miércoles, 18 de octubre de 2023

Tres veranos - Margarita Liberaki

 

Título: Tres veranos                                                                                                             Autora: Margarita Liberaki
 
Páginas: 328

Editorial: Periférica

Precio: 20,50 euros
 
Año: 2022

Esta novela, escrita en 1945, cuando la autora aún no tenía 30 años, tan refrescante, divertida y bien escrita, me ha encantado y me ha servido para regresar mentalmente al reciente verano, recordar varias vacaciones vividas a lo largo de mi vida y pasar unas horas de muy agradable lectura.

«Aquel verano nos compramos unos enormes sombreros de paja», así empieza este libro, con una frase que define el tono y el tema a desarrollar: la vida de tres hermanas, tres niñas, Infanta, María y la narradora, Caterina, que irán creciendo a lo largo de los tres veranos en la casa familiar que cubre la obra. Tres largos veranos de los de antes, de tres meses o incluso más, en los que las hermanas irán conociendo cómo son los chicos, la naturaleza, las relaciones familiares y las historias de la abuela polaca, una mujer poderosa, de ojos verdes y mucho carácter, que dejó plantado al abuelo y su prole para ir a conocer mundo.

El texto es relajado, veraniego, ligero y fresco, con un tono que nos hace recordar inevitablemente los veraneos de nuestra infancia, que ahora nos parecen, como dice la autora, perfectos y melancólicos. El estilo es rápido, descriptivo y tajante como las opiniones de una adolescente, colorido y lleno de vida. Un narrador omnisciente y la voz de la hermana pequeña, Caterina, se alternan de manera fluida, de manera que el lector casi ni se da cuenta. Poco a poco vamos conociendo a los miembros de la familia, la tía Teresa, pintora solitaria marcada por una desgracia, el tío Ayisílaos, inocente y confiado, el señor Lusis, los Parigoris, Ruth, la inglesa rubia e infantil, casada con el marino, el padre, inventor y empleado de banca, que vive separado de la madre, David el astrónomo... todo un elenco encantador e inolvidable.

Hay frases que llaman la atención, nos recuerdan a veces que estamos en otros tiempos y desvelan detalles del carácter de la protagonista: «Entonces teníamos una institutriz que nos enseñaba francés y nos lavaba los sábados», «Cuando era pequeña, no me cabía en la cabeza que una persona decente como mi padre pudiera ser infiel. Ahora lo entiendo», «María nadaba de lado, al estilo femenino», «Por supuesto que los ricos son odiosos, pero los pobres son peores», «A mí también me gustan los incendios», «La idea de que mi madre viajara me resultaba insoportable», «... porque David no bajaba la mano como hacían los demás, sino que la dejaba caer, y aquel gesto encerraba una vaga y tierna desesperación», «No hay nada más irritante que la felicidad conyugal». Y finalmente: «Más o menos así sucedieron las cosas –afirma Caterina en algún momento-. He intentado contarlas en orden y sin mentiras. Pero, claro, ¿cómo podemos distinguir las cosas que en realidad suceden de las que creemos que suceden?».

Se trata de una curiosa y original novela de crecimiento. Las chicas van creciendo, conocen chicos, les gustan algunos, se echan novio, hay alguna boda... la progresión se asemeja aparentemente a la de «Mujercitas», pero el inesperado desenlace cambia todo el carácter del libro y hace que reinterpretemos parte de lo leído. Varios temas se cruzan y entremezclan en el desarrollo de la obra: el paso del tiempo, le feminidad en todas sus versiones, la variedad de los vínculos familiares, cómo las mujeres se buscaban un lugar en el mundo.

En fin, una novela que es un clásico moderno en Grecia, donde se lee en las escuelas y está en las listas de libros favoritos de todos los tiempos. Una obra muy bien escrita, con mucho oficio, ligera, entretenida y muy agradable, ágil y chispeante, con sorpresa final y mucha más enjundia de lo que puede parecer al principio. Un libro que aprovecha el encanto de aquellos momentos pasados que brillan en la memoria y que nos parece que, aunque no lo sabíamos entonces, acabaron siendo decisivos en nuestra vida. Una buena lectura garantizada.

La traducción del original en griego, muy correcta, fluida, natural, es de Laura Salas Rodríguez, formada en la Universidad de Málaga, traductora de griego, inglés y francés.

Margarita Liberaki (Atenas, 1919-2001) se crió entre libros con sus abuelos, propietarios de la librería y editorial Fexis, fundamental en la vida cultural ateniense. Fue novelista, dramaturga, guionista y traductora. 

Estudió Derecho en la Universidad de Atenas y se casó con el también escritor y abogado George Karapanou, tuvo una niña María Karapanou, que sería asimismo novelista, siguiendo la tradición familiar, y se divorció al año siguiente. Dejó a sus hija con sus abuelos y se marchó a París, para conocer el mundo y dedicarse a escribir. 

Empezó como autora de obras de teatro, en griego y francés, luego escribió guiones de televisión y cine, novelas y traducciones. Tiene varias novelas que no se han traducido al castellano, algunas atrevidamente experimentales. Falleció en su Atenas natal a los 82 años.

Margarita Liberaki

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

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