueño se deshace en avalanchas», «"Que sea de rosas tu despertar" dijo el sepulturero» (frase final que cierra el libro).

Enfermeras, monjas, sacamuelas, cancerosos, guardianes, médicos estrafalarios, pacientes excéntricos,  exhibicionistas. Toda una troupe de personajes peculiares y absurdos pueblan este misterioso sanatorio, de reglas incomprensibles y comportamientos ilógicos. Una institución que tiene algo de kafkiana, que atrapa a la narradora sin que se sepa muy bien por qué. Por otro lado, la enfermedad es omnipresente a lo largo de toda la obra y si la patología de cada época ha tenido su autor la peste y Bocaccio, el mal francés y Baudelaire, la tuberculosis y Thomas Mann, el sida y Hervé Guibert, quizás el cáncer, la plaga por antonomasia en los años 70, tenga en Mansour y en esta obra su discurso literario.

Traducir este texto, plagado de extraños giros y alusiones poéticas, no debe de haber sido tarea fácil, pero el resultado parece excelente y hay que agradecérselo al escritor aragonés Antonio Ansón, que además ha escrito un interesante postfacio que ayuda a contextualizar la obra y conocer la vida de la autora.

En fin, una novela feroz y descarnada, literariamente apabullante, onírica, original y transgresora, que todavía hoy en día resulta atrevida y vanguardista. Un libro excepcional que vale la pena conocer.

Joyce Mansour (Bowden, Inglaterra, 1922-1986) fue una escritora surrealista franco-egipcia. Hija de padres judíos sefarditas egipcios propietarios de una hilandería, se mudó con ellos siendo un bebé a El Cairo. Estudió en Inglaterra y Suiza. Destacó como atleta en carreras y salto de altura. También compitió en hípica. A los 19 años se casó, pero su joven marido murió a los seis meses de un cáncer fulminante. Se volvió a casar a los 21 años con Samir Mansour, de la colonia francesa en la capital egipcia.

Desde entonces, vivió a caballo entre El Cairo y París, empezó a publicar poesía y se convirtió rápidamente en una poeta muy valorada. Conoció a los surrealistas parisinos, se hizo amiga de André Breton y se instaló definitivamente en la capital francesas. Su casa fue durante unos años uno de los lugares habituales de reunión de dadaístas y surrealistas.

Publicó 16 libros de poesía, 6 novelas y unas cuantas obras de teatro. En sus obras plasma sus obsesión febril y perturbadora por la enfermedad, la vejez, la muerte y el sexo, lo que contrastaba con su imagen publica, llena de glamour, atractivo y diplomacia.

Joyce Mansour

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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