jueves, 26 de octubre de 2017

Fábulas - Italo Svevo


Título: Fábulas
Autor: Italo Svevo
 
Páginas: 113
 
Editorial: Gadir 
 
Precio: 15 euros 

Año de edición: 2008

Este volumen reúne todas las fábulas, la mayoría inéditas, que escribió este autor germano-italiano a principios del siglo XX, con el aliciente de estar ilustradas por el genial dibujante valenciano Pablo Auladell, que conectan con tino con la esencia de estos cuentos. Son veinticinco textos protagonizados por hombres y animales, cinco sobre Zeno y dos un poco más largas, «Historias de alas» y «Argos y su amo».

Se trata de cuentos muy escuetos, que entran perfectamente en el concepto clásico de fábulas, relatos cortos protagonizados por animales humanizados en los que se utiliza la metáfora y suele haber una intención moralizante.

Pero hasta ahí llega el parecido con los clásicos, porque Svevo retuerce el género, lo moderniza y convierte estos apólogos en relatos algo surrealistas, a veces hasta misteriosos, de significado oscuro y simbólico, inteligentes, agudos, con un toque de humor absurdo, agridulce, misántropo, con algunas gas de crítica social.

En algunos se nota la influencia del psicoanálisis, que interesó mucho a este triestino universal. Todas están muy bien, pero me quedo con «El testimonio de los animales en el juicio del hombre», en el que todos sorprenden por la opinión que tienen del ser humano. Para saber de qué estamos hablando, aquí os dejo una muestra: 

«Un pajarito advirtió que la puertecita de su jaula había quedado abierta. Al principio, pensó en aprovechar para escapar volando, pero después cambió de opinión temiendo perder su libertad, si, durante su ausencia, volvía a cerrarse la puertecita».

Un buen conjunto de minirrelatos, joyas en miniatura que sirven de muestra para conocer a un autor muy peculiar, diferente, que no se parece a ningún otro, extraño, simbólico, penetrante y con un humor muy especial, conectado con el humor del absurdo centroeuropeo.
                  
Italo Svevo

Aron Hector Schmitz (Trieste, 1861-1928), más conocido por su pseudónimo Italo Svevo, fué un escritor italiano, hijo de un comerciante austríaco, judío y germanohablante, y de una madre italiana, también judía.

Sus padres le enviaron muy joven a Baviera para perfeccionar su alemán, entonces considerado indispensable en el mundo de los negocios. Allí estuvo cinco años, en los que se leyó todo Shakespeare, Jean Paul Richter, Turguénev y otros autores rusos. A su regreso, quebró la cristalería de su padre y entró a trabajar en un banco triestino como encargado de la correspondencia en alemán y francés.

En sus ratos libres se dedicó a devorar los clásicos rusos y a escribir. Comenzó a publicar artículos sobre los más variados temas en «El Independiente» y en 1892 su primera novela, que fué un fracaso editorial, con un seudónimo Italo Svevo, que trataba de aunar sus dos culturas: italiana y alemana.

Conoció a James Joyce, exiliado en Trieste, con el que surgió una amistad y una interesante colaboración literaria. Se leían mutuamente sus escritos y Joyce le animó a traducir al francés sus obras y a enviarlas a los críticos franceses, con lo que consiguió al fin ser reconocido y valorado. Murió atropellado por un coche.
                
Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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