lunes, 25 de marzo de 2013

Zazie en el metro - Raymond Queneau


Título: Zazie en el metro 
Autor: Raymond Queneau 

Páginas: 211

Editorial: Marbot 

Precio: 15 euros 

Año de Edición: 2011

«Zazie en el metro» es una novela frescachona, libre, siempre nueva, eternamente joven y moderna. Cuenta las andanzas de una adolescente, deslenguada, vivaracha y un poco rebelde, que se queda en casa de su tío Gabriel un fin de semana mientras su madre atiende unos asuntos que no descubriremos hasta el final de la novela. La chica conoce a una galería de personajes espléndidos, tipícamente parisinos: el taxista Charles, el tabernero Turandot, el policía Trouscaillon, la viuda Mouaque, el conductor de autocar Balanovitch y unos cuantos más.

Este libro marcó una época por su frescura y desparpajo, oponía el francés de la calle, cotidiano, al lenguaje académico y atildado que imperaba en las novelas clásicas. El tema, las situaciones, los personajes, los ambientes...todo era novedoso, moderno y reflejaba las calles de París y en lo que ellas pasaba con una gran naturalidad.

Como tema central están la relaciones de Zazie con el mundo de los adultos, algo en lo que todos nos podemos reconocer si hacemos un poquito de memoria. Zazie parece llevar la contraria casi a todo, pero ¿Quién no ha pasado por esa época, en que uno intentaba reafirmarse y ser diferente? Me acuerdo de cuando pedía sistemáticamente cerveza negra y café sólo sin azúcar, no me sirvió para ligar pero durante una temporada me hice el interesante.

El texto original está lleno de juegos de palabras intraducibles, así que leer una buena versión en español es importante, una versión que reproduzca algunas de las piruetas verbales y explique otras. Esta edición de la editorial Marbot está basada en una traducción directa del francés de Fernando Sánchez Dragó (Madrid, 1936), que consigue llevar al castellano buena parte del encanto verbal del texto en francés.

Una novela única, uno de los pocos ejemplos narrativos que produjeron las vanguardias del París de mitad del siglo XX, escrita en 1959, sólo un año antes de que Jean-Luc Godard estrenase «Al final de la escapada» y estallase el nouveau cinéma. Brillantemente escrita, fresca, nueva y todavía, leída hoy en día, asombrosamente vanguardista.

Louis Malle (Thumeries, 1932-1995), el gran cineasta francés, rodó en 1960 una versión cinematográfica de esta novela, con una protagonista un poco más joven, una niña, lo que cambia completamente la dinámica del texto original.

 La Zazie de la película de Louis Malle

Raymond Queneau (El Havre, 1903 -1976) fué un escritor, novelista y poeta, atípico y genial. Licenciado en Matemáticas, Psicología y Filosofía, fué fundador del OuLiPo (Ouvroir de Litérature Potentielle), Sátrapa trascendente del Colegio de Patafísica, provocador, experimental y vanguardista. Es conocido por sus magistrales «Ejercicios de estilo», un libro que no debe faltar en ninguna biblioteca que se precie, pero escribió muchos otros títulos interesantes, como este libro sobre Zazie, una chica que quiere ir en metro.

Raymond Queneau (Foto © Galimmard, A . Bonin)
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. A veces el perfil de la editorial dice mucho de la idoneidad de un título en su fondo. En este caso, me ha parecido significativa la razón que dan para elegir el nombre de la editorial en su página web: www.marbotediciones.com:

    ¿Por qué Marbot?

    «En 1981, Hildesheimer publicó Marbot. Eine Biographie. Se trata de la biografía intelectual de un esteta y crítico de arte inglés, Sir Andrew Marbot, nacido en 1801 y muerto en 1830. Viajero infatigable, tuvo la suerte de conocer a las figuras culturales más notables de su época: Goethe, Byron y Shelley, Leopardi y Schopenhauer, Turner y Delacroix (este último le hizo un retrato a lápiz litográfico). En todos aquellos que le conocieron dejó la impresión de ser un hombre dotado de una inteligencia extrema combinada con un temperamento fuerte, pero curiosamente despegado de la vida. Este fue especialmente el juicio de Goethe, tal y como nos ha llegado gracias a una carta que le envió a su amigo Schutz y a un pasaje de las Entrevistas con Eckermann citadas por Hildesheimer. Marbot desapareció en 1830. Aunque su cuerpo nunca fue hallado, numerosos indicios hablan a favor de la hipótesis de una muerte por suicidio. Según las cartas y los papeles diversos encontrados tras su muerte, parece fuera de toda duda que durante varios años mantuvo una relación incestuosa con su madre, Lady Catherine Marbot. ¿Su (probable) suicidio tuvo algo que ver con esa relación incestuosa? Según su biógrafo, más bien parece que Marbot llevó hasta sus últimas consecuencias una visión del mundo radicalmente pesimista, reforzada por su encuentro con Schopenhauer.

    » En ocasión de la aparición de su libro, una parte de la crítica alemana felicitó a Hildesheimer por rescatar del olvido una figura histórica fascinante, no sólo por su trágica vida, sino también por sus teorías estéticas.

    » ... Sir Andrew Marbot nunca existió sino como representación mental elaborada por Hildesheimer... Dicho de otra forma... Marbot es una biografía imaginaria, un texto de ficción.»

    Jean-Marie Schaeffer, ¿Por qué la ficción?

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