Título: Vinieron como golondrinas Autor: William Maxwell
Páginas: 224
Editorial: LIbros del Asteroide
Precio: 16,95 euros
Año de edición: 2006
Esta flamante novela, con aire de clásico, sencilla en apariencia y de gran complejidad psicológica, gira alrededor de la figura de una madre de familia, un ama de casa dulce y eficaz. La describe de manera indirecta, través de la mirada de las tres personas que la rodean y forman su núcleo familiar: su hijo pequeño, Bunny, de ocho años; su hijo mayor, un adolescente en pleno crecimiento, y su marido, James. Para Bunny, su madre es un ángel que ilumina toda su vida y de la que depende emocionalmente. Para Robert es alguien a quien proteger; estamos a principios del siglo XX y la llamada gripe española ha llegado a la ciudad. Y para James, es su Norte, el centro y soporte de su vida, que se desmoronaría como un castillo de arena sin ella.
La novela, publicada originalmente en 1937, se divide en tres partes, cada una contada por un narrador omnisciente que se acerca a cada uno de esos tres personajes y nos presenta su punto de vista. La psicología de los tres está descrita de manera magistral, indirectamente y a través de lo que piensan y desean, con naturalidad y realismo. El lenguaje es sencillo, minimalista y la gracia del libro, en mi opinión, es que se describe muy bien la atmósfera que se vive en la familia, pero esa atmósfera es ligeramente diferente para cada uno de los tres protagonistas. Las relaciones familiares están recogidas maravillosamente bien y en profundidad, la relación de Bunny con su madre, la relación entre los dos hermanos, la relación con la tía Irene... todo un fresco, costumbrista y detallado, de una familia estadounidense de clase media en los primeros años del siglo XX.
El texto recuerda algo a William Saroyan, pero emplea muchas más descripciones de acciones cotidianos a bajo nivel de abstracción, lo que ayuda a tener la sensación de que nos hemos introducido en el hogar de los Morison, como testigos invisibles de su vida cotidiana. La historia que se cuenta tiene evidentes raíces autobiográficas y parece haber servido para que el autor reelabore el haber perdido a su madre a los diez años y también debido a la gripe española.
En fin, una novela estupenda, un clásico estadounidense, que nos demuestra que hay muchas maneras de practicar el realismo manteniendo la fidelidad a la realidad. Ésta es una de ellas. Leerla es toda una experiencia.
La traducción del inglés, que parece correcta y ajustada, es obra de la madrileña Gabriela Bustelo, filóloga, escritora, periodista y traductora, hija del político Carlos Bustelo, que ha publicado ya siete novelas. Esta edición viene acompañada de un estupendo prólogo del escritor boliviano Edmundo Paz Soldán (Cochabamba, 1967). El título está tomado del primer verso de un poema de Yeats: «Vinieron como golondrinas y como golondrinas se fueron...».
William Maxwell (Lincoln, Illinois, 1908-2000) fue un escritor y editor estadounidense. A los diez años perdió a su madre en la epidemia de gripe del 18, lo que marcó su obra. Estudió Literatura en las universidades de llinois y Harvard. Fue editor literario de The New Yorker durante 40 años, lo que le permiió trabajar y demostrar su liderazgo con una larga lista de escritores de primera línea. Eudora Welty dijo de él: «Para los escritores de ficción Maxwell era el General».
Publicó su primera novela a los 26 años. Escribió a lo largo de su vida seis novelas, nueve volúmenes de relatos, varios ensayos y unas estupendas memorias. Su obra ha tenido muy buena acogida entre crítica y público.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.