lunes, 4 de marzo de 2024

Nunca volveré a ver el mundo - Ahmet Altan

Título: Nunca volveré a ver el mundo                                                                                    Autor: Ahmet Altan

Páginas: 184 pág.

Editorial: Debate

Precio: 14,15 euros 

Año de edición: 2018

No hace demasiado, reseñábamos el magnífico libro de José Luís Sampedro «Escribir es vivir». Tras leer este pequeño conjunto de reflexiones de Ahmet Altan escritas desde la cárcel como condenado a prisión perpetua, vuelve a cobrar, si cabe, más sentido la contundente afirmación que titula el libro de Sampedro, pues fue la magia de la escritura lo que salvó al autor de volverse loco y sumirse en la desesperación.

Se trata de un libro que contiene 19 pequeños apartados, cada uno de los cuales nos habla de asuntos diversos, manteniendo como hilo conductor la privación total de libertad que sufrió el autor y la ausencia de esperanza de recuperarla desde que la sentencia de perpetuidad fue firme.

El escritor nos narra su arresto, la misma noche que el de su hermano, ambos acusados de lanzar desde sus respectivas columnas de periódico «mensajes subliminales» en contra de Erdogan, las vísperas del atentado fallido de 2016. En un principio, los instalan en una cárcel de máxima seguridad sin posibilidad de verse. En 2017 son condenados a cadena perpetua y es entonces, cuando no le queda más esperanza, cuando racionaliza su situación y decide que debe adoptar una estrategia para luchar contra la desmoralización que supone la ausencia de perspectivas futuras de libertad. Se repite como un mantra que, aunque hayan podido encarcelarle, no lograrán hacer de él un prisionero, porque la esencia de los escritores radica en la capacidad para crear mundos y, mientras lo hacen, no existe más vida que la que recrean. Es lo que tiene que hacer, escribir, crear otras historias que lo alejen de la prisión.

Y así va escribiendo en su mente, porque carece de papel, con la idea de que en cuanto pueda lo hará por escrito, este conjunto de pequeños relatos o reflexiones, que irá más tarde entregando a sus abogados para que los saquen al exterior. De hecho, el libro no se publicó en Turquía.

Escribir es la fórmula para mantenerse fuerte y la búsqueda de la belleza también es su empeño, algo que desde fuera parece imposible que pueda lograrse en una celda de cuatro metros cuadrados, que comparte con dos compañeros que se pasan el día rezando o, posteriormente, en la de tres por tres, cuando lo aíslan y le dejan sin la posibilidad de salir a un trozo de patio más que una hora al día.

Es destacable la belleza de la escritura —una vez más los poetas escribiendo prosa nos maravillan— y nos habla de cómo los espejos, al reflejar nuestro rostro nos hacen explícita nuestra existencia; de sus viajes alrededor de la celda; de su destino —como oráculo o presagio de la víctima—, que había relatado en una novela anterior, en la que el héroe es detenido, y de una notable cantidad de reflexiones que funcionan a modo de sugerencia y nos hacen detener la lectura y recapacitar.

Es una obra estupenda, que nos recuerda las variadas respuestas de los escritores cuando son preguntados acerca del sentido que tiene para ellos escribir. En este caso fue una redención lo que le procuró al autor, que viajó a su interior y lo escribió para no dejarse ir. Cuando le detuvieron manifestó «Pueden tener el poder de encarcelarme, pero nadie tiene el poder de mantenerme en prisión. Soy escritor» y este poderoso libro es la evidencia de que lo logró.

Ahmet Altan

Ahmet Altan (Ankara, 1950) es un periodista y escritor turco, hijo y hermano también de periodistas. Activista desde su condición, criticó muchas situaciones de su país y condenó públicamente el genocidio armenio. Detenido en septiembre de 2016, salió de la cárcel en abril de 2021 tras la condena del Tribunal Europeo de Derechos Humanos a Turquía.

Publicado por Paloma Martínez.

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