Título: El silencio del mar y otros relatos Autor: Vercors
Páginas: 232
Año de edición: 2015
«El silencio del mar» (1942) es un relato muy especial, no solo por su bella factura y sus significados metafóricos y sugerencias, que lo convierten en una pequeña obra maestra de 40 páginas, sino también porque es el relato de la Resistencia francesa por antonomasia. Escrito durante la ocupación alemana, apareció en una edición clandestina, producida artesanalmente y algo rudimentaria. Los ejemplares se distribuyeron con dificultades por todo el país, se hicieron copias con multicopista e incluso se lanzaron muchos volúmenes en paracaídas. Pocos libros se han perseguido con tanto ahínco en Francia y a la vez, han sido leídos con tanta devoción. El texto se convirtió en un símbolo de la resistencia y la tenacidad de los patriotas franceses que seguían creyendo en la libertad y no se dejaron vencer completamente por el fascismo. Un libro que era una metáfora de liberación y que circuló de mano en mano como un testigo de los valores republicanos. Un cuento muy singular.
Pero vayamos al contenido. La historia es muy sencilla en apariencia: un oficial alemán, un músico herido en una pierna y que cojea ostensiblemente, se aloja a la fuerza en una casa en la que viven un anciano y su joven sobrina. Los anfitriones forzosos no le dirigen la palabra ni la mirada, le hacen el vacío y le dejan libre el piso de arriba, mientras ellos hacen la vida en la planta baja. El alemán se comporta con exquisita cortesía y, tratando de no crear una situación violenta, todas las noches se calienta en la chimenea del salón mientras habla en voz alta a a pareja de franceses, que permanecen silenciosos y concentrados en sus tareas. Durante los más de seis meses en los que se prolonga la situación, se establecen relaciones implícitas, tácitas, entre las tres personas, en las que un leve gesto, un ligero movimiento de cabeza, una mirada furtiva sugieren un montón de cosas que el lector adivina e imagina. ¿Cómo acabará una situación tan sutil y a la vez compleja? No voy a desvelar el desenlace, pero os aseguro que es fenomenal. Un cuento magistral, lleno de sutileza y delicados matices, en los que cada palabra y cada gesto es una metáfora de mil cosas y, cmo suele decirse, la procesión va por dentro. Una maravilla.
El volumen se completa con otros siete relatos, de longitud variable, escritos entre 1941 y 1945, que plantean problemas humanos y morales muy variados relacionados con la guerra y las peripecias de sus protagonistas.
- «La desesperación ha muerto» es la historia de varios oficiales del ejército francés, derrotados por los nazis y alojados en un pueblo cuyo nombre no se menciona. Tristes y abatidos, comprueban que hay grandes diferencias entre ellos y solo tienen en común un desesperado pesimismo.
- En «La ruta de la estrella», se cuenta la historia del padre del autor, Louis Bruller (1866-1930), rebautizado aquí como Thomas Muritz, un húngaro afrancesado que se escapó a París con 16 años.
- «El sueño» es un relato casi fantástico, en el que un prisionero encerrado en un vagón de tren que se dirige a un campo de concentración interpela al lector para preguntarle si las atrocidades que se cometen en este mundo le permiten disfrutar de sus momentos de felicidad.
- Un dilema parecido se presenta en «La impotencia», un cuento sobre un personaje sensible y clarividente, al que las noticias de lo que ocurre durante la guerra le destruyen por dentro.
- «El caballo y la muerte» no presenta una estampa extraña y surrealista, símbolo del sinsentido de la guerra: unos borrachos se encuentran en las calles de París un caballo perdido, lo dejan atado en la portería de un palacio, que resulta la mansión donde va a dormir Hitler, y el Führer se encuentra con un portero muy particular.
- «La imprenta de Verdún» es la conmovedora historia de un viejo cascarrabias dueño de una pequeña imprenta, que piensa que los judíos se enriquecen, los francmasones roban y los bolcheviques sabotean, y su relación de compañerismo con su empleado judío, masón y de izquierdas.
- El volumen se cierra con «Aquel día», la narración de un niño que sale a pasear con su papá como todos los días, pero aquella mañana todo es diferente.
En fin, un conjunto de relatos algo incómodos, punzantes, que nos plantean cuestiones de imposible resolución, que no recuerdan que el hombre es un lobo para el hombre. Metafóricos y muy bien desarrollados, redactados con habilidad, son también un símbolo de resistencia y nos enseñan que en ocasiones, tener la suficiente tenacidad, paciencia y fuerza puede llevarnos a un futuro mejor, por triste y negro que sea el presente. Al final y a pesar de todo, Francia fue liberada.
La introducción, la edición y la traducción del original en francés son obra del escritor y traductor Santiago R. Santerbás (1937).
Jean Bruller (París, 1902-1991), más conocido por su seudónimo literario Vercors, fue un escritor y dibujante francés, que cofundó la editorial Les Éditions de Minuit. Hijo de un judío húngaro, que emigró a Francia para abrir una cadena de librerías populares y luego, dedicarse a los negocios inmobiliarios, durante la ocupación nazi se unió a la Resistencia y se convirtió en una figura mítica por sus escritos.
Estudió ingeniería, pero no llegó a ejercer en la industria. Su primer trabajo fue de dibujante humorístico en la revista Sans-Gone y al poco tiempo fundó su propia revista de humor, L'Ingénu, que cerró al cabo de un año. Trabajó como dibujante publicitario, ilustrador y creador de cómics. Pacifista convencido, fue movilizado durante la Segunda Guerra Mundial y durante el Gobierno de Vichy, se unió a la Resistencia. Después de la guerra siguió escribiendo y dibujando; se hizo muy popular por su denuncia de la política francesa y las torturas en Argelia. Se casó dos veces y falleció a los 89 años.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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