lunes, 24 de junio de 2024

La promesa - Silvina Ocampo


Título: La promesa                                                                                                              Autora: Silvina Ocampo

Páginas: 120 pág.

Editorial: Lumen

Precio: 17,90 euros 

Año de edición: 2023

Una mujer se inclina sobre la barandilla de un trasatlántico para alcanzar un broche y se cae al mar. En el agua, conserva la calma y se dispone a flotar y nadar lentamente, esperando que la rescaten. Entonces, le hace mentalmente una promesa a Santa Rita: si se salva, escribirá su autobiografía. Y, en parte para distraer la angustia y en parte para preparar la redacción del libro prometido, empieza a recordar mentalmente la historia de los personajes de su vida. Pero lo hace no cronológicamente, sino sin mucho orden y tal y como se le vienen a la cabeza. Curiosa manera de abordar una autobiografía.

Ese hilo autónomo de pensamiento es el que sigue la autora para componer esta original y desconcertante novela, que no se parece a ninguna otra que haya leído. Original, imprevisible, surrealista, brillante, onírica, poética y punteada de reflexiones bastante peculiares, si se repara en que es una mujer en medio del mar quien las hace. Ese es el planteamiento atrevido y radical de esta obra única, el texto más largo que produjo Silvina. En 1960 concluyó el primer borrador, luego lo retocó y reformó muchas veces y ya al final de su vida, durante los años 1988 y 1989, ya enferma y cansada, remató la redacción final con unas páginas de letra vacilante, y la dio por terminada.

Está dividida en 36 capítulos, cada uno dedicado a un personaje, su hermano Gabriel, su amado Leandro, los Arévalo, Lilia y Lilian, los cuatro niños sucios del ficus, etc. así hasta 38 personajes diferentes, y un breve epílogo final. Las descripciones que hace de los personajes son laterales, algo excéntricas, a menudo se fija en aspectos que parecen no esenciales de cada personaje, y sin embargo al final el lector se forma una imagen de cada uno. Los recuerdos, a veces algo crueles, a veces perturbadores y casi siempre extraños, se van amontonando hasta formar un panorama de lo más peculiar de una vida, que es de suponer que tiene partes realmente autobiográficas y mucho de fantasía. Abundan las frases llamativas, como por ejemplo: «¿Qué es enamorarse? Perder el asco, perder el miedo, perderlo todo», «La humillación de los celos es no poder elegir el objeto que los inspira», «Amar demasiado ciega el recuerdo, a veces», «... con un lápiz que era ya casi una uña...», «Estar cansado descansa, en cambio descansar no siempre descansa».

El lenguaje es culto y refinado, nunca resulta excesivamente barroco, pero el idioma es en las manos de esta mujer un material dúctil y maleable, que se parece adaptarse con facilidad a las inflexiones de su inagotable imaginación. En ocasiones, su estilo parece algo conceptista, por las ideas que consigue expresar con pocas palabras. En otras, es un río de frases elegantes y rítmicas que nos hablan siempre de lo inesperado. Es una escritora muy poco previsible y a veces, puede resultar incluso algo extravagante.

En fin, una novelita muy original, notable, que me parece muy apropiada para empezar a conocer el mundo extraño y fascinante de los textos de esta argentina tan peculiar.

Esta edición ha sido preparada por el investigador y traductor argentino Ernesto Montequín, heredero universal de las obras de Silvina Ocampo, que además es el autor de una breve nota introductoria que sirve de prólogo a la novela, de manera que la primera edición, aparecida en 2011, fue póstuma.

Silvina Inocencia Ocampo (Buenos Aires, 1903-1993), escritora y poeta, estuvo casi 70 años publicando, pero su carrera fue ocultada en vida por las de su hermana Victoria Ocampo, su marido Adolfo Bioy Casares y su amigo, Jorge Luis Borges. Sin embargo, hoy en día se la valora como una autora fundamental en la literatura argentina.

Nació en una familia de la alta burguesía, de terratenientes, políticos y gracias a que tuvo dos institutrices inglesas, una francesa, un profesor español y otro italiano, creció siendo trilingüe, como sus hermanos, lo que luego influiría, como ella misma reconoció, en su escritura. De joven viajó a París y estudió dibujo con Chirico y Léger como profesores. Allí se hizo amiga de Ítalo Calvino, que luego prologaría todos sus cuentos. Hizo alguna exposición de éxito y pintó bastante antes de dedicarse por entero a la literatura. 

A los 29 años conoció a Adolfo Bioy Casares, con el que se casó a los 37 y mantuvo una relación abierta. Bioy Casares tuvo una hija extramatrimonial, que Silvina cuidó y trató como si fuera hija suya. Estuvieron juntos toda la vida, a pesar de las frecuentes infidelidades de Adolfo. Quienes la conocieron dicen que era retraída, excéntrica y vivía sitiada por fobias y manías.

Silvina Ocampo

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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