viernes, 16 de febrero de 2024

El psicópata - Vicente Garrido


Título: El psicópata                                                                                                                Autor: Vicente Garrido                            

Páginas: 310 pág.

Editorial: Círculo de lectores

Precio: 9,48 euros 

Año de edición: 2000

Los psicópatas se han convertido en personajes célebres de la cultura popular. Cuando pensamos en ellos se nos viene a la cabeza el asesino en serie: un tipo aparentemente normal que en secreto comete los crímenes más aberrantes sin experimentar ningún sentimiento de culpa. Pero si la mayoría de los asesinos en serie son psicópatas, la mayoría de los psicópatas no son asesinos en serie. De hecho, ni siquiera son criminales, aunque su potencial delictivo sea muy grande. De deshacer los equívocos sobre qué son y quiénes son los psicópatas se ocupa el profesor Vicente Garrido en este interesante libro titulado sencillamente así: «El psicópata» (2000).

En primer lugar, el autor deja claro lo que los psicópatas no son. Un psicópata no es un loco. Los locos o psicóticos pueden cometer los actos más brutales, pero en general son inimputables, ya que están fuera de la realidad. El quebradizo Norman Bates, inolvidable protagonista de «Psicosis», no es un psicópata, sino un enfermo mental grave con doble personalidad que diseca a su señora madre. Los psicópatas tampoco son neuróticos dominados por la ansiedad o miedos irracionales. Un psicópata casi nunca es un terrorista o un delincuente profesional. Los psicópatas son narcisistas, pero la gran mayoría de los enamorados de sí mismos no son psicópatas. Bien, sabemos lo que no es un psicópata. Entonces, ¿qué diablos es un psicópata?

Vicente Garrido indica que siempre han existido criminales desconcertantes. Personas que de la manera más absurda cometen delitos terribles, sin sacar de los mismos un beneficio tangible o experimentar sentimientos de culpa. Un psiquiatra francés decimonónico habló de «locura sin delirio» al referirse a estos sujetos. En el siglo XX, se fue acotando el terreno, hasta que finalmente se publicó en 1941 el gran libro del doctor Hervey Cleckey «La máscara de la cordura», fundamental para establecer las características de los psicópatas. Se trata de sujetos con un cierto encanto superficial, pero carentes de emociones, que siguen una implacable lógica egocéntrica y depredadora: aprovecharse de los demás. Solo existen ellos. Los otros son medios para satisfacer sus fines, a menudo perversos. Además del pionero Cleckey, otro gran especialista en psicópatas es el médico canadiense Robert D. Hare, autor del magnífico libro «Sin conciencia» (2003).

El psicópata es un imbécil moral, pero no es tonto. A menudo es inteligente. Posee una gran capacidad de engaño y manipulación. Su peligrosidad es muy grande. En buena medida, la psicopatía es un desorden de la personalidad de raíz genética, aunque el entorno y la educación lo puedan exacerbar o mitigar, según los casos. Pero el psicópata nace más que se hace. Es un camaleón, un parásito incapaz de guiarse por un criterio moral, como hacemos la gran mayoría de los mortales. El psicópata no quiere a nadie, no cree en nada y únicamente busca satisfacer impulsos casuales que no llevan a ningún sitio (o a la cárcel). 

Convivir con uno de estos seres es una verdadera pesadilla. Ellos están bien haciendo el mal. No sufren delirios, alucinaciones o pesares. Viven al día. No entablan lazos emocionales reales con nadie, ni siquiera con sus familiares más directos (lo que los diferencia radicalmente de los criminales no psicópatas, que fuera de sus negocios o de sus causas pueden ser tipos normales y hasta agradables). El psicópata es un lobo estepario. Un solitario. 

El libro de Garrido es de lectura apasionante. Está bien escrito y organizado. Se aprende mucho con él. Resulta más discutible cuando atribuye posibles psicopatías a personajes tan variopintos como Luis Roldán, el Dioni, Eichmann, Picasso o el banquero Morgan. El mismo Garrido señala que podrían serlo por su comportamiento, pero que se necesitaría estudiarlos a fondo para llegar a semejante conclusión. Evidentemente, un sinvergüenza carente de escrúpulos no tiene forzosamente que ser un psicópata. Tampoco alguien violento. O un mentiroso patológico. La psicopatía tiene sus grados, como otros desórdenes mentales.  

Adolf Eichmann, por ejemplo, era un probo funcionario alemán con una vida familiar normal y corriente, aunque careciera de empatía. Era además un tipo obediente. Quizá su culpa fuera su obediencia, más que la psicopatía, como él mismo admitió en Jerusalén. Resulta más interesante el análisis que hace Garrido de Meursault, inquietante protagonista de «El extranjero» (1942) de Albert Camus. Meursault es un tipo vacío que comete un crimen de manera no premeditada, y aceptado luego su ejecución como una consecuencia obligada y natural. No se inmuta ante su suerte. Es frío y objetivo. No experimenta odio, amor, miedo, desesperación o furor. Se deja llevar como un barco a la deriva. Una especie de psicópata pasivo. 

En definitiva, disfruten de este libro, que además es útil como manual de autoayuda, porque hay mucho lobo suelto por ahí.

Vicente Garrido Genovés
 
Vicente Garrido Genovés (1958) es valenciano, criminólogo y doctor en psicología. También es profesor en la Universidad de Valencia. Asesor de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias en varias ocasiones, confeccionó el programa para delincuentes sexuales que actualmente se sigue en diversas prisiones españolas. Experto en la técnica del perfil criminológico (colaboró en la captura del asesino en serie Joaquín Ferrándiz), ha dirigido y escrito numerosas publicaciones sobre su especialidad. Vicente Garrido es también un conocido divulgador, que colabora habitualmente en los medios de comunicación. El Ministerio de Justicia le otorgó en 1999 la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort.

Publicado por Alberto. 

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