sábado, 18 de octubre de 2025

El Diccionario Hisatórico de la RAE

Después de 112 años de trabajo, la Real Academia Española (RAE) presentó este pasado lunes en Arequipa (Perú) su Diccionario Histórico de la Lengua Española (DHLE), editado en colaboración con la ASALE (Asociación de Academias de la Lengua Española). Un auténtico hito que culmina más de un siglo de trabajo, más de 20.000 páginas en 10 volúmenes que analizan la historia de cada una de las palabras del castellano y su evolución semántica a lo largo del tiempo. Una obra faraónica que se ha podido completar gracias a la red REDACTA, que ha conectado a 40 instituciones, 18 equipos de redacción y 27 redactores individuales de todos los países hispanohablantes que han colaborado en el proyecto en su última etapa.

El diccionario se puede consultar en línea en este enlace. Curiosamente, las palabras más comunes, como cabeza, perro o casa, no aparecen. Solo se encuentran las menos corrientes, precisamente las voces cuya historia puede ser más difícil de rastrear. Ya se han anunciado futuras versiones, así que esperamos que se vayan incluyendo las palabras más comunes que faltan.

Consultándolo, nos enteramos de que el término pacharán viene del nombre en vasco del endrino,  patxaran, y que aparece escrito por primera vez en 1884; que cachalote procede del francés cachalot y aparece originalmente en 1694; que tejón viene del latín tardío texon y éste, a su vez, del germánico, y que aparece por primera vez en Calila e Dimma (1251).

En fin, una obra monumental y panhispánica, que tiene la gran ventaja de que está disponible para consulta en la web.


Publicado por Antonio F. Rodríguez.

viernes, 17 de octubre de 2025

Carta al general Franco - Fernando Arrabal

Título: Carta al general Franco
Autor: Fernando Arrabal
 
Páginas: 96
 
Editorial: Laetoli

Precio: 14 euros
 
Año de edición: 2022

Según cierta encuesta, un veinte por ciento aproximadamente de los españoles tiene una buena opinión de la dictadura de Franco. Y es que para algunos el ferrolano no fue un caudillo interminable que cubrió de muerte y oprobio medio siglo de España, sino el abuelo benevolente y paternal de todos los españoles de bien. Porque los franquistas gustaban de establecer esta diferencia insalvable: los buenos españoles y los malos españoles o antiespañoles. Lo mismo hacen todos los fanáticos que en el mundo han sido y serán. Buenos y malos. A los buenos flores y a los malos, palos. Durante el franquismo miles de malos españoles recibieron palos. Uno de los apaleados fue el gran escritor Fernando Arrabal

Arrabal escribió en 1971 está clásica Cartaal general Franco. Desde París. No se pudo publicar en España hasta la muerte de su destinatario. Arrabal perdió a su padre, un militar republicano, en el gélido Burgos de 1942, durante el año más nefasto de Europa. Sufrió la educación nacionalcatólica de la posguerra. En los años 50 emigró a Francia, en donde se convertiría en un reconocido dramaturgo. En 1967 visitó España. Fue detenido y encarcelado un mes, lo que levantó las protestas de Beckett, Ionesco y Arthur Miller. De vuelta en París, ni corto ni perezoso, Arrabal decide escribir al gran responsable de sus desdichas: el criminalísimo don Francisco Franco Bahamonde. 

Carta al general Franco es un magnífico ejemplo de literatura de denuncia. En este caso, un ajuste de cuentas personal y generacional con la dictadura franquista. Arrabal dice escribir sin odio ni rencor, pero su carta es demoledora. Ante todo, defiende la libertad, como corresponde a un artista. Franco representa lo contrario: el dogmatismo y la represión. El dictador es el legítimo heredero de la España negra y sus braseros inquisitoriales. Para Arrabal, Franco es un sujeto probablemente infeliz, que vive aislado en un palacio y está rodeado de lameculos. Los entretenimientos del dictador son sanguinarios: caza de ciervos, conejos y perdices; pesca del atún rojo y hasta de cachalotes. Los auténticos héroes y mártires españoles están en el exilio, encarcelados o muertos. Arrabal apuntala su diatriba con casos concretos de abusos y crímenes: estudiantes apaleados, opositores asesinados, obreros encerrados durante años por un simple comentario. 

El dramaturgo recuerda la España que sufrió durante su juventud. Un país pobre y aislado declarado reserva espiritual de occidente por la propaganda oficial. Triunfalismo miserable. Plebiscitos trucados. Ataques inmisericordes contra Picasso, Alberti y Buñuel. Exámenes patrióticos que duraban hasta la universidad. Censura por el bien de las almas. Un país castrado y dominado por el silencio y la hipocresía. Los millones de españoles que no estaban de acuerdo debían tragarse sus opiniones. Se ponían verdes, enfermaban y morían de asco. Así son las consecuencias de las dictaduras, recalca Arrabal con gran lucidez. Por debajo de la fanfarria, los sufridos súbditos vegetan en la ignorancia, el miedo o el cinismo. La unanimidad aparente de la plazuela contrasta con el corte de mangas a puerta cerrada. 

Arrabal se acuerda de su padre. Cuando tenía tres o cuatro años, allá por 1935, el teniente Arrabal jugaba con su hijo en una playa de Melilla. Le enterraba los piececitos en la arena. Brillaba el sol de la infancia. El mundo era azul e inocente. Luego la negrura cayó durante décadas. Los militares leales fueron considerados rebeldes por los rebeldes y fusilados. Comenzaba el triunfo de la muerte, que sería la esencia del franquismo. Arrabal levanta acta de esta tragicomedia (con más de lo primero que de lo segundo). 

Alguien dirá: esta carta es un panfleto, un arrebato injusto, un ataque a degüello sin matices. En realidad, creo que Arrabal se queda corto en su arremetida contra tanta roña material y moral acumulada durante medio siglo. Habla en primera persona y con el corazón en la mano. Esto le da a su libro una fuerza emotiva y una sinceridad enormes. Su ingenuidad esmaltada de malicia es genial. Los destellos de una prosa fulgurante hacen del opúsculo una pequeña joya. Merece de verdad la lectura. Excelente. 

Fernando Arrabal

Fernando Arrabal (1932) es un escritor y patafísico español nacido en Melilla. Su padre era un militar que no quiso sumarse al golpe de Estado de 1936. Fue condenado a treinta años de cárcel por los sublevados. En 1942, ingresado en el hospital de Burgos, escapó en pijama entre una tormenta de nieve. Nunca apareció. 

El joven Arrabal ganó en 1941 un concurso de niños superdotados. Estudió derecho y trabajó en la Papelera Española. Pero su verdadera vocación era la literatura. Frecuentaba el Ateneo y se relacionó con los postistas. En los años 50 comienzan sus escarceos literarios. 

En 1955 se instala en París. Escribe en francés y en 1962 funda con Roland Topor y Alejandro Jodorowsky el movimiento pánico, de carácter surrealista. Sus obras de teatro, novelas y poemas le dan una gran reputación. Algunos títulos: El cementerio de automóviles, Fando y Lis, El arquitecto y el emperador de Asiria, Baal Babilonia o La torre herida por el rayo

En 1967 es detenido en España por ultrajes a la patria. Al parecer, escribió en un libro una dedicatoria pánica: me cago en Dios y en la patria y en todo lo demás. Lo soltaron luego de un mes. En 1975 regresa a España, que alterna con su residencia en París. Sigue escribiendo incesantemente. Prodiga sus apariciones en televisión, algunas tan escandalosas como jocosas. Arrabal es uno de los escritores españoles más celebrados y discutidos.  

Publicado por Alberto. 

jueves, 16 de octubre de 2025

La tercera boda - Costas Taktsis

Título: La tercera boda
Autor: Costas Taktsis
 
Páginas: 296
 
Editorial: Trota libros

Precio: 21,95 euros
 
Año de edición: 2022
 
Esta torrencial y moderna novela, publicada originalmente en 1962, nos zambulle de cabeza en la historia de Nina, una pobre mujer griega que nos arrolla con su discurso imparable y extrovertido, es decir, muy mediterráneo. A través de sus monólogos y sus largas conversaciones con su mejor amiga, Ecavi que luego se convertirá en su suegra, nos cuenta sus angustias y preocupaciones, su vida cotidiana, su continua lucha por salir adelante y un sinfín de peripecias familiares con las que conquista rápidamente nuestra complicidad.
 
Con un lenguaje coloquial, desenvuelto, natural y profundamente pasional nos narra las vicisitudes de sus tres matrimonios, mezclándolo todo y sin un orden cronológico claro, como deber ser, con la voz que tendría una vecina dicharachera que se hace amiga nuestra, nos toma confianza y nos cuenta su vida. Una perorata torrencial que salta de una historia a otra, entre una selva de nombres y parientes, que sirve para retratar una forma de ser y de estar en la vida y además, todo un mundo, el universo familiar en una casa de clase baja en la Grecia de los años 30. Un reportaje impagable y jugoso, que realmente nos transporta a aquel tiempo y lugar como si de una mágica máquina del tiempo se tratara.
 
Una madre que odia a su hija y se pasa el día despotricando de ella, la asistenta Marieta que es una más de la familia, una novia que sorprende a su amado con su propio hermano, la lianta Erasmia, la bella Caroni, un niño sonámbulo que hace los deberes dormido, un arqueólogo que llena los balcones de su casa de escombros, partidas interminables de chinchón y de chaquete, una embarazada que va a buscar a su marido en un barco de la Cruz Roja, una niña que casi se muere porque su madre se rió de la campana de la iglesia, hechizos y males de ojo que se echan por pura envidia... en fin, un desmadre, como no podía ser de otra manera, en un texto lleno de historias y más historias, unas dentro de otras, como en un divertido juego de muñecas rusas.
 
Ya la primera frase resume fractalmente lo que va a ser todo el libro: «No, no y no, ya no lo soporto más... Dios mío ¡qué cruz me ha enviado!». Pero hay muchas otras frases significativas que os pueden ayudar a tener una idea de esta peculiar e inolvidable novela. Por ejemplo: «El cuerpo no envejece si no se marchita antes el corazón», «... dar a luz a esta Medusa», «Lo único que aún recuerdo es el olor de su cuerpo mezclado con el del tomillo...», «Yo quería estudiar Derecho y mi padre me apoyaba, pero mi madre, no. Creía que si estudiaba Derecho dejaría de ser mujer. Si te vas a convertir en sufragista, ahora mismo te vas de mi casa, me dijo», «... fea como una gitana... », «Pero los hombres son como niños, lo sacrifican todo por una idea», «¡Una gallina negra como la muerte, llena de hilos y alfileres!», «Porque si Dios ama al ladrón, también ama al honrado», «Tenía un idioma extraño: cuando se sentía culpable, sonreía», «Se cambiaban de domicilio como de camisa», «Soy capaz de casarme por cuarta vez. Y no por nada, le he dicho, ¡tan solo para fastidiarte!». 
 
En resumen, una novela que no os podéis perder. La historia de una pobre mujer que intenta sacar a su familia adelante entre bodas, guerras, bautizos, comilonas y funerales. La vida misma atrapada entre estas páginas. Un libro inolvidable y peculiar, que es todo un clásico moderno de la literatura griega.
 
La espléndida traducción es de Natividad Gálvez García, especializada en traducir el griego moderno, que precisamente con la traducción de esta novela ganó el Premio Nacional a la Mejor Traducción en 1988.
 
Costas Taktsis (Salónica, 1927-1988) fue un escritor griego de la llamada generación de la posguerra, surgida después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) y de la Guerra Civil Griega (1946-1949), marcados por la experiencia de los conflictos armados.
 
Sus padres se separaron cuando tenía siete años y se fue a vivir con su abuela, en Atenas. Se matriculó en Derecho en la Universidad de Atenas, pero no acabó la carrera. A los 20 años fue llamado a filas, luego se enroló como ayudante de un ingeniero estadounidense y finalmente, estuvo viajando por Europa, África, Australia y Estados Unidos, escribiendo poesía y desempeñando los más variados oficios, como marino, cocinero, descargador o chófer. En esa época viajera publicó con muchas dificultades La tercera boda (1962), que le sitúa como uno de los mejores prosistas griegos 
 
A su vuelta a Grecia intentó ganarse la vida como guía turístico, traductor y a la postre, escritor por encargo. Homosexual declarado, en la Dictadura de los Coroneles se significó como opositor al régimen y durante la transición defendió los derechos de los homosexuales. Publicó cinco volúmenes de poesía, uno de relatos, una novela y textos variados, artículos, cartas, ensayos, y una autobiografía. A los 60 años, fue encontrado estrangulado en su casa, un crimen que todavía no se ha resuelto. 
 
Costas Taktsis
 
Publicado por Antonio F. Rodríguez.