viernes, 14 de febrero de 2014

Tentativa de agotamiento de un lugar parisino - Georges Perec


Título: Tentativa de agotamiento de un lugar parisino
Autor: Geoges Perec

Páginas: 74

Editorial: Gustavo Gili

Precio: 9 euros 

Año de Edición: 2012

En el otoño de 1974, Georges Perec se instaló durante tres días seguidos en la plaza de Saint-Sulpice, uno de los lugares más conocidos y típicos de París, y se dedicó a describir todo lo que veía cada día a las mismas horas, todo, hasta lo más insignificante: la gente que pasaba, los coches, un perro, las nubes... en un intento, como indica el título, de agotar lo que se puede decir acerca de un lugar desde un punto de vista estrictamente realista.

El resultado es este texto desconcertante, que a priori amenaza con ser aburrido y resulta interesantísimo. Una apuesta radicalmente realista y al mismo tiempo muy innovadora, resulta curioso que sea tan rompedor el que un escritor se convierta por un rato en una especie de notario de la realidad. Uno de los efectos que provoca es el de simular a la perfección el paso del tiempo; las repeticiones y el ritmo proporcionan la sensación del transcurso del tiempo, algo íntimamente ligado a la percepción.

Otro de los aciertos de Perec es la brevedad de esta pieza. Supo ver que era mejor no dejarse llevar por la tentación de ser muy prolijo, de extenderse hasta la locura describiendo cada baldosa, cada pájaro, cada hoja, hasta producir un texto largo que hubiese resultado infumable. Este relato, o lo que sea, en su concisión, hace que uno imagine perfectamente una plaza con todos sus detalles, da la impresión de que este puñado de frases envía a la mente los mismos impulsos que la propia realidad.

Una obra curiosa, muy cercana a la poesía, exhaustiva y a la vez lacónica, hiperrealista e innovadora, radical, única. Uno de esos clásicos modernos que creo que todo lector debería conocer. Toda una experiencia.

  
La plaza de San Sulpicio, en París

Georges Perec (París, 1936 - 1982), hijo único de una familia de obreros judíos polacos emigrados a Francia, perdió a su padre en el frente, en la Segunda Guerra Mundial, y a su madre en Auschwitz. Fué adoptado por sus tíos paternos y educado en una escuela católica. Aunque su literatura está llena de juego y sentido lúdico, los recuerdos de la guerra le marcaron profundamente.

Estudió, sin llegar a licenciarse, sociología e historia en La Sorbona. Comenzó a publicar artículos y reseñas literarias, obtuvo una plaza de bibliotecario y en 1965 ganó el premio Renaudot con su primera novela, «Las cosas». A partir de ahí inició una brillante carrera literaria, basada en propuestas vanguardistas e innovadoras. Ingresó en el grupo Oulipo («Ouvroir de littérature potentielle», en español «Taller de literatura potencial») fundado por Raymond Queneau.

Perec utilizó abundantes juegos de palabras, lipogramas, anagramas y puzles. Es el autor del palíndromo más largo escrito en francés, una frase capicúa de más de 5.000 caracteres que podéis ver en este enlace. En 1969 escribió «El secuestro», una novela de intriga escrita sin usar ni una sola vez la «e», la vocal más frecuente en francés. Seguramente es la obra más difícil de traducir a otro idioma, en español, por ejemplo, no se utiliza la «a», la vocal más frecuente en castellano.

 
Georges Perec

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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