lunes, 30 de septiembre de 2019

Léxico familiar - Natalia Ginzburg


Título: Léxico familiar
Autora: Natalia Ginzburg

Páginas: 272
 
Editorial: Lumen
 
Precio: 19,90 euros
 
Año de edición: 2016


Natalia Ginzburg es una escritora singular y diferente y este libro, una de sus obras más conocidas, desde luego que también, y ahora veréis por qué. Es una novela que cuenta recuerdos reales o, mejor dicho, no es una novela, sino un libro de memorias muy particular, que se presenta como novela de personajes, hechos y situaciones reales, los más íntimos de la autora, los de su infancia, en los que los caprichos de la memoria y la manera de contares lo único imaginario que hay. 

Y además, está escrito desde el lenguaje, desde el dialecto particular y frases típicas de sus personajes, los padres, los hijos y los familiares y amigos cercanos. Porque es verdad que en cada familia hay giros, palabras y expresiones propias, algunas diferentes y otras que se repiten tanto que tienen toda una historia detrás y adquieren un significado especial.

Ginzburg confiesa que son cinco hermanos en su familia, que cuando publica la novela viven en ciudades diferentes y que se ven de vez en cuando, pero que basta que alguien diga una de aquellas frases típicas para que todos recuperen todo el mundo de su infancia. Dar cordel, ¡Ya no reconozco mi Alemania! Nuevo astro que  surge, cataplasma... con contraseñas que abren la puerta de un pasado compartido y propio.

Desde las primera palabras, Cuando yo era pequeña y vivía en casa de mis padres... este libro único aborda dos retos considerables: novelas la propia vida, una de las empresas más arriesgadas para un novelista, y hacerlo desde los diálogos de su círculo más íntimo.

Los personajes quedan caricaturizados más que retratados. El padre montañero colérico, despótico y cuasimaltratador, la abuela hipocondríaca, el bisabuelo cabezota que se casó con la primera que se encontró al salir de casa, la madre siempre recordando tiempos pasados, el tio Silvio, músico y suicida, la pareja amancebada, los Olivetti... todo un elenco retratado con dos pinceladas porque lo importante no son los personajes, ino el ambiente familiar y la infancia.

Hay pasajes tan curiosos como las discusiones sobre quiénes eran más feos, si los Cohen o los Columbo, las conversaciones sobre Geología, sobre Proust y las posiciones radicales (no aguanto a la gente tan mineral; mi padre nos prohibió casarnos; sólo hay dos poetas modernos que valgan la pena, Baudelaire y Leopardi; si vas al Louvre y no has visto a Poussin, no has visto nada). 

Una novela encantadora, muy original, que arranca en la infancia temprana y llega hasta el primer matrimonio de la Ginzburg y los problemas de la familia con el fascismo y las autoridades, pero que tiene el encanto de construir una biografía familiar desde las palabras, unas memorias muy personales, llenas de encanto y personalidad. Un libro que os encantará.

Natalia Ginzburg (Palermo, 1916-1991), es otra escritora siciliana, otra pluma genial de familia judía, nacida en esa isla que parece un vivero de buenos escritores. Hija de un profesor de anatomía, nació en una familia acomodada de origen triestino, vivió buena parte de su infancia en Turín y tuvo una educación laica.

Tanto ella como sus hermanos fueron procesados por sus ideas antifascistas bajo la dictadura de Mussolini. A los 17 años publicó su primer cuento, a los 22 se casó con Leone Ginzburg, un intelectual ruso antifascista. Fueron amigos de Carlo Levi, de Cesare Pavese y otros escritores de la época.

El matrimonio fué desterrado a los Abruzzos y poco después su marido, judío, fué detenido y torturado hasta la muerte. Se volvió a casar pasados unos años con Gabriele Baldini, un profesor universitario de literatura.

Trabajó en la editorial Einaudi, que publicó todos sus libros, y ganó los premios Strega y Viareggio. Publicó teatro, ensayo y novela, y está considerada como una de las escritoras italianas con más personalidad. Fué diputada por el Partido Comunista Italiano durante los últimos años de su vida.
 
Natalia Ginzburg

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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