Título: Extraños en un tren
Autor: Patricia Highsmith
Páginas: 288
Editorial: Anagrama
Precio: 8,49 euros
Año de Edición: 2002
Algo tan habitual como subirse a
un tren y ocupar un asiento al lado de una persona desconocida, se convierte bajo la pluma de
Patricia Highsmith (Fort Worth, EE. UU. 1921-1995) en el inicio de la trama de una maravillosa novela de suspense, que no
dejará indeferente a nadie.
Así, un día cualquiera, en un
tren cualquiera Guy, un hombre normal, con los problemas que cualquier otro hombre
pueda tener, coincide en un vagón con Bruno, hasta entonces un desconocido para él, que comenzará a conocer muy bien a partir de ese momento.
El hecho de que, a veces, resulta
más sencillo hablar de los problemas e intimidades con un
desconocido antes que con un conocido, impulsa a Guy a contar, sin tapujos, sus
más profundos secretos, ignorante de la «ayuda» que su compañero de viaje
pretende ofrecerle pues, para Bruno, las cosas del vagón no se quedan en el
vagón. Porque… ¿se pueden corromper los principios de una persona hasta
convertirla en un asesino sin escrúpulos?
Highsmith, en esta novela negra, igual que en otras suyas, no se limita simplemente a contar la historia de un asesinato y las correspondientes investigaciones. «Extraños en un tren» nos acerca a los más bajos instintos de los seres humanos, haciéndonos dudar de la pulcritud moral de una persona cualquiera, aparentemente integrada en la sociedad y respetada por sus conciudadanos.
Este libro es una completa reflexión sobre los principios morales que regían la sociedad estadounidense de los años cincuenta, en la que la aplicación de correctivos legales tan severos como la pena de muerte estaban a la orden del día. Sin menoscabo del perpetuo enfrentamiento persona versus ley (porque si una persona no tiene derecho a acabar con la vida de otra ¿Por qué una ley sí? y...¿Porqué no al revés?), aquí tenemos una maquiavélica maquinaria de juicos y comparaciones, acompañada de la mejor literatura, que pone de manifiesto que el hombre es preso de sus propias invenciones.
Highsmith, en esta novela negra, igual que en otras suyas, no se limita simplemente a contar la historia de un asesinato y las correspondientes investigaciones. «Extraños en un tren» nos acerca a los más bajos instintos de los seres humanos, haciéndonos dudar de la pulcritud moral de una persona cualquiera, aparentemente integrada en la sociedad y respetada por sus conciudadanos.
Este libro es una completa reflexión sobre los principios morales que regían la sociedad estadounidense de los años cincuenta, en la que la aplicación de correctivos legales tan severos como la pena de muerte estaban a la orden del día. Sin menoscabo del perpetuo enfrentamiento persona versus ley (porque si una persona no tiene derecho a acabar con la vida de otra ¿Por qué una ley sí? y...¿Porqué no al revés?), aquí tenemos una maquiavélica maquinaria de juicos y comparaciones, acompañada de la mejor literatura, que pone de manifiesto que el hombre es preso de sus propias invenciones.
Toda esta historia de sospechosas amistades, amor, odio, rencores y pactos por cerrar, esta muy bien ambientada en los EE. UU. de mediados de siglo XX, con todo lujo de detalles, fiel a la característica manera de escribir de Patricia Highsmith.
Tal fue el éxito de esta novela
que, transcurrido tan solo un año desde su publicación, en 1951, la mano maestra de Alfred Hitchcock realizó una adaptación a la gran pantalla.
Patricia Highsmith
Publicado por Jesús Rojas.
Hace menos de un mes leí esta novela. La reseñé, incidiendo mucho en que la encontraba bastante caduca. O sea: bien escrita, bien estructurada, pero con una puesta en escena y un planteamiento al cual el tiempo le ha afectado mucho. Pensando que sería una cuestión común a la literatura de esos años, leí A sangre fría, de Capote: qué diferencia. Capote pervive, pero la prosa afectada y algo conservadora de la Highsmith no ha envejecido tan bién. Mi pura opinión, por supuesto.
ResponderEliminarHombre, comparar libros es delicado; porque me parece que "Extraños en un tren" es una buena novela, que está muy bien, pero "A sangre fría" es una obra maestra, una pasada.
ResponderEliminarDe todas maneras a mí me gustó, quizás porque ví primero la película (muy buena) y luego no hacía más que acordarme de ella.
Gracias por el comentario.
Salud y libros
Por cierto, Antonio, interesante blog que iré visitando a menudo. Un placer.
ResponderEliminar