Páginas: 304
Editorial: Fundación Mapfre
Precio: 39,90 euros
Actualmente se celebra en Madrid una interesante exposición retrospectiva sobre Raimundo de Madrazo, un gran pintor del siglo XIX, fino retratista e interiorista y máximo exponente de la amplia saga de los Madrazo.
Estudió en la Academia de Bellas Artes de SanFernando y fue discípulo de Carlos de Haes, C. Riberas y A. Esquivel, aparte de recibir enseñanzas de su padre. Marchó a París a completar su formación y residió gran parte de su vida en la capital francesa. Pronto se alejó de la pintura habitual de la época (temas religiosos, mitológicos e históricos) y comenzó a realizar pinturas de género costumbrista y retratos, pequeñas obras sobre representantes de la burguesía en lugares públicos o en interiores.
Pintor de un realismo minucioso, gusto refinado, con gran capacidad para captar detalles de interiores, gran colorista con notable técnica preciosista para representar tejidos y tapices dándoles volumen y sobre todo, gran retratista con especial cuidado al pintar piel y manos, pronto alcanzó éxito y gran prestigio entre la alta sociedad parisina y posteriormente, la estadounidense.
Vivió gran parte de su vida en París, fue nombrado oficial de la Legión de Honor, fue muy reconocido y admirado hasta el final de su carrera, cuando su estilo pictórico fue desplazado por las corrientes impresionistas y el retrato perdió popularidad. Falleció en Versalles en 1920.
La exposición cuenta con más de cien obras suyas, algunas inéditas, y de otros miembros de la familia, con abundancia de retratos y cuadros de interior, y la presencia frecuente de su modelo preferida, Aline Masson, que representaba el ideal de belleza de la época. Estará abierta hasta el mes de enero del 2026 en la sala que tiene la Fundación Mapfre en el madrileño Paseo de Recoletos, 23.
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