Título: Moby Dick
Autor: Herman Melville
Páginas: 712
Editorial: Penguin
Editorial: Penguin
Precio: 10,95 euros
Año de edición: 2018
Después de un largo paréntesis, vamos a retomar la Lista Savater de recomendaciones para fijarnos en una de las mejores novelas que pueden leerse: «Moby Dick».
Esta monumental novela, publicada en 1851, es una gran desconocida porque muchas veces lo que se lee son versiones reducidas y adaptadas para chicos y en otras ocasiones, este libro se lee siendo muy niño, cuando uno no puede apreciar toda su belleza, su amplitud y su profundidad.
Esta monumental novela, publicada en 1851, es una gran desconocida porque muchas veces lo que se lee son versiones reducidas y adaptadas para chicos y en otras ocasiones, este libro se lee siendo muy niño, cuando uno no puede apreciar toda su belleza, su amplitud y su profundidad.
Yo la leí siendo un chaval, con trece o catorce años, en la versión abreviada de la colección Historias Selección de la editorial Bruguera y me encantó la historia de aventuras que cuenta y el exotismo de los personajes. Luego la he leído con más calma y es una novela enorme, con el empaque y la fuerza de un clásico. Hay ocasiones únicas en las que un autor conecta con el imaginario colectivo, explota todo lo que tiene su inconsciente y produce el mito que todo necesitábamos que alguien nos contase.
Eso es, entre otras muchas cosas, Moby Dick, el mito de una ballena albina, monstruosa y maligna, símbolo de la naturaleza que se rebela y se sacude el yugo del hombre, del mal por ser algo salvaje, indómito y peligroso, incluso de la divinidad, de lo enorme e inconmensurable. También es la historia de una obsesión autodestructiva, un tratado muy completo de la pesca de la ballena y una novela extraordinaria, que arranca con un inicio que es, para mi gusto el mejor que conozco, «Llamadme Ismael».
Es un libro lleno de símbolos y alusiones bíblicas, que admite muchas interpretaciones y puede verse desde muchos puntos de vista. Una novela que es una auténtica sinfonía de la palabra, con sorpresas y puntos de giro que hacen crecer la trama cada vez que parece que se va a agotar el interés de la historia y un final impactante, de un efecto dramático tremendo.
Por último, la planificación es perfecta. El autor tarda muchas páginas hasta mostrarnos al capitán Ahab, después de haber modelado una fuerte expectativa al hacer hablar a varios personajes sobre él e incluso al describir el rítmico golpeteo de su pierna hecha de hueso de ballena sobre la cubierta del barco cuando paseaba. Más tiempo aún tarda en aparecer la sobrecogedora ballena blanca, deslumbrante en su hermosura y maligna como el diablo. La trama está salpicada además de varios puntos de giro que mantienen e impulsan el interés del lector. La estructura del guión de la historia es muy buena.
Por último, la planificación es perfecta. El autor tarda muchas páginas hasta mostrarnos al capitán Ahab, después de haber modelado una fuerte expectativa al hacer hablar a varios personajes sobre él e incluso al describir el rítmico golpeteo de su pierna hecha de hueso de ballena sobre la cubierta del barco cuando paseaba. Más tiempo aún tarda en aparecer la sobrecogedora ballena blanca, deslumbrante en su hermosura y maligna como el diablo. La trama está salpicada además de varios puntos de giro que mantienen e impulsan el interés del lector. La estructura del guión de la historia es muy buena.
Si no habéis leído esta obra maestra, os recomiendo que la disfrutéis, lentamente, sin prisas. Que os embarquéis con Ismael en el Pequod y disfrutéis de la travesía. Y si la leísteis hace años, os aconsejo que la releáis porque descubriréis un montón de cosas que quizás os pasaron desapercibidas.
Está inspirada en dos casos reales: el naufragio del Essex, embestido por una ballena gigantesca, del que ya hemos hablado aquí, y el caso de un cachalote blanco avistado en la Isla de Mocha, en el sur de Chile, en el siglo XIX y llamado «Mocha Dick». Era un animal que escapó de varios intentos de caza a lo largo de cuarenta años, por lo que llevaba varios arpones clavado en el lomo y que embestía con agresividad a los barcos que se le acercaban.
Se han hecho multitud de versiones cinematográficas de esta historia eterna, mi favorita es la película dirigida por John Huston en 1956, protagonizada por Gregory Peck y con guión de Ray Bradbury.
Herman Melville (Nueva York, 1819-1891) fué un famoso escritor estadounidense y un lector voraz y empedernido. Su familia paterna estaba lejanamente emparentada con la realeza británica y su familia materna era descendiente de uno de los primeros colonos holandeses que poblaron Nueva York y de un héroe de la independencia de los Estados Unidos.
Su padre se dedicaba a la importación, pero se arruinó y varios días después, se suicidó, con lo que dejó mujer y ocho hijos en la indigencia. Herman era el segundo hermano mayor, tenía catorce años y debía contribuir al sostenimiento de la familia. Fué empleado de banca, maestro y finalmente, como no ganaba mucho dinero, se enroló como marinero dos veces, esperando hacer fortuna.
En la segunda ocasión, fué en un ballenero y vivió un buen número de peripecias: se fugó de un barco, cayo en manos de una etnia caníbal, que curiosamente le respetó, fué desembarcado en una isla por amotinarse junto a otros compañeros... en total pasó casi cuatro años dando vueltas por ahí y conoció tres balleneros distintos.
Cuando volvió a casa, tenía muchas batallitas que contar y como vió que le gustaban a la gente, decidió empezar a escribirlas. Su primer libro de memorias, titulado «Typee» (1846), tuvo mucho éxito. Publicó un total de catorce novelas, todas muy exitosas salvo «Moby Dick», que fué un fracaso tan sonado que le afectó psicológicamente. Después de su muerte comenzó a valorarse y hoy en día está considerada una verdadera obra maestra de la literatura mundial.
Cuando volvió a casa, tenía muchas batallitas que contar y como vió que le gustaban a la gente, decidió empezar a escribirlas. Su primer libro de memorias, titulado «Typee» (1846), tuvo mucho éxito. Publicó un total de catorce novelas, todas muy exitosas salvo «Moby Dick», que fué un fracaso tan sonado que le afectó psicológicamente. Después de su muerte comenzó a valorarse y hoy en día está considerada una verdadera obra maestra de la literatura mundial.
Herman Melville
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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