domingo, 8 de abril de 2012

¿Por qué no me he comprado aún un libro electrónico?


Pues no, todavía no me he decidido a comprarme uno. Y eso que estoy convencido de que es una opción cómoda, práctica y útil de leer libros. Creo de verdad que la mayoría de los lectores acabaremos alternando los dos soportes, el libro electrónico y el libro en papel, porque los dos tienen su espacio y su momento. Además, los que me han dejado manejar me han parecido estupendos y los hay a precios muy razonables. Pero, a pesar de todo, todavía no tengo uno.

El pasado jueves, EL PAÍS publicaba un artículo sobre la todavía escasa aceptación de los libros electrónicos de pago en España, pero no analizaba en profundidad las causas. Allí se cuenta que sólo un 13% de los internautas españoles ha pagado por contenidos para libros electrónicos, un 8% declara no saber que eso es posible y un 79% conoce perfectamente esa opción, pero todavía no ha desembolsado un céntimo. Mientras que otros aparatos, como los portátiles, las consolas o los móviles, están ya por todas partes, los e-book no acaban de cuajar. No soy el único que se resiste ¿Por qué será?

Pues para mí el principal motivo es el precio exagerado del contenido. Nos quieren vender los libros electrónicos casi al mismo precio que los analógicos y convertir casi toda la diferencia de coste en beneficio. Para ser un poco objetivo he hecho un pequeño estudio en Amazon, el portal más populares que vende e-libros y he visto que:

      De 0 a 5 euros hay 76.515 títulos
      de 5 a 10 euros    163.170
      de 10 a 20 euros  266.833
      de 20 a 50 euros  195.561 
      a más de 50 euros 44.099 

es decir, que la mayoría de los títulos (el 89,7%) se venden a más de 5 euros y el precio medio ponderado es de unos 17 euros, cuando un libro en papel cuesta unos 20 euros, es decir aproximadamente un 85% del precio en analógico. 

Si el porcentaje tradicional del precio de un libro que es para el autor es el 10%, en el mejor de los casos, y suponemos un beneficio del 50%, habría que sumar otro 10%. Así que teniendo en cuenta que se ahorra la impresión, la encuadernación, el transporte, la distribución y lo más caro, el almacenamiento, que no hay stock sobrante y que las reimpresiones salen gratis, un precio razonable para el libro electrónico sería un 20% o un 30% como mucho del precio del libro en papel. Todo lo que sea intentar vender un libro que cuesta 20 euros a más de 4 o 6 euros en formato electrónico creo que es un abuso.

Parece que no se está teniendo en cuenta la economía de la cola larga. Como la red permite interactuar por primera vez con un mercado potencial enorme, como 500 millones de hispanohablantes, sin casi coste, un pequeño porcentaje de beneficio puede generar ganancias gigantescas.

Por otro lado, un efecto perverso de mantener los precios artificialmente altos es que los libros, y la cultura en general, no llega con la facilidad que debiera a los países más desfavorecidos. Muchos lectores no se pueden permitir gastarse 17 euros en un libro, pero probablemente sí que podrían desembolsarse unos pocos euros.

Me parece que los negocios especulativos, que mantienen precios altos y se olvidan de los costes reales y de la famosa ley de la oferta y de la demanda, crean burbujas económicas, negocios inestables que, antes o después, estallan y generan paro, grandes pérdidas y cracs.

De hecho lo que está ocurriendo en muchos casos que conozco, es que la gente que se compra un ebook con la idea de ser legal, comprarlo todo y no piratear, al ver el precio que pretenden cobrarle por cada libro y las políticas comerciales en boga, acaba liándose la manta a la cabeza y copiándolo todo. Tal parece que la industria editorial está repitiendo uno por uno los errores que ya cometieron la industria discográfica y la del cine. Véase por ejemplo la historia de aquel al que Morgan Freeman convirtió en pirata

Morgan Freeman en «Robin Hood, príncipe de los ladrones» (foto Warner Bross)

Así que tengo la sensación de que las editoriales están quemando el mercado, vamos, matando la gallina de los huevos de oro. Es muy posible que los lectores se estén acostumbrando a piratear libros electrónicos y cuando las editoriales quieran reaccionar y venderlos a precios razonables ya nadie quiera comprarlos.

Ya a finales de 2010 se desencadenó una polémica negociación entre Amazon y la editorial MacMilan. Amazon quiso imponer un precio único (en mi opinión todavía exagerado) a los libros electrónicos de 9,99 $, mientras que la MacMilan pretendía mantenerlos a 14,99 $. Amazon retiró de su tienda todos los títulos electrónicos de esa editorial, que contraatacó explicando sus necesidades para «salvar la salud del ecosistema de los ebook» y finalmente Amazon cedió (aquí podéis leer toda la historia). Me imagino que otras editoriales habrán tomado buena nota y libros que se venden a 26 $ en papel, se ven en Amazon a 14,49 euros en versión electrónica.

Las cosas están cambiando, Amazon ha empezado a contactar directamente con los autores para evitar la intermediación de las editoriales (véase aquí la noticia) desde finales del 2011. Y J. K. Rowling ha empezado a vender directamente en su página web (actualmente en mantenimiento) los libros de Harry Potter a 5,99 $.

Y por último, tenemos el problema de una oferta raquítica. El sector editorial es una cosa muy extraña, los libros tienen una vida media en las librerías muy corta, de menos de unos cinco años como mucho. Los libros editados hace diez años a menudo son inencontrables y en muchos temas, el mejor libro está agotado. Yo creía ingenuamente que eso iba a cambiar radicalmente con los libros digitales, pero que vá. Si hacéis la prueba de buscar títulos que os interesan veréis qué chasco os lleváis; se encuentran algunos clásicos, bastantes superventas y todas las novedades, pero ¿Dónde está todo lo demás?

En fin, que me parece que no me compraré un e-book hasta que el precio del contenido no sea más razonable. Mientras tanto, me quedan las bibliotecas.

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

7 comentarios:

  1. Por otro lado, prece que España arrastra además algunos déficits estructurales importantes en cuanto a oferta cultural. Los libros son unas seis veces más caros que en otros países, como Reino Unido, (http://centrodemadrid.wordpress.com/2010/12/30/el-precio-de-la-cultura-en-espana-comparativa-entre-los-precios-de-los-libros-en-espana-y-en-el-reino-unido/) y las bibliotecas españolas ofrecen en torno a 1 libro por habitante de media, cuando la UNESCO recomienda el doble, 2 libros por habitante. Especialmente triste es el caso de la Comunidad de Madrid, que se acerca a la mitad de la media nacional y ofrece tan sólo 0,57 libros por habitante (http://www.bibliotecaspublicas.info/colec_bp/coleccion/informe/ec03_01.htm).

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  2. Estoy muy de acuerdo con tu análisis y , de momento ,tampoco
    tengo intención de comprarme uno.Quería darte las gracias por tus comentarios de libros que te gustan y que gracias a ellos ,otras personas también disfrutamos.Aprovecho para aconsejarte una novela que acabo de leer y que me ha gustado mucho"Yo confieso" de Jaume Cabré.Saludos, Pilar

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  3. El cálculo de costes de poner un libro físico en el mercado que has hecho en el artículo no refleja bien la realidad: ¡ya les gustaría a las editoriales beneficios del 50%! Por otra parte, un 10% de derechos de autor no es "el mejor de los casos": los autores consagrados con buenas ventas obtienen mayores márgenes, y las ediciones por debajo del 10% se tratan de tiradas con un muy buen número de ventas asegurado (colecciones de quiosco, por ejemplo).

    Además, cuentas los ahorros que supone la edición electrónica, que son evidentes, pero no sus costes, que también los hay. En resumen, considero que el baremo que das para el libro-e, de un 20 a un 30& del pvp de un libro físico, tira excesivamente a la baja. Es por eso que el libro-e, en la mayoría de los casos, no compensará como compra a un lector al que de verdad le interesan sus contenidos, sobre todo si los va a consultar frecuentemente (a no ser que se trate de obras de narrativa, que normalmente se leen una sola vez, o de referencia y consulta, en los que un sistema informático de bases de datos que permita búsquedas de contenidos es obviamente una gran ventaja).

    Por otra parte, sobre lo que dices en tu comentario en torno al pvp de los libros en España comparado con el del Reino Unido, has de tener en cuenta que allí desde finales de la década de 1980 rige el precio libre, frente al precio fijo de España (y de la mayor parte de los estados no anglosajones) como protección de la industria editorial y de los derechos de autor. En el Reino Unido, como consecuencia de la liberalización del pvp, han cerrado la mayor parte de las editoriales pequeñas e independientes, con la consecuente reducción de la oferta de libros, fundamentalmente de los que no tengan un mínimo de ventas aseguradas, el dominio de los grandes grupos editoriales y el best-seller, la reducción temporal del ciclo del libro como mercancía, con la consiguiente descatalogación del libro de fondo, la reducción del número de autores publicados, la reducción de los beneficios derivados de derechos de autoría y la quiebra de la mayor parte de las librerías independientes dedicadas a lanzamientos en favor de las cadenas, que sí pueden soportar las leoninas condiciones que imponen en sus márgenes los grandes grupos editoriales (además de ir hacia una edición de mínima calidad, en comparación con la buena calidad media de mayoría de las ediciones en España). En compensación, se ha propiciado un importante mercado de libro de lance y ocasión y de segunda mano, pero no cuentan en las estadísticas de ventas editoriales.

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  4. Hola, Pincho:

    Puede que tengas razón, yo no conozco mucho el negocio editorial. Pero me parece evidente que el libro electrónico debería ser mucho más barato que el de papel. El precio medio que se puede calcular en Amazon es ahora de 17 euros y el precio medio del libro en papel en el 2010 fué de 12,67 euros, según datos de la Federación de Gremios de Editores de España (véase http://www.federacioneditores.org/SectorEdit/DatosEstadisticos.asp), lo que completamente incomprensible.
    Que el ahorro en impresión, almacenaje, etc. ha servido para aumentar beneficios, no me lo invento yo, se dice en la red (véase http://img.actibva.com/2012/04/infografia-coste-libros-v2.jpg) y yo no he visto réplica alguna.
    Según los datos que circulan el precio del e-libro debería bajar casi un 40%, yo creo que incluso algo más.

    Y de verdad que conozco autores que cobran el 5 y el 7% de las ventas de sus libros, el 10% suele ser el tope máximo y porcentaje superiores los cobran una élite de escritores que venden muchísimo (Mario Vargas Llosa, John Grisam y los autores de grandes superventas).

    En fin, que lo siento, pero no me convences. Grandes bloqueros, como Enrique Dans, opinan que las editoriales están repitiendo uno por uno los errores cometidos por la industria discográfica:

    http://www.enriquedans.com/2010/02/todo-necio-confunde-valor-con-precio-la-guerra-de-los-ebook.html

    Por cierto, yo soy un lector compulsivo y ¿tú a qué sector perteneces? Porque lo de Pincho no me orienta mucho.

    De todos modos, gracias por tu comentario, la polémica siempre es estimulante.

    Salud y libros

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  5. Me considero un lector ávido, y siempre me ha gustado la sensación del líbro analógico, notar su peso, pasar las páginas, y ver los que he leído en la estantería. Alguna vez he visto alguno que recordaba con agrado, y lo he abierto al azar para recordar el estilo del autor. Son cosas que no se pueden hacer igual con un libro electrónico, y durante mucho tiempo no le vi el sentido a adquirir uno.

    Recientemente, sin embargo, he acabado adquiriendo uno con la intención de poder leer más en otros idiomas. No es fácil encontrar libros en otros idiomas si no se tratan de grandes éxitos de ventas, o clásicos de toda la vida. Y conseguir uno de una biblioteca pública (cuando uno quiere mirar si el autor recomendado realmente merece la pena el desembolso económico) es a veces una tarea imposible.

    Así que consideré que el libro electrónico ayudaría a resolver dicho problema. Y por supuesto, que el precio de las ediciones digitales sea más barato nunca es algo malo.

    Lamentablemente, coincido con Antonio que los precios de varios libros digitales son todavía demasiado elevados. En algunos casos, he visto como las ediciones electrónicas de un reciente bestseller eran más caras que su correspondiente edición analógica (que alguien me explique eso), y en varios más la supuesta rebaja era despreciable. Y tal y como mencionaba Antonio, considerando que impresión, encuadernación, transporte y almacenamiento no son aplicables a las ediciónes digitales (al menos en igual medida que las analógicas), los precios deberían ser claramente más reducidos.

    Quizás un 20-30% del PVP sea demasiado poco, sobre todo si queremos una calidad elevada (por ejemplo, que no haya números de página en medio del texto, que hay algunos...), pero actualmente el precio del libro digital es elevado, y debería reducirse.

    Eso si, el libro electrónico me ha permitido acceder a una ingente cantidad de clásicos de la literatura, en múltiples idiomas y a precios muy asequibles. Al mismo tiempo ha abierto el campo a muchos escritores que han publicado ellos mismos sus libros, varios de los cuales no habrían tenido posibilidad de publicar a través de las grandes editoriales.

    Así que creo haber hecho bien en no esperar más para haber comprado mi libro electrónico.

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  6. Gracias, Parmacenda, por el comentario. Estoy de acuerdo contigo, aunque no me haya decidido todavía.
    Sin embargo, estoy intentando informarme bien sobre costes de libro en papel y digital, ya os diré si me entero de algo más.

    Salud y libros

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