Título: Días salvajes Autor: David Jiménez
Páginas: 352 pág.
Editorial: Planeta
Precio: 20,90 euros
Año de edición: 2024
La escritora Aloma Rodríguez tiene una pequeña sección dedicada a la crítica literaria en el programa de Radio 3 Hoy empieza todo. La verdad es que sus recomendaciones siempre son muy originales y fuera de lo estrictamente comercial que se publica en nuestro país, literariamente hablando. No es la primera vez que Aloma me descubre libros pequeños, pero que son verdaderas joyas ocultas en el maremágnum editorial español. Ya me pasó con el maravilloso libro de cuentos de María José Hasta y me ha vuelto a ocurrir con Días salvajes de David Jiménez. Esta novela, aparentemente de construcción sencilla y sin alardes, es en mi opinión un interesante ensayo sobre la pérdida, el duelo y el deseo de venganza.
La acción transcurre alrededor de los dos personajes principales, cuyos caminos vitales son paralelos en los primeros capítulos, hasta el momento del fatídico accidente en el cual se cruzan fatalmente. Según comentó el propio autor en una entrevista, la obra está inspirada en un hecho real. Bosco es el único hijo de una familia de banqueros que, en 2007, —por cierto, muy bien retratada la sociedad española del «pelotazo» y de los excesos económicos—, después de celebrar su cumpleaños en su casa de La Moraleja a base de drogas y alcohol, conduce unos kilómetros en sentido contrario por la carretera de La Coruña como un kamikaze y choca contra el coche de una estudiante de Medicina que se dirigía de madrugada a su trabajo desde Villaverde. En el accidente mueren su mejor amigo, que iba de copiloto, y la joven, Marta. A partir de aquí comienza un calvario para el padre de Marta, que quiere que se haga justicia a toda costa y por otro lado la familia de Bosco, que mueve sus hilos para lograr una pena mínima para su hijo.
David Jiménez es periodista de profesión y quizá por ello quiso documentarse bien para poder describir de una forma respetuosa el duelo de ese padre, sus lógicos deseos de venganza, la terapia psicológica para el duelo (muy bien descrita la labor de la psicóloga y, es una de los aspectos que más me han gustado de la novela). Incluso el escritor, para empaparse bien de esa situación, acudió en varias ocasiones a terapias de grupo con personas que han tenido pérdidas familiares de gran dureza, organizadas por la asociación Alhelí. Todo ello aderezado con el hecho de que el sistema judicial, gracias a las influencias políticas de la familia del homicida, da protección a este último y fallan estrepitosamente a las familias que han perdido a sus allegados .
En una reciente entrevista, se le preguntó a David Jiménez qué quedaba en su opinión de esos años previos al crack económico. Su respuesta fue clara: «Seguimos pagando los excesos de aquella fiesta. Fueron Días Salvajes que creíamos que durarían por siempre. Mucho de lo que nos pasa hoy viene de aquel despertar tan duro. El sueño de una España capaz de dejar atrás sus resentimientos, trincheras y desigualdades murió del todo con la crisis».
Una interesante novela que es casi un ensayo sobre el dolor de la pérdida y el papel de la justicia en la sociedad española.
David Jiménez (Barcelona, 1971) fue durante dos décadas corresponsal en Asia y ha trabajado como reportero en más de treinta países. Sus libros han sido traducidos a media docena de idiomas e incluyen el superventas El director, sus memorias sobre el año que dirigió el diario El Mundo. También ha publicado: Hijos del monzón, que obtuvo el Premio Internacional de Literatura de Viajes Camino del Cid; El lugar más feliz del mundo, que recopila algunas de sus crónicas y reportajes; Los diarios del opio, que acumula varias ediciones, y las novelas El botones de Kabul y El corresponsal. El autor es Nieman Fellow por la Universidad de Harvard, maestro de periodistas y colaborador de los diarios TheNew York Times y Die Welt.
Publicado por Ana Domingo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario