Título: Sobre la muerte de un perro Autor: Jean Grenier
Páginas: 120
Editorial: Periférica
Precio: 10 euros
Año de edición: 2022
Jean Grenier fue un conocido y prestigioso filósofo, especializado en Estética, sensible e inteligente, que dedicó dos libros a sus animales de compañía: Las islas (1933), un libro de viajes por islas reales e imaginarias en memoria de su gato y el que nos ocupa, publicado en 1957, en memoria de su fiel perro, Taïaut.
El autor recuerda la figura de su compañero cotidiano y desgrana una serie de reflexiones numeradas sobre su perro, 90 en total, de un párrafo cada una, que parecen aforismos extendidos y elaborados, en los que trata temas como la lealtad, la libertad, la capacidad de expresar cariño, el dolor de la muerte, la alegría de estar vivo, la gratuidad del amor, la complicada belleza de la naturaleza, la sustancia de los recuerdos. Son textos suavemente melancólicos, escritos durante el año 1955, después del fallecimiento de su querido Taïaut. Un bellísimo breviario, poético, intimista y profundo, en el que elabora el duelo por la pérdida de su mascota y aprovecha para meditar sobre muchos temas relacionados con ese binomio tan peculiar que forma una persona con su perro. Los textos combinan un delicado lirismo, que se deja empapar por los sentimental, con visiones certeras y reflexiones agudas sobre los más variados aspectos.
Por cierto, Taïaut es un nombre de perro curioso. Se trata de una palabra que es un grito de caza, una consigna que dicen los cazadores cuando ven a la pieza que están acechando o persiguiendo. Es una palabra muy extendida, que ha pasado al inglés como tally-ho, se emplea mucho en la caza del zorro y se ha extendido a otros ámbitos, como el de los controladores aéreos, los pilotos de caza o incluso las comunicaciones en la NASA, como exclamación cuando se ha avistado algo largamente esperado. Su origen es francés y parece que procede del siglo XIII y significa «ha salido del matorral».
Volviendo al libro, vale la pena recordar algunas de las frases que me han llamado la atención: «Parece que, cuando podemos volver a un país en el que ya hemos estado, algo nos protege de la mala suerte», «Pienso en la costumbre, aún vigente en varios países, de dejar de usar la habitación en la que ha muerto un familiar», «Cuando procuramos una muerte brusca a quien amamos ¿lo hacemos para abreviar su sufrimiento o para aliviar el nuestro?», «Aún ahora, desearía que me molestara en la habitación en la que escribo», «Me gustaría ser puro corazón, como un perro», «¿Conoceríamos el dolor si no hubiésemos conocido la alegría?», «A veces, creemos vivir, cuando lo único que hacemos es sobrevivir», «¿Por qué los animales no han de tener un alma eterna, como nosotros?».
En fin, una hermosa elegía, un monumento hecho de palabras en memoria de un perro que le sirvió de fiel compañero un buen número de años. Una obra emocionante, amena, de las que nos hace pensar, queramos o no queramos y con la que, los que hemos tenido animales de compañía, sentimos en nuestro interior resonancias de esas relaciones y lo que significaron para nosotros. Un texto muy especial, conmovedor y sugerente como un poema.
La traducción del francés es obra de la malagueña Laura Salas Rodríguez, traductora polivalente desde 2008 que vive en Atenas.
Jean Grenier (París, 1898-1971) fue un filósofo y escritor francés. Creció en Bretaña, donde conoció a Louis Guilloux, Edmond Lambert y Max Jacob. Estudió Filosofía e inició su carrera docente en el Instituto Francés de Nápoles. Luego fue profesor de Filosofía en Argel, tuvo a Albert Camus como alumno y ambos pensadores se hicieron muy amigos. También fue profesor en Alejandría y en El Cairo, donde conoció a una larga lista de intelectuales franceses. Finalmente, obtuvo una Cátedra de Estética en la Sorbona. Siempre estuvo muy interesado en el arte abstracto.
A lo largo de su vida, colaboró en varias revistas de arte y literatura, y publicó más de 60 libros, la mayoría, ensayos sobre los más variados temas.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario