Autor: Marcel Schwob
Páginas: 208
Editorial: Miragüano
Precio: 11 euros
Año de edición: 1993
Llama la atención la frescura de estas historias, publicadas hace más de cien años, en 1892. Son veintiún relatos fantásticos, muy imaginativos, deslumbrantes, brillantes, con un lenguaje opulento, rico, lleno de símbolos y sofisticación. Aquí se mezclan el terror, la poesía, la ciencia-ficción, las referencias clásicas y la imaginación más desbordante.
Reyes, mitos, eunucos, ciudades imaginarias, héroes, leyendas, sueños... componen estas historias que parecen aludir a un pasado maravilloso o a un extraño futuro, pero siempre en el terrenode lo irreal. Un libro muy ameno, bien escrito, ideal para conocer a este autor, bastante olvidado, admirado por Borges, Gide, Faulkner y tantos otros.
Marcel Schwob (Chaville, 1867-1905) fué un escritor, crítico y traductor francés, de origen judío. Nació en una familia acaudalada, tuvo una buena educación y era un gran erudito, especialista en argots y un notable políglota.
Como escritor es un caso extraño, difícil de clasificar. Prefigura el simbolismo y se nota la influencia de Poe, pero tiene cierta originalidad que le hace parecer siempre como algo distinto y nuevo. De salud muy delicada, emprendió un viaje a Jersey, Samoa y visitó la isla en la que murió su admirado Stevenson. A la vuelta contrajo una gripe y murió, cuando tenía sólo 37 años. Está enterrado en el Cementerio de Montparnasse.
Como escritor es un caso extraño, difícil de clasificar. Prefigura el simbolismo y se nota la influencia de Poe, pero tiene cierta originalidad que le hace parecer siempre como algo distinto y nuevo. De salud muy delicada, emprendió un viaje a Jersey, Samoa y visitó la isla en la que murió su admirado Stevenson. A la vuelta contrajo una gripe y murió, cuando tenía sólo 37 años. Está enterrado en el Cementerio de Montparnasse.
Marcel Schwob
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario