martes, 27 de octubre de 2020

Madres e hijos - Theodor Kallifatides

  

Título: Madres e hijos                                                                                                       Autor: Theodor Kallifatides

Páginas: 172

Editorial: Galaxia Gutenberg
 
Precio: 16,90 euros  

Año de edición: 2020

Este delicado librito está dedicado a describir con pasión y sensibilidad, y también con mucho oficio, lo que anuncia el título: la relación del autor con su madre, y por extensión la de cualquier hijo con su madre, vista con los ojos de un adulto.

El procedimiento para ello es narrar el viaje que hizo Kallifatides a los 68 años a Atenas para visitar a su madre, de 92, acompañado de un diario de su padre que iba leyendo durante el viaje y estancia en la casa materna. El texto está presentado como un diario que abarca siete días, los que duró la visita, y dado que se hizo hace algunos años, se supone que ese diario ha pasado por un proceso literario, pero el contenido es veraz. Mentir para mejor decir la verdad. La magia de la literatura.

Intercalar el diario de su padre con la narración en presente, le permite contar a grandes rasgos lo esencial de la historia de su familia. Su padre era un maestro griego de escuela nacido en Trebisonda, una fascinante ciudad turca a orillas del Mar Negro, antigua capital de la región del Ponto, cuna de Medea, donde encontró Jasón el vellocino de oro, fértil y famosa actualmente por sus anchoas. Su vida estuvo llena de avatares y peripecias como emigrante griego en Oriente Medio en una época convulsa, que se describe aquí de manera indirecta.

Otros temas de calado se tratan en este libro son: la vida del emigrante («Para los emigrantes, la vida siempre está en otra parte»), la relación del autor con sus padres («Mi padre hizo de mí un ser humano, mi madre, un escritor», «El futuro era la preocupación mayor de mi padre. Mi madre prefería volver al pasado»), una descripción genial de un griego típico (su hermano, crédulo, pasional e impulsivo), algunas claves de la cultura griega («¿Por qué la alegría de los griegos está siempre mezclada con las lágrimas?», «La retsina, eso que los griegos consideran vino», refranes helenos), historias griegas (la historia de Culonegro, la de la comadreja, el tío Yannos o el pavo pícaro), la enorme influencia turca (un plato típico es alcachofas a la constantinopolitana), diferencias culturales entre norte y sur («En Suecia tenemos poca ironía, en Grecia nos sobra», «Grecia le ha dado al mundo 52 000 palabras; Suecia, herramientas y la llave inglesa»), las diez maneras distintas en que puede surgir el amor, la costumbre de convivir y recordar continuamente los antiguos mitos griegos, que permanecen en la cultura popular griega...

El texto toca todos esos temas y algunos más con el tino y la concisión de un verso, una frase. Porque la redacción es asombrosamente parca en palabras y a la vez, profunda. Con oraciones breves y recortadas este hombre consigue llegar al corazón de las cosas y conmover al lector. Un estilo sencillo y puro, con intensidad poética y de ideas, que aprovecha todo el poso de la cultura griega. Es un libro que hay que leer despacio, saboreando cada párrafo, pensando a veces y parando de vez en cuando para que el texto vaya empapando lentamente nuestra mente.

Este griego, medio sueco, está orgulloso de su cultura («La lengua griega es más grande que el mundo») y aprovecha todo el trasfondo milenario de mitos, historias, dioses e ideas que llenan su tradición. Toca grandes temas, a menudo planteando más preguntas que respuestas, y por eso resulta muy sugerente.

Mención aparte merece el personaje de su madre, una luchadora durante toda su vida, que se casó siendo casi una niña, aprendió a amar a su marido y ahora, ya anciana, sigue tratando a su hijo con un afecto conmovedor y dedicándole epítetos cariñosos. Tiene además la habilidad de adivinar casi siempre lo que está pensando su retoño.

Un librito delicioso en su brevedad, lleno de poesía y de cultura griega, extraordinariamente bien escrito y lleno de corazón. De lo que he leído, la mejor obra de Kallifatides.

La excelente traducción del griego moderno al español ha sido realizada por la mexicana Selma Ancira, especializada en griego y lenguas eslavas. El resultado es un texto en castellano limpio y transparente como el cristal, en el que no se encuentra ningún tropiezo ni americanismo.

Theodor Kallifatides (Molaoi, 1938) es un escritor griego, nacido en un pueblecito del Peloponeso y emigrado a Suecia en 1964. Desde entonces vive en ese país nórdico y ha estado escribiendo en sueco hasta hace pocos años, que ha vuelto al griego.

Hijo de un maestro, su familia emigró primero a Atenas, donde estudió en la Escuela de Arte Dramático de Karolus Koun, y luego a Estocolmo. Allí estudió Filosofía y publicó su primer libro de poemas en 1969. Fué lector en la Universidad de Estocolmo y director de la  Bonniers literary magazine.

Ha escrito más de cuarenta libros de narrativa, poesía y ensayo, traducidos a más de veinte idiomas y muy valorados por la crítica sueca. En casi todos ellos se trata el tema de la identidad y la cultura griegas, la emigración y qué significa ser un extranjero en Suecia. Ya hemos hablado aquí de varios de sus libros. Ha ganado premios literarios tanto en su país de origen como en el que vive. 

Su nombre viene de la misma raíz que calafatear, cerrar las junturas de las maderas de una embarcación con estopa y brea, para impermeabilizar el casco y que no entre el agua. Así que, seguramente desciende de hombres de mar. 
 
 
Theodor Kallifatides (foto Caroline Andersson)

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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