Título: Adiós, señor Chips Autor: James Hilton
Páginas: 114
Editorial: Trotalibros
Precio: 18 euros
Año de edición: 2021
Encantadora novelita acerca de un personaje entrañable e intrascendente. El señor Chips se apellida en realidad Chipping. Es profesor de latín y griego en la escuela de Brookfield, una public school de segunda categoría. Por sus aulas han pasado generaciones de estudiantes. Chips nació en 1848 y desde los 22 años imparte docencia. Ha salido poco de Brookfield. Se casó y enviudó en 1898. Al cumplir los 65, se jubiló. Eso es todo.
«Adiós, señor Chips» es una novela melancólica sobre la fugacidad del tiempo y la monotonía del vivir, pero no es exactamente triste. Porque Chips, si bien consciente de su mediocridad, es también un hombre inteligente que sabe que no ha perdido el tiempo porque ha formado personas y dejado en ellas un buen recuerdo. Su vida ha sido modesta y ordenada, pero no fracasada. Hizo durante medio siglo lo que le gustaba y sabía hacer. Misión cumplida. Ahora al anciano solo le queda barajar desordenadamente el pasado. Chips pronto formará parte de ese pasado.
Este libro tiene, en mi opinión, algo de simbólico. Chips es un representante arquetípico de la vieja Inglaterra victoriana. Un hombre conservador, rutinario y decente, reacio a los cambios, pero también tolerante y amable. Brookfield es un lugar de quietud y paz. La historia, el cambio, es aquello que ocurre lejos, más allá de sus límites plácidos y somnolientos. A veces, la historia irrumpe de manera trágica: los nombres de aquellos alumnos muertos en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. Y el tiempo pasa.
También cambia el tipo de educación. De la educación humanística que representa Chips se pasa a una enseñanza práctica que forma técnicos y no eruditos. Chips es un profesor a la antigua. Pero no se convierte en un trasto viejo porque acaba por identificarse con la misma escuela de Brookfield. Chips es la permanencia y seguridad en medio de un mundo que cambia. Es una institución, una tradición, al más puro estilo del conservadurismo inglés.
Publicado por Alberto.
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