miércoles, 6 de marzo de 2013

Kyra Kyralina y El tío Anghel - Panait Istrati


Título: Kyra Kyralina y El tío Anghel
Autor: Panait Istrati

Páginas: 344

Editorial: Pre-textos 

Precio: 25 euros 

Año de Edición: 2008

Aquí tenemos dos novelas cortas, de 170 páginas cada una, de este genial y poco conocido escritor rumano que llegó a ser llamado «el Gorki de los Balcanes». A mí particularmente, Istrati me vuelve loco, no lo conocía hasta hace poco y me parece un auténtico descubrimiento. Sus libros son profundamente originales, cuentan historias de personajes pobres, desfavorecidos y vapuleados por la vida, pero que nunca pierden una gran una pasión que les hace seguir adelante y enfrentarse a su destino con valentía.  

Sus novelas nunca llegan a ser deprimentes o demasiado tristes a pesar de que están llenos de calamidades. Son tiernas, están muy bien escritas y tiene una cierta ingenuidad, un sentido de la tragedia y un ritmo que lo animan todo. Y es que se trata de un escritor de extremos desaforados que hacen que en el fondo sea un romántico. La crueldad y el amor más puro, la perversión y el idealismo, los contrarios más abismales se mezclan en sus páginas hasta convertirlas en una montaña rusa de emociones y sentimientos.

El primero «Kyra Kyralina», comienza como una novela rusa y acaba como un libro oriental. Al principio aparecen personajes humildes, algo desequilibrados, que me recuerdan a los de Dostoievski; son trileros, tramposos y cuasimaleantes que parecen salidos de una película de Buñuel. Pero en cuanto la trama se anima, empiezan a pasar mil y una peripecias, cuentos sin fín engarzados unos con otros al estilo oriental, narrados con una agilidad pasmosa, que relatan las pocas venturas y muchas desventuras de un joven dotado de una gran sensibilidad en un mundo despiadado. No cuesta mucho adivinar tras él al mismo Istrati, más o menos disfrazado

En estas dos novelas se mezclan las culturas turca, griega y rusa, no en vano Rumanía estuvo dominada por los otomanos durante casi dos siglos y en contacto con varios pueblos de la región. En la otra, «El tío Anghel», dividida en tres partes que son tres episodios de una larga historia, aparecen dos personajes curiosísimos, grandiosos en su tragedia, el tío Anghel y el bandolero Cosma, animados cada uno por una pasión excesiva y desmedida, que juega con ellos como una poderosa tormenta.

Istrati es un novelista impresionante, que no os dejará indiferentes. Corred a buscar sus libros porque están publicados en ediciones que dentro de poco puede ser que ya no se encuentren.

Ya hemos hablado este blog de Panait Istrati (1884-1935) con motivo de su maravillosa novela «Los cardos del Barragán». Nació en Brăila, una ciudad a orillas del Danubio en la región de Valaquia (Rumania), hijo de un contrabandista griego y una lavandera. Nunca conoció a su padre y fué al colegio sólo durante cuatro años. Fué lector voraz y compulsivo desde muy joven. Viajó, o más bien vagabundeó, por medio mundo desempeñando los oficios más diversos (pintor, albañil, calderero, mecánico, camarero, buhonero, fotógrafo...) y contrajo dos matrimonios infelices y una tuberculosis.

Estando en un hospital, muy grave, le hallaron en el bolsillo una carta sin echar dirigida a Romain Rolland. Avisaron al el escritor francés y así es cómo le descubrió. Quedó muy impresionado por su calidad como escritor y le ayudó en lo que pudo. Consiguió cierta fama, pero sus criticas a lo que vió en un viaje a la URSS en 1927 le costaron el rechazo de los intelectuales franceses. Volvió a Rumanía y falleció en el olvido.

  
Panait Istrati

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

1 comentario:

  1. No conocíamos al autor, lo tendremos en cuenta.
    Qué pena, por cierto, que acabara así de mal.

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