Título: Fariña
Autor: Nacho Carretero
Páginas: 358
Editorial: Libros del KO
Precio: 18,90 euros
Año de edición: 2015
Un buen amigo me ha dejado este libro, como ya sabéis secuestrado cautelarmente por la jueza de Collado-Villalba debido a la demanda presentada por el exalcalde de O Grove por vulneración de su honor. Sin comentarios.
He estado viendo la serie de televisión, que me ha parecido excelente, y tenía ganas de comprobar por mí mismo cómo era el libro.
Se trata de una crónica exhaustiva y detallada del narcotráfico gallego desde los pioneros en los años 80 hasta nuestros días. Aunque ahora parece algo que pasó hace mil años y en otro país, en los años 90 el 80 % de la cocaína que se consumía en Europa pasaba por Galicia, con la distorsión desquiciada que eso puede suponer para la sociedad y la vida cotidiana de la gente que vivía allí. Una verdadera locura.
El libro comienza con una introducción a la historia de la Costa de la Muerte, esa zona que va desde A Coruña hasta más abajo de Finisterre en donde hay documentados más de mil naufragios a lo largo de los siglos (sí, mil naufragios), que han dado lugar a las historias más curiosas y peregrinas. En «Naufragios de antaño» se recogen algunas, como el hundimiento del Palermo en 1905, cargado de acordeones que una madrugada que los vecinos de los alrededores no olvidarán jamás llenaron la ría de misteriosas músicas espectrales.
Galicia es así, una tierra mágica, llena de leyendas, sucedidos y anécdotas, un subcontinente con una densidad de historias por metro cuadrado difícilmente superable.
Pero me estoy desviando del tema. La Costa de la Muerte, llena de recovecos, calas, radas y playas, es una zona que parece naturalmente preparada para el contrabando, que allí es endémico y cultural, y a partir de cierto momento, derivó hacia el narcotráfico. El texto describe en detalle y a través de entrevistas con capos, pilotos de planeadoras, arrepentidos, jueces, policías, periodistas, vecinos y madres de toxicómanos, toda la historia alucinada y estupefaciente, que se instaló en aquellas tierras durante años. Incluye además un recorrido por los clanes que siguen operado hoy en día.
El reportaje está muy bien escrito, organizado sistemáticamente en un estupendo ejercicio de periodismo veraz y comprometido, en el que no faltan las frases que ponen los pelos de punta («Los contrabandistas son la gente más honrada que hay», «Yo de mayor quiero ser contrabandista, como mi papá»).
Una crónica imprescindible para comprender en profundidad esa esquina de España, en donde los capos del contrabando de tabaco, bonachones patriarcas, herederos de antiguos caciquismos, evolucionaron, al hilo de aquello de que los tiempos cambian y hay que adaptar el negocio a las circunstancias del mercado, y empezaron a traficar con droga, lo que la gente quería. Primero lo hicieron con cierta inocencia y bisoñez; cuando uno de ellos vió la cocaína por primera vez, exclamó «¡Pero si parece fariña (harina)!». Y luego imitando a la mafia siciliana, con algunos episodios verdaderamente chuscos y cómicos si no se tratara de un asunto tan grave.
Curiosamente, practicamente ninguno de los traficantes gallegos tenía conciencia de estar haciendo algo malo ni éticamente reprobable. Era algo muy similar al contrabando de toda la vida y al fin y al cabo, ellos no probaban la droga ni incitaban a nadie a consumirla. El que la tomaba era porque quería y ellos se limitaban a servir lo que pedía la gente, además gente casi siempre de países lejanos.
El fenómeno de aquellos años desquició a toda una sociedad y arrasó el endeble tejido industrial, social y político que empezaba a desarrollarse. Galicia, después de perder muchos trenes, cogió el AVE equivocado y acabó despeñándose por un precipicio. y como acaba diciendo la contraportada de este libro singular, «el narcotráfco sigue vivo en Galicia y no se debe olvidar lo que todavía no ha terminado».
Creo que Nacho Carretero ha escrito una crónica que marca una época, un hito del periodismo de investigación, valiente y comprometido. Hay que darle la enhorabuena y preguntar a todo el mundo a ver quién tiene el libro para poder leerlo.
Nacho Carretero (A Coruña, 1981) es un periodista gallego que empezó a trabajar en las redacción de varios periódicos, hasta que se hizo freelance. Ha publicado en multitud de medios, desde «Jot Down» al «XL Semanal» pasando por« El País» y « El Mundo».
Ha escrito sobre los temas vas variados, sobre el genocidio de Ruanda, el ébola en África, Siria, su amado Deportivo de La Coruña... Contar la historia y entresijos del narcotráfico gallego era su sueño periodístico desde que era un chaval y por fin, lo ha conseguido Desde el verano de 2015 trabaja como reportero para «El Español». En este enlace podéis leer algunos de sus artículos.
Editorial: Libros del KO
Precio: 18,90 euros
Año de edición: 2015
Un buen amigo me ha dejado este libro, como ya sabéis secuestrado cautelarmente por la jueza de Collado-Villalba debido a la demanda presentada por el exalcalde de O Grove por vulneración de su honor. Sin comentarios.
He estado viendo la serie de televisión, que me ha parecido excelente, y tenía ganas de comprobar por mí mismo cómo era el libro.
Se trata de una crónica exhaustiva y detallada del narcotráfico gallego desde los pioneros en los años 80 hasta nuestros días. Aunque ahora parece algo que pasó hace mil años y en otro país, en los años 90 el 80 % de la cocaína que se consumía en Europa pasaba por Galicia, con la distorsión desquiciada que eso puede suponer para la sociedad y la vida cotidiana de la gente que vivía allí. Una verdadera locura.
El libro comienza con una introducción a la historia de la Costa de la Muerte, esa zona que va desde A Coruña hasta más abajo de Finisterre en donde hay documentados más de mil naufragios a lo largo de los siglos (sí, mil naufragios), que han dado lugar a las historias más curiosas y peregrinas. En «Naufragios de antaño» se recogen algunas, como el hundimiento del Palermo en 1905, cargado de acordeones que una madrugada que los vecinos de los alrededores no olvidarán jamás llenaron la ría de misteriosas músicas espectrales.
Galicia es así, una tierra mágica, llena de leyendas, sucedidos y anécdotas, un subcontinente con una densidad de historias por metro cuadrado difícilmente superable.
Pero me estoy desviando del tema. La Costa de la Muerte, llena de recovecos, calas, radas y playas, es una zona que parece naturalmente preparada para el contrabando, que allí es endémico y cultural, y a partir de cierto momento, derivó hacia el narcotráfico. El texto describe en detalle y a través de entrevistas con capos, pilotos de planeadoras, arrepentidos, jueces, policías, periodistas, vecinos y madres de toxicómanos, toda la historia alucinada y estupefaciente, que se instaló en aquellas tierras durante años. Incluye además un recorrido por los clanes que siguen operado hoy en día.
El reportaje está muy bien escrito, organizado sistemáticamente en un estupendo ejercicio de periodismo veraz y comprometido, en el que no faltan las frases que ponen los pelos de punta («Los contrabandistas son la gente más honrada que hay», «Yo de mayor quiero ser contrabandista, como mi papá»).
Una crónica imprescindible para comprender en profundidad esa esquina de España, en donde los capos del contrabando de tabaco, bonachones patriarcas, herederos de antiguos caciquismos, evolucionaron, al hilo de aquello de que los tiempos cambian y hay que adaptar el negocio a las circunstancias del mercado, y empezaron a traficar con droga, lo que la gente quería. Primero lo hicieron con cierta inocencia y bisoñez; cuando uno de ellos vió la cocaína por primera vez, exclamó «¡Pero si parece fariña (harina)!». Y luego imitando a la mafia siciliana, con algunos episodios verdaderamente chuscos y cómicos si no se tratara de un asunto tan grave.
Curiosamente, practicamente ninguno de los traficantes gallegos tenía conciencia de estar haciendo algo malo ni éticamente reprobable. Era algo muy similar al contrabando de toda la vida y al fin y al cabo, ellos no probaban la droga ni incitaban a nadie a consumirla. El que la tomaba era porque quería y ellos se limitaban a servir lo que pedía la gente, además gente casi siempre de países lejanos.
El fenómeno de aquellos años desquició a toda una sociedad y arrasó el endeble tejido industrial, social y político que empezaba a desarrollarse. Galicia, después de perder muchos trenes, cogió el AVE equivocado y acabó despeñándose por un precipicio. y como acaba diciendo la contraportada de este libro singular, «el narcotráfco sigue vivo en Galicia y no se debe olvidar lo que todavía no ha terminado».
Creo que Nacho Carretero ha escrito una crónica que marca una época, un hito del periodismo de investigación, valiente y comprometido. Hay que darle la enhorabuena y preguntar a todo el mundo a ver quién tiene el libro para poder leerlo.
Nacho Carretero (A Coruña, 1981) es un periodista gallego que empezó a trabajar en las redacción de varios periódicos, hasta que se hizo freelance. Ha publicado en multitud de medios, desde «Jot Down» al «XL Semanal» pasando por« El País» y « El Mundo».
Ha escrito sobre los temas vas variados, sobre el genocidio de Ruanda, el ébola en África, Siria, su amado Deportivo de La Coruña... Contar la historia y entresijos del narcotráfico gallego era su sueño periodístico desde que era un chaval y por fin, lo ha conseguido Desde el verano de 2015 trabaja como reportero para «El Español». En este enlace podéis leer algunos de sus artículos.
Nacho Carretero fotografiado por Lola García
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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