martes, 23 de diciembre de 2025

Cabo de Hornos - Francisco Coloane

Título: Cabo de Hornos
Autor: Francisco Coloane
 
Páginas: 208
 
Editorial: Debolsillo
 
Precio: 13,95 euros 
 
Año de edición: 2025
 
Este libro se compone de 14 relatos del llamado «Jack London» de Suramérica, un autor rudo, sobrio, que sabe contar historias del mar y de la Tierra de Fuego, donde se reúnen los océanos Atlántico, Pacífico y el Antárticocon la soltura y el encanto de los grandes clásicos de aventuras. Obra imprescindible para conocer cabalmente la literatura chilena del siglo XX, Cabo de Hornos (1941) es el primer libro de cuentos de Francisco Coloane, un autor colosal, no tan conocido como merece. 
 
Aquí aparecen personajes insólitos y atrabiliarios, intrépidos y singulares, personas de una pieza, tan creíbles que cuesta pensar que no hayan existido de verdad, supervivientes en una región inhóspita y dura como pocas. Unas islas solitarias, llenas de hielo y fríos mares, de borrascas y parajes traicioneros. Cazadores de lobos marinos, velloneros, ovejeros, prófugos de la cárcel de Ushuaia, capataces despiadados, contrabandistas astutos, caciques contumaces y aventureros de todo pelaje. Gentes malvadas, desechos de la humanidad, perdidos en el fin del mundo y a merced de un sino fatal.
 
Son relatos duros, secos como un trago de aguardiente, cortos y descarnados, casi crueles, de unas 11 páginas cada uno aproximadamente. ¿Por qué nos gusta tanto leerlos?¿Que extraña catarsis nos ofrecen? No estoy seguro, pero si me parece que estos textos están estupendamente narrados, contienen descripciones magistrales, compuestas en dos trazos, tienen acción y ritmo, y nos abren una ventana a un mundo que no conocíamos, enigmático y apasionante, habitado por supervivientes.
 
Curiosamente, aparecen en estos relatos personajes de casi todas las nacionalidades, australianos, escoceses, húngaros, españoles, americanos, yugoslavos, napolitanos... gente de todos los rincones del mundo, arrastrados hasta allí por el oleaje de la vida. Estancias con 30.000 ovejas, focas, guanacos, lobos marinos de dos pelos y de un pelo, animales heridos que chillan como niños en la noche, el juego de la taba, alazanes que no dejan montar por nadie, alimañas, asesinos y bandidos completan el cuadro de estas historias. Un personaje dice en unos de estos cuentos: «Hasta las aves se vuelven fieras en estas tierras maldita.
 
Algunos localismos y términos marineros salpican los textos aquí y allá, sin entorpecer la lectura, como chalana (barca pequeña de fondo plano), singa (remo situado a popa), carneador (el encargado de sacrificar y descuartizar animales para obtener carne), jackeruse (chico para todo), carancho (ave carroñera), tumbear (tumbarse), chiporro (piel de cordero joven), malacara (caballo con pelo blanco en la cara), choro (mejillón), jetta (mal fario), victrola (fonógrafo eléctrico integrado en un mueble), cangrejera (pantano) y espinel (aparejo de pesca).
 
En suma, un libro de relatos lleno de sabor y autenticidad, que describe un mundo inhóspito, de mar bravo, tierras hostiles y hielo, escrito con mano maestra y sin contemplaciones. Muy bueno.
 
Francisco Coloane (Quemchi, 1910-2002) fue un escritor chileno. Hijo de un capitán de barcos balleneros y de una pequeña propietaria agrícola, nació en un palafito, sobre el agua. Empezó a trabajar muy joven, a la vez que estudiaba y publicaba sus primeras historias en la prensa regional. A los 19 años fue contratado como aprendiz de capataz de una estancia ganadera en Tierra de Fuego
 
Navegó por los mares australes durante su paso por la armada chilena, participó en prospecciones petrolíferas y fue parte de la primera expedición antártica de Chile. Vivió dos años en Pekín como corresponsal y colaboró en varios diarios y revistas. Sus experiencias le sirvieron para escribir 4 novelas, 6 volúmenes de relatos, 4 de crónicas y sus memorias en 2 tomos. Obtuvo una larga lista de premios y está considerado como uno de los autores chilenos más representativos del género de aventuras. 
 
Francisco Coloane
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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