Título: La muerte en sus manos Autora: Ottessa Moshfegh
Páginas: 232
Editorial: Alfaguara
Precio: 18,90
Año de edición: 2021
«Se llamaba Magda. Nadie sabrá nunca quién la mató. No fuí yo. Este es su cadáver». Con esa potencia, directa y resuelta, empieza esta original novela, que renueva y cambia completamente el género del thriller. Ese texto es el mensaje que encuentra escrito en un papel, en medio del bosque, una viuda ya mayor, que vive en una cabaña solitaria al borde de un lago, con su perro Charli y echa de menos de manera terrible a su marido que ya no está, Walter.
Eso son los mimbres con los que Moshfegh inicia una peculiar aventura literaria en la que la intriga de qué crimen se habrá cometido, incluyendo quién y cómo, se transforma poco a poco en la intriga de qué tipo de libro tenemos entre las manos, porque oscila entre el suspense del posible asesinato ya mencionado, una autorreflexión lírica y profunda sobre alguien que convive y habla con la memoria de su marido, el diario de una mujer mayor que vive sola y recuerda su vida, y la duda permanente de si se le está yendo o no la cabeza.
Entre esos polos se mueve este texto brillante y muy bien armado, con una estructura bien diseñada, plagado de ambigüedades y sugerencias, lleno de creatividad, extraño y muy divertido. Hay toda una galería de personajes, como el policía el tendero del colmado cercano, los vecinos... que vistos a través de los ojos de la protagonista adquieren cualidades un poco especiales. El desarrollo de la trama es sorprendente, sigue métodos poco ortodoxos y da varios giros que reorientan toda la historia, pero todo adquiere sentido y se coloca en su lugar en el inesperado e impactante desenlace.
Una novela con una estructura magistral, en la que la imagen que nos da de su marido Walter la viejecita recorre todo un arco y evoluciona de manera inesperada, y la propia protagonista, también.
El lenguaje es eficaz y envolvente, está al servicio de la historia y prácticamente no se nota el estilo con que escribe esta mujer, lo cual es seguramente lo mejor que se puede decir de una manera de redactar. Hay escenas estupendas, como los intentos de la buena mujer, llenos de inocencia y poca pericia, por usar Internet en una biblioteca pública.
Una novela única, muy recomendable, de una novelista a la que hay que seguir, porque es muy original, tiene mucha literatura en las venas y un montón de cosas que decir. Excelente.
La traducción del inglés, tersa, suave y bien engrasada, de manera que el texto se desliza sin ningún tropiezo, es de Inmaculada C. Pérez Parra.
Ottessa Moshfegh (Boston, 1981) es una escritora estadounidense. Hija de madre croata y de padre iraní de familia judía, ambos músicos y profesores en el Conservatorio de Nueva Inglaterra, Ottessa aprendió de niña a tocar el piano y el clarinete. Se graduó en Literatura en la Universidad de Brown y disfrutó de una beca Stegner de dos años en la Universidad de Stanford.
Ha estado en China, enseñando inglés y trabajando en un bar punk, y en Nueva York trabajando para Overlook Press y como asistente personal. Colabora en The Paris Review desde 2012 publicando relatos. Su su primera novela, «McGlue», apareció en 2014, a los 33 años, con la que ganó el Fence Modern Prize in Prose y el Believer Book Award. Con su segunda novela «Mi nombre era Elleen» (2015) consiguió el Hemingway Foundation/PEN Award y ser seleccionada para el Premio Booker.
Ha publicado hasta ahora 4 novelas, 18 relatos y 3 ensayos. Ha conseguido un total de 8 premios y está considerada como una de las novelistas estadounidenses más interesantes de la última generación.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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