viernes, 1 de abril de 2022

Relatos que me asustaron - Alfred Hitchcock

 

Título: Relatos que me asustaron                                                                                      Autor: Alfred Hitchcock

Páginas: 487

Editorial: Círculo de Lectores

Precio: 2,65 euros 

Año de edición: 1991

Una antología de relatos de misterio y terror recomendada por el mismísimo Alfred Hitchcock y publicada en 1967. En verdad, la mayoría de las 25 historias que se contienen en este volumen son excelentes. Unas cuantas, pequeñas obras maestras. Tienen una extensión variable: desde una novela hasta cuentos de unas pocas páginas. Ciertos autores son poco conocidos, pero hay relatos firmados por John Wyndham, Thomas M. Disch, Theodore Sturgeon, Donald E. Westakle, Fritz Leiber o Henry Slesar. Todas las historias se inclinan por lo insólito, lo grotesco, lo terrorífico o lo macabro. Las mejores dejan un cierto desasosiego en el espíritu del lector. Tranquilidad, porque cosas tan extrañas solo pasan en la ficción. O no. Porque algunas truculencias parecen sacadas de una página de sucesos. Ya se sabe que a veces se disparan las escobas. Desde luego, el lector disfrutará pasándolo mal. Esta es la misión de un cuento macabro. Quien avisa no es traidor.

«El misterio de las profundidades», de Wyndham, es en realidad la novela «Kraken wakes» de 1953. Un día caen del cielo miles de extrañas bolas anaranjadas que se sumergen en lo más profundo de los océanos. Son alienígenas con propósitos nada claros. Es una buena historia que permite a Wyndham satirizar eficazmente la paranoia de la Guerra Fría, la inconsciencia de los gobiernos ante una amenaza latente y la tendencia a desinformar de ciertos medios de comunicación. El contrapunto positivo es la figura racional y objetiva del científico, que indica que los presupuestos mentales humanos son inaplicables a una civilización extraterrestre. La novela tiene un aire muy sugerente de película de ciencia ficción de los años 50. 

Podemos comentar brevemente algunos otros relatos especialmente logrados. En el magnífico «Casablanca», de Thomas M. Disch, una catástrofe nuclear es la excusa para realizar una dura crítica del «modo de vida americano» representado por un matrimonio de Florida de vacaciones en Marruecos. Disch explica el resentimiento árabe contra los occidentales con virulencia y acierto. Sturgeon saca matrícula de honor con el aterrador «El monstruo», que es un precedente de la novela «It» de Stephen King. El monstruo de marras se oculta en un bosque. Es Indefinido, horrible, maloliente. Una masa informe que resume toda la podredumbre y todas las pesadillas. Su conciencia es confusa porque no sabe si está vivo o muerto. Pero mata. Otra joya la firma Nugent Barker: «La curiosa aventura de Míster Bond». Un caballero se pierde durante una excursión. Llega a una extraña posada en donde le sirven una sopa deliciosa y reconfortante. Así empieza la pesadilla. Sobre el cuento flota un logrado ambiente hipnótico e irreal. La cumbre de lo macabro se alcanza con «Una muerte en la familia», de Miriam Allen de Ford: un embalsamador, un sótano, una familia silenciosa. 

Pero este libro ofrece mucho más. Un criminal fugado en el desierto de México se encuentra con un cura bastante raro. Una curiosa sociedad está formada por personas que desean con todas sus fuerzas que alguien escogido se muera (y se muere). Un despiadado usurero se llevará su merecido en una ciudad espectral habitada por cadáveres en descomposición. El pozo de una mansión inglesa esconde un secreto y una venganza. Por el jardín del vecino corretean unos perros bastante agresivos. El dueño tiene un pasado inquietante durante la Segunda Guerra Mundial. La habitación de los niños tiene un visitante inesperado. Hay que desconfiar de los barcos viejos, abandonados y podridos. Y también de lo que «vive» en el agua estancada y muerta. Un viajante de comercio es perseguido por las buenas gentes tras ser mordido por un perro. Como para mirar por encima del hombro mientras se lee. 

En fin, vayan ustedes frotándose las zarpas porque estos cuentos son estupendos para entretenerse durante el día y desvelarse por la noche. Recuerden que los avala nada menos que Mr. Hitchcock. Imprescindibles.

Alfred Hitchcock

Alfred Hitchcock (1899-1980) no necesita presentación. Es uno de los maestros de la historia del cine. Empezó en la industria británica y pronto dio el salto a Hollywood. Sus películas son un prodigio de perfección técnica y calidad narrativa. Hitchcock comenzó a ser venerado por la crítica europea gracias a Truffaut y su famoso libro de conversaciones con el maestro inglés. Personaje popular y pintoresco, Hitchcock tenía programas en la televisión, aparecía fugazmente en sus películas y apadrinó diversas antologías de relatos. Era un señor gordito, sonrosado y con puro. A veces, como buen londinense, llevaba bombín. Un abuelo entrañable, solo que con ideas espeluznantes e inigualable talento. Lo que se dice un genio.

Publicado por Alberto.

2 comentarios:

  1. Excelente reseña, Santiago.

    Leí este libro hace muchos años, y pese al paso del tiempo, hay un relato, seguro que lo recuerdas, que me impactó. Juraría que era el primero del recopilatorio, y, ahora mismo, el único que viene con fuerza a mi mente. Lo protagonizaba un humanoide con cara de pez (o algo parecido a un pez). Tal vez sea ese monstruo que comentas.

    Un saludo.

    Jesús Rojas

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  2. Es de los primeros del volumen Jesús, efectivamente. Se llama el hombre-pez. Fishman o algo así. Una zona pantanosa del sur de los EEUU. Un tipo que vive solo en una choza a orillas del fango. Es pescador. Pero parece un pez. La gente le tiene miedo. Sobre todo de noche. Y es amigo de las criaturas del agua. Es un relato estupendo. Muy cargado y visual: sucio, malsano. A mí me recordó a Lovecraft. Pero este no lo comenté. El que comento se llama "Eso." En este caso el monstruo es como una alfombra orgánica de detritus, por decirlo de alguna manera. Los dos cuentos son excelentes, eso sí.

    Muchas gracias por comentar y un cordial saludo.

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