lunes, 11 de noviembre de 2013

La peste - Albert Camus


Título: La peste
Autor: Albert Camus

Páginas: 352

Editorial: Edhasa

Precio: 9,95 euros 

Año de edición: 2010

El jueves de la semana pasada, el 7 de noviembre, Albert Camus habría cumplido 100 años, si no se hubiese muerto antes, claro. Un aniversario así es sólo casualidad, pero no viene mal aprovecharlo como excusa para recordar su impresionante trayectoria como novelista, ensayista, dramaturgo, pensador y periodista.

Fué un gran escritor y uno de los intelectuales que dió lugar al existencialismo, aunque a él no le gustaba ese nombre. Parece que defendía el derecho a no creer en nada, a reconocer el absurdo y el sinsentido de la vida y a partir de ahí, planteaba una ética basada en el humanismo y en la responsabilidad individual. Defendía la libertad radical del ser humano, que se define a partir de sus actos, y así resulta ser esencialmente responsable, sin depender de códigos externos. Fué galardonado con el Premio Nobel de Literatura a los 44 años, lo que le convierte en uno de los ganadores más jóvenes, o quizás el más joven.

El primer libro suyo que leí, en mi época de adolescente devoralibros, hace ya unos cuantos años, fué «La peste», en una edición de 1977 de la editorial Edhasa con un diseño de portada sobresaliente. Es una novela genial, espléndida, escrita con un estilo sencillo, que me impresionó profundamente. Un texto que respira sinceridad por los cuatro costados, autenticidad y una manera de contar las cosas que se sitúa por encima del tiempo y el espacio, que parece universal y aplicable a cualquier situación.

Publicada el 1947, cuenta una imaginaria epidemia de peste en los años 40 en la ciudad de Orán, inspirada en el cólera que azotó la ciudad en 1849, poco después de la colonización francesa. Aparece un amplio abanico de personajes, médicos, turistas, jueces, abogados... de manera que parece que la verdadera protagonista es la población de Orán, que se queda encerrada en cuarentena, y uno de los objetivos del texto, mostrar cómo reacciona la ciudad ante una plaga. 

Incluso el aparente protagonista, el doctor Rieux, sirve de observador y testigo de  cómo se comportan los oraneses. Aparece la solidaridad, la lucha desesperada y tenaz de la gente contra la terrible enfermedad, la cara más humana de la sociedad. Pueden verse muchos significados metafóricos de esta novela, sencilla en su forma pero profunda y compleja: la ocupación nazi y la resistencia, los estados opresores que suspenden las libertades, el hombre encerrado en el absurdo de la vida...

Portada de la edición de 1977 que leí hace ya unos cuantos años

El inicio es buenísimo, cuatro páginas en las que se describe cómo viven los habitantes de la ciudad antes de la plaga, qué les preocupa, en qué pasan el tiempo, que cosas les parecen importantes.
 
Una novela que me gustó mucho, que me impresionó y me descubrió un mundo de ideas completamente nuevo, de una fuerza tremenda. Desde entonces Camus es uno de mis escritores favoritos y creo sinceramente que vale la pena leer todo lo que escribió. Buscad, buscad sus libros, leedlos releedlos, pensad sobre ellos y dejaros conquistar por su encanto, porque son magníficos. Camus es uno de los grandes, sin duda, radical, valiente, sincero y con una calidad literaria inolvidable.

Albert Camus (Mondovi, Argelia, 1913-1960) nació en una familia de colonos franceses (pieds-noirs) dedicados al cultivo del anacardo  en la Argelia Francesa. Su madre, analfabeta y casi completamente sorda, era de origen mallorquín y le enseñó el español y el mallorquín, que Camus hablaba perfectamente. Al morir su padre en 1914, en la Primera Guerra Mundial, se trasladó con su madre a casa de su abuela materna, en Argel.

Toda su vida estuvo agradecido a sus primeros maestros, especialmente a Louis Germain, a quien dedicó su discurso de recogida del Premio Nobel, y a Jean Grenier que le inició en la lectura de Nietzsche. Estudió Filosofía, pero una tuberculosis le impidió presentarse al examen final.

Empezo a escribir desde muy joven, a los 19 años publicó sus primeros artículos y en 1937 fundó un grupo de teatro en Argelia. Se afilió al Partido Comunista pero al poco tiempo lo abandonó por serias discrepancias, como el Pacto germano-soviético y su apoyo a la autonomía del PC de Argelia respecto al Partido Comunista Francés.

Perseguido por su actividades políticas, tuvo que emigrar a París, donde fué corresponsal para «Paris-Soir», lector para la editorial Gallimard y dirigió la revista clandestina de la resistencia «Combat». Fué simpatizante del movimiento anarquista, apoyó activamente los movimientos antisoviéticos en la Europa del Este y finalmente fué miembro de la Fédération Anarchiste.

Murió en un accidente de automóvil llevando en el bolsillo del abrigo el manuscrito inconcluso de su última novela «El último hombre».

Albert Camus

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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