Título: Primera nieve en el monte Fuji
Autor: Yasunari Kawabata
Páginas: 206
Editorial: Literaria
Precio: 7 euros
Año: 2008
Este volumen, originalmente publicado en 1958 y traducido por primera vez al español en el 2007, contiene nueve cuentos y una pieza teatral seleccionados por el propio autor. Los nueve relatos son bastante variados, de longitud media, unas 18 páginas, y constituyen una excelente introducción a este gran autor nipón.
Muestran el mundo de la posguerra japonesa, la vida cotidiana de las familias de clase media de aquel país, con una sencillez profunda y un tono delicado, sensible, minucioso que se detiene en los detalles y en lo aparentemente superficial, mientras insinúa temas de enorme calado, como el recuerdo, los afectos,el paso del tiempo, la incomunicación, la convivencia en pareja y las contradicciones del ser humano.
No es éste un libro de sabores fuertes y trazos vigorosos, más bien me recuerda al sutil sabor de una exquisita merluza. Es una obra discreta, escrita de puntillas, que hay que leer con calma y con la mente muy atenta, porque es fácil que se nos escape algo si vamos un poco rápido y estamos distraídos. Resulta curioso comprobar cómo, a pesar de las enormes diferencias culturales, aquí se describe al ser humano y resulta ser el mismo en esencia en cualquier tiempo y lugar.
Casi se palpa la desilusión después de la guerra, el latir de un orgullo herido y derrotado que impregna levemente estas páginas. Y cómo no, aparecen dos elementos típicos de la literatura japonesa: la naturaleza, omnipresente en la poesía y también en la narrativa de ese país, y alguna que otra historia de fantasmas, algo casi inevitable.
Por otro lado, hay que resaltar lo adelantado a su época, los años 50, que debió resultar este ibro en el que temas como el intercambio de parejas, la infidelidad o el travestismo se tratan con toda naturalidad y como lo más natural del mundo.
Los nueve relatos son muy buenos, pero dos me han llamado especialmente la atención. El que da título al libro «Primera nieve en el monte Fuji», para mi gusto el mejor, sobre el encuentro de dos antiguos amantes, un estudio psicológico de los principales aspectos de su relación, y el habilísimo «En aquel país. En este país», en el que una mujer siente por primera vez y descubre qué son los celos.
Un libro bello y ligeramente triste, profundo y sencillo, muy representativo de la cultura japonesa, que puede servir muy bien como primer contacto y puerta de entrada al mundo personal de este gran autor.
Muestran el mundo de la posguerra japonesa, la vida cotidiana de las familias de clase media de aquel país, con una sencillez profunda y un tono delicado, sensible, minucioso que se detiene en los detalles y en lo aparentemente superficial, mientras insinúa temas de enorme calado, como el recuerdo, los afectos,el paso del tiempo, la incomunicación, la convivencia en pareja y las contradicciones del ser humano.
No es éste un libro de sabores fuertes y trazos vigorosos, más bien me recuerda al sutil sabor de una exquisita merluza. Es una obra discreta, escrita de puntillas, que hay que leer con calma y con la mente muy atenta, porque es fácil que se nos escape algo si vamos un poco rápido y estamos distraídos. Resulta curioso comprobar cómo, a pesar de las enormes diferencias culturales, aquí se describe al ser humano y resulta ser el mismo en esencia en cualquier tiempo y lugar.
Casi se palpa la desilusión después de la guerra, el latir de un orgullo herido y derrotado que impregna levemente estas páginas. Y cómo no, aparecen dos elementos típicos de la literatura japonesa: la naturaleza, omnipresente en la poesía y también en la narrativa de ese país, y alguna que otra historia de fantasmas, algo casi inevitable.
Por otro lado, hay que resaltar lo adelantado a su época, los años 50, que debió resultar este ibro en el que temas como el intercambio de parejas, la infidelidad o el travestismo se tratan con toda naturalidad y como lo más natural del mundo.
Los nueve relatos son muy buenos, pero dos me han llamado especialmente la atención. El que da título al libro «Primera nieve en el monte Fuji», para mi gusto el mejor, sobre el encuentro de dos antiguos amantes, un estudio psicológico de los principales aspectos de su relación, y el habilísimo «En aquel país. En este país», en el que una mujer siente por primera vez y descubre qué son los celos.
Un libro bello y ligeramente triste, profundo y sencillo, muy representativo de la cultura japonesa, que puede servir muy bien como primer contacto y puerta de entrada al mundo personal de este gran autor.
El monte Fuji (Hokusai)
Yasunari Kawabata (Osaka, 1899-1972), escritor y novelista, fué el primer autor japonés en ganar el Premio Nobel de Literatura en 1968. Fué un niño solitario, huérfano a los tres años, insomne perpetuo, depresivo, cineasta aficionado, lector voraz y compulsivo, suicida...tuvo una personalidad compleja y difícil.
Estudió literatura japonesa en la Universidad de Tokio y enpezó muy joven a publicar relatos en revistas literarias. Formó parte de una generación de jóvenes escritores, los neosensacionalistas, partidarios del lirismo y el impresionismo, en contraste con el realismo social imperante.
Parece que cuatro años después de recibir el Premio Nobel, se quitó la vida inhalando gas, probablemente muy afectado por la muerte reciente de su amigo y colega, el escritor Yukio Mishima.
Yasunari Kawabata
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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