Título: Fiesta en una botella Autor: John Collier
Páginas: 200
Editorial: Contraseña
Año de edición: 2011
Este libro reúne una selección de 15 de los mejores relatos del autor, un influyente y consumado cuentista en inglés poco conocido por estos lares, publicado en The New Yorker entre 1931 y 1951. Son textos de extensión media, unas 11 páginas por relato, escuetos, juguetones, fantásticos, con un sentido del humor ligeramente negro y un punto de crueldad. Son historias originalísimas, redactadas en un lenguaje sencillo y transparente como el cristal, que nos recuerdan a los relatos de Roald Dahl y a los de Saki, y la verdad es que resisten perfectamente la comparación. Están a la altura de los cuentos de esos dos maestros y evidencian que John Collier es un autor muy potente en las distancias cortas. Yo no lo conocía y ha sido para mí un auténtico descubrimiento.
Un genio muy astuto, capaz de dar celos a su amo y señor desde el interior de su botella; el suspense de la historia de un doctor que se ha casado precipitadamente y al que le gustaría deshacerse de su joven esposa; un poeta que se refugia en unos grandes almacenes y encuentra allí a toda una comunidad de indigentes instalados; un padre demasiado diligente con una hija un poco alocada; una pareja de enamorados obsesionados con los seguros de vida; una esposa muy eficiente a la que resulta extremadamente difícil asesinar; un chico ambicioso que quiere salir adelante y su tío, millonario y agonizante; un padre de familia numerosa que no puede hacer nada sin que se enteren todos en casa, ni siquiera un asesinato; un diplomático poco considerado que se carcajeaba del famoso truco indio de la cuerda; una adivina que busca un buen matrimonio echando las cartas; un joven poco atractivo al que el diablo ayuda a ligar; un anciano que vende elixires de propiedades mágicas.. así son los personajes que animan estas fascinantes y divertidas historias.
Son textos ingeniosos, punzantes, irónicos y despiadados con sus protagonistas, pero terriblemente entretenidos. La mayoría acaba con una sorpresa, un giro inesperado del destino. Si hay alguna moraleja en estas historias podría ser que bastante difícil es manejarse en la vida sin meterse en líos, y que frecuentemente si uno intenta cometer un delito y vengarse así del destino, éste reacciona con una respuesta en forma de duro desengaño. Aunque a veces, ironías de la suerte, hay quien se encuentra por casualidad con las circunstancias más propicias para cometer una buena fechoría. Sorpresas que da la vida.
El caso es que se trata de un libro de relatos geniales, buena muestra de un autor con mucho oficio, que sabe lo que hace, admirado por grandes figuras de las letras, que vale la pena conocer y disfrutar. Creativo, muy original y un poco gamberro. Muy apropiado como ejemplo para jóvenes escritores que quieran dominar los cuentos breves y contundentes. Una buena lectura de verdad. Os lo recomiendo.
La traducción del inglés original, impecable y eficaz, es obra del escritor zaragozano Daniel Gascón, licenciado en Filología Hispánica y en Filología Inglesa, colaborador habitual de El País y director de la edición española de la revista cultural Letras libres. Esta edición incluye un acertado prólogo de Fernando Iwasaki y un estupendo postfacio de Ray Bradbury.
John Collier (Londres, 1901-1980) fue un escritor y guionista británico. Su padre, un oficinista, no se podía permitir darle una educación de calidad, y lo educó en casa su tío, un novelista menor, Vincent Collier. Lector precoz, a los tres años se quedó prendado de los cuentos de Andersen y conservó toda su vida un interés especial por las historias fantásticas.
A los 18 años le dijo a su padre que quería ser poeta y durante los siguientes 10 años tuvo que sobrevivir con las 2 libras a la semana que le pasaba su padre más lo que ganaba escribiendo reseñas literarias y como corresponsal cultural de un periódico japonés. A los 29 años comenzó a publicar relatos en el The New Yorker y a los 34 años se instaló en Hollywood e inició una brillante carrera como guionista de cine y televisión. Suyos son los guiones de muchos capítulos de la serie Hitchcock presenta.
Estuvo casado tres veces, las dos primeras con sendas actrices, Shirley Palmer y Beth Kay, de las que se divorció, y finalmente, se casó con Harriet Hess Collier, 18 años más joven que él, que no era actriz y le sobrevivió. Murió de un derrame a los 79 años y en sus últimos años dejó escrito: «A veces me asombra que un escritor de tercera categoría como yo haya podido hacerse pasar por un escritor de segunda categoría».
No hay comentarios:
Publicar un comentario