Título: El hombre de la bata roja Autor: Julian Barnes
Páginas: 336
Editorial: Anagrama
Precio: 21,00 euros
Año de edición: 2021
¿Quién es hombre joven, barbado, guapo y atractivo, que retrató en bata el pintor Sargent? El cuadro del gran retratista estadounidense se titula El doctor Samuel Jean Pozzi en casa y resulta ser un personaje interesantísimo: un famoso doctor francés, pionero de la Ginecología, cuyas prácticas y métodos mejoraron la salud reproductiva y la dignidad de la mujer. Era además un esteta, un coleccionista de arte, un espíritu culto y sensible, muy interesado en la antropología y en la neurología, extremadamente apuesto, con fama de seductor y, según parece, encantador y muy simpático. Todo un partido, vaya.
La pintura es de una belleza ciertamente impactante. Tiene más de dos metros de altura, fue el primer gran retrato masculino de John Singer Sargent (Florencia,1856-1925) y presenta una composición sofisticada, rompedora y atrevida para la época. Primero por presentar al retratado en bata y en su casa, no en el colegio de médicos; segundo por el rabioso color que domina la pintura; en tercer lugar, por la apariencia atractiva y a la vez mefistofélica del retratado, y por último, por los detalles reveladores que animan el cuadro: unas manos delicadas de largos dedos que inauguraron la exploración manual de los genitales femeninos, una lujosa zapatilla, una camisa con encajes, una mirada soñadora y un cinturón con borla en un lugar algo inapropiado.
Barnes quedó tan impresionado por el cuadro que decidió investigar la vida del personaje y se encontró con un filón sobre el que basar una novela. El libro es una biografía novelada del médico y hombre de mundo, pero también un fresco de la época animado por multitud de personajes de lo más interesante, como Henry James, Dumas hijo, Oscar Wilde, Whistler, Nadar, Proust, James Tissot, Edgar Degas, Sarah Bernhardt... la lista es impresionante y el autor juega a camuflar el nombre de algún que otro personaje famoso en una especie de pasatiempo para que el avispado lector adivine de quién se trata.
Y en el centro de esa maraña de personajes, destaca Pozzi, un médico brillante e innovador, un intelectual que hablaba perfectamente inglés y francés, que tradujo a Darwin, un hombre que enamoraba a todas las mujeres y era descrito por ellas como un dios y a la vez como un tipo asquerosamente guapo, un dandi y un don juán. Una figura interesantísima.
La estructura es digresiva, casi caprichosa. El autor parece irse por las ramas y entretenerse en incontables anécdotas, cotilleos, duelos, frases brillantes y detalles curiosos, pero poco a poco, en esa especie de movimiento browniano casi al azar, completa un fabuloso retrato de toda una época. Aparece el dandismo, el caso Dreyfus, los duelos, la Comuna de París, las ideas sobre la mujer, la situación de los homosexuales y muchas cosas más. El lenguaje tiene la depurada perfección de un escritor que ha sido redactor de diccionarios y el estilo es impecable, algo más barroco y rico en matices que en el resto de sus novelas. Lo que no faltan son ni sus comentarios mordaces ni la fina ironía de alguien que hace tiempo que está de vuelta de todo.
Una obra espectacular, divertida, a medio camino entre la novela histórica y la biografía, densa y sabrosa, llena de momentos felices, con un final totalmente inesperado, muy novelesco, y un abanico tan amplio de atractivos que resultará apropiada para prácticamente todo tipo de lectores.
Publicado ñor Antonio F. Rodríguez.
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