miércoles, 8 de julio de 2020

Anatomía sensible - Andrés Neuman



Título: Anatomía sensible
Autor: Andrés Neuman

Páginas: 120

Editorial: Páginas de espuma

Precio: 15 euros 

Año de edición: 2020

Hay caramelos -tienen que ser pequeños- con los que la boca se inunda de un suave aroma y un delicado sabor con cierto toque cítrico, fresco, incluso picante. Un placer efímero, por lo corto, pero placer al cabo que nos deja con ganas de más.

Así es este pequeño tratado de Anatomía sensible de uno de los escritores del panorama actual en español que, a mi juicio, más pericia muestra en el manejo del lenguaje y que da cuenta de su alma poética al engarzar una inagotable muestra de delicadas y sugerentes imágenes en sus narraciones resultando siempre unos textos especialmente luminosos.

En el caso de este recorrido por el territorio corporal, el autor nos guía por lugares y rincones conocidos de nuestra más personal geografía, pero lo hace con una mirada muy diferente. Su pericia está en narrar lo que en manos de cualquiera podría fácilmente tornarse en aburrido o vulgar, de tal manera que con una profusión de ingenio, ironía y delicadeza nos lleva a descubrir detalles de nuestro propio cuerpo, desde los más evidentes a los más recónditos que cobran nuevo significado y posibilidades. Todo ello desde el elogio, proclama y reivindicación de nuestras imperfecciones pues, en donde nosotros podemos encontrar fealdad, él nos da claves para descubrir unas veces belleza, otras ternura, gozo y las más, simpatía. En definitiva, nos dice que lo que tenemos tendencia a calificar como defectos, son las marcas de vida inscritas a golpe de experiencia y de las que tenemos que enorgullecernos en unos casos, por ser evidencia de superación de trances difíciles y en otros, recuerdos de momentos de felicidad, que también marcan.

El humor y la fina ironía plagan toda la obra lo que nos hace desde el principio instalarnos en la sonrisa que no dejaremos hasta la última página.

Es también un recorrido instructivo porque nos enseña lo que ningún profesor de anatomía, porque, ¿sabíamos que tenemos guerreros grecolatinos que son capaces de sujetar nuestro caminar? Sus nombres, nos indica el autor, los delatan: Coxis, Isquion, Ilion o Acetábulo; ¿sabíamos que las canas son condecoraciones del cabello valiente, baños de plata por años de servicio? ¿Qué la barriga en contextos hostiles contribuye a absorber las malas vibraciones? ¿Qué espalda contra espalda de los amantes guarda su amor entre paréntesis? ¿Que una mano en las posaderas del caballero adecuado nos revelará más sobre el corazón que una cenita con velas? O que ¿La austeridad física es otro imperialismo, y que el capital engorda adelgazándonos?

Todo esto y mucho más a lo largo de 30 recovecos de nuestro cuerpo nos dan idea de otra forma de mirar, otra forma de apreciar y otra forma de querer a nuestro propio cuerpo y al de los demás, muy lejos de los estereotipos de modas y sujeciones a cánones establecidos por no se sabe quién, pero desde luego no por el sentido común ni por el gozo que nos debemos.

Es una experiencia sensitiva inusitada en la que Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) ejerce de brujo hacedor de pócimas y ungüentos para el alma y para el cuerpo irradiando la luz de su arte.

Ojalá esta deliciosa lectura, celebración del cuerpo humano, contribuya a mirarnos de manera diferente y a aceptarnos y apreciar nuestro cuerpo un poquito más.

Estupenda lectura para disfrutar lentamente.


Andrés Neuman

Publicado por Paloma Martínez.

3 comentarios:

  1. Muchas gracias, Paloma, por tu comentario. Me ha gustado mucho tu estilo y la claridad de tus apreciaciones. Coincido contigo en que Neuman es un escritor con gran sustancia literaria y poética. Lo disfrutaré, lentamente.

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  2. Muy interesante. Una lectura prometedora de aprendizaje y de buenos momentos. Nada como una lectura en la que además de disfrutar de la prosa, aprendes, te sorprendes y piensas. Por lo que nos transmites parece que Neuman lo logra

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    1. Muchas gracias Pablo, espero que lo disfrutes tanto como yo.
      María, efectivamente, es una narración con varias capas y siempre con un sentido del humor fino y delicado. Muchas gracias por comentar.

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