jueves, 22 de febrero de 2024

Días de invierno - Kajii Motojirō

 

Título: Días de invierno                                                                                                         Autor: Kajii Motojirō

Páginas: 224 pág.

Editorial: Cabaret Voltaire

Precio: 19,95 euros 

Año de edición: 2022

Pues sabréis que este curioso libro se compone de quince cuentos cortos, de unas diez páginas cada uno, escritos entre 1924 y 1930, la mayoría sin trama ni guion. Son simples estampas que describen un paisaje, un lugar, una situación o un suceso nimio. Y sin embargo, son maravillosos, funcionan; su lectura resulta muy agradable. Son historias simples, muy zen, llenas de delicadeza y encanto, que solo un escritor japonés, de la cultura de lo vacío, la sombra y la naturaleza, podría escribir de esta manera. Porque cada cuento parece un haikú, perfecto y evocador en su sencillez. Hay pasajes que invitan al lector a fijarse y observar la realidad con ojos nuevos, sin ideas preconcebidas.

Realmente, las historias que aquí se cuentan son endiabladamente triviales. Por ejemplo, uno trata de un enfermo bastante débil que se compra un limón y solo eso le hace feliz por un rato; otro cuenta la vida de las moscas de invierno, que sobreviven cerca de la calefacción de un hospital; el autor da un paseo por la montaña y va contando lo que ve; una reflexión sobre lo curiosas que son las orejas de los gatos; los pensamientos de un asistente a un concierto de piano o, el que es mi favorito, un hombre que pasea habitualmente de noche, aprende a adueñarse de la oscuridad, a disfrutar de ella y a amarla.

El relato más famoso es el titulado «El limón», que todavía se lee y se comenta habitualmente en los institutos del país; muchos estudiantes dejan un limón encima de los libros de Maruzen, una cadena de grandes almacenes, como hace el protagonista de esa pieza. Es un pequeño acto de provocación en un país extremadamente educado y formal, en el que el comportamiento en público está estrictamente pautado.

En realidad, lo que muestran estos textos es el mundo interior del autor-narrador, sus sensaciones, sentimientos, pensamientos y fantasías, de manera directa y sencilla, sin caer ni en el dramatismo ni en los excesos líricos, con una belleza asombrosa. Una tarea extremadamente difícil, solo al alcance de un poeta de mucho mérito. Están escritos, sobre todo los últimos, poco antes de su muerte por tuberculosis, así que también pueden leerse los paisajes urbanos que describe como una melancólica despedida de este mundo.

Un libro delicioso, delicado y poético, de uno de los autores más famosos y valorados de Japón, aunque solo escribió una novela, un puñado de cuentos y algunas poesías. Parte de la esencia del país nipón late en estas páginas. Un volumen de cuentos extraordinarios y peculiares, que me han encantado.

Esta obra ha sido traducida al alimón por Yoko Ogihara y Fernando Cordobés, traductores de más de 30 libros de Sōseki, Ōe, Dazai, Murakami y otros autores nipones.

Kajii Motojirō (Osaka, 1901-1932) fue un escritor japonés, conocido por sus poemas y relatos. Su padre trabajaba en el Centro de Transporte Yasuda de una empresa comercial. A los 23 años ingresó en la Universidad de Tokio para estudiar Literatura Inglesa. Siendo estudiante, le diagnosticaron una tuberculosis. Al año siguiente, fundó junto con varios compañeros la revista literaria Aozora, en la que publicó sus primeros relatos. 

Con sus estudios prácticamente finalizados, renunció a la graduación para internarse en un hospital para tuberculosos en la península de Izu con la esperanza de curarse. En esos años visitó al escritor Yasunari Kawabata, de quien se hizo amigo. Los dos jugaban al go varias veces por semana. 

En 1928 regresó al hogar paterno, pero no acababa de recuperarse. En 1931, sintiendo su muerte cerca, sus amigos publicaron su primer libro, una recopilación de relatos. En 1932 publicó su primera novela, titulada «Paciente despreocupado», y ese mismo año murió de tuberculosis. A pesar de lo poco que escribió, está considerado como uno de los mejores escritores de su país.

Kajii Motojirō

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario