Editorial: Tusquets
Precio: 19 euros
Año de edición: 2023
«En la piel del lobo»
(2021), novela de la veterana escritora sueca Kerstin Ekman, cuenta
cómo la muerte ronda a un hombre de setenta años que vive en una zona remota de
Suecia. La naturaleza le envuelve: bosques, montañas, ríos, lagos. Durante
décadas se dedicó como funcionario a cuestiones forestales. Desde niño ha sido
un consumado cazador. También lo fueron sus antepasados. Pero las dudas
aparecen precisamente cuando siente que le abandonan las fuerzas. Al igual que
esos animales heridos que huyen del cazador, también él es un ser débil que
intenta escapar de la parca. A medida que su salud empeora, nace una intensa
solidaridad entre el anciano y las criaturas de la naturaleza, que no conocen
la muerte como la conocen los hombres, pero que instintivamente escapan del
sonido crujiente de las botas cercanas del verdugo.
Ulf, el protagonista, descubre en el bosque las huellas de un lobo. El depredador por excelencia acecha a los hombres. Cuando lo ve beber en el lago, Ulf queda deslumbrado por la belleza del animal: el porte majestuoso, la pelambrera negra, gris y blanca, la elegancia de sus movimientos, los ojos claros y rasgados, la astucia que asoma en cada una de sus miradas furtivas. El lobo no puede ser más espléndido. Una vez saciada la sed, de un salto, la fiera huye entre la espesura. Quizá tenga una hembra cerca. El paisaje nevado, el azul oscuro del lago, el silencio blanco que todo lo envuelve, conmueven profundamente al anciano. Nunca podrá matar al lobo. Lo llamará «Patas Largas».
El caso es que Ulf, cuyo corazón falla por momentos, sueña varias veces con el lobo. Se trata de una extraña empatía onírica. Alguien dijo que la vejez es un ejercicio de melancolía. Ulf repasa sus viejos diarios infantiles. En ellos apuntaba de modo telegráfico los animales cazados. No le gustan nada cuando los repasa. Desearía olvidar las crueles cacerías de sus años mozos. Los temblorosos animales no se merecían un seco balazo. La caza a secas se convierte en seres cazados. Como le dice su mujer, profesora jubilada, existe una gran diferencia entre «todo lo que he matado» y «todos los que he matado». Lo segundo implica un grado mayor de humanidad. Pero Ulf, de manera realista, duda que como cazador hubiera tenido alguna vez esa humanidad con sus víctimas. No pueden retrotraerse al pasado sensaciones del presente sin riesgo de autoengaño. No, Ulf siente ahora compasión por las piezas cobradas; antes no sentía nada por ellas.
Ulf está al frente de una asociación de cazadores. Comienza a experimentar por sus compañeros de partida una cierta repugnancia. Groseros. Borrachos. Miserables. Cubiertos de costras y sangre. Como estúpidos presumen de las fieras abatidas. Los cazadores están muy por debajo de la elegancia natural de los animales, que aun en la muerte imprevista son hermosos como dioses del bosque. Pero los repugnantes cazadores se empeñan en mutilar, colgar y despellejar sus restos. Ulf los encuentra odiosos.
Esta curiosa e interesante novela establece desde el principio un emocionante paralelismo entre Ulf y el lobo «Patas Largas». Los dos son viejos. Están siempre amenazados por la muerte. Son criaturas solitarias que buscan refugio fuera de la sociedad. Viven a la intemperie. A veces deben defenderse de los demás enseñando los dientes. Cada uno de ellos tiene su espacio natural que merece ser respetado. Ulf siente que la muerte de la naturaleza es su propia muerte. También se arrepiente de haber llegado tarde a ese convencimiento. Quizá la distancia entre hombres y bestias no sea tan grande como piensan ciertos individuos endiosados. De hecho, Ulf (que significa lobo, del nórdico antiguo úlfr) acaba sintiendo por el lobo lo que no siente por la mayoría de los hombres. Esta misantropía (relativa) es para él una nueva forma de lucidez.
En conclusión, una novela breve, original, bien escrita y planteada, con hermosas descripciones de la naturaleza del profundo norte, llena de admiración por los animales y de compasión por los hombres, sobre todo si estos son viejos y están derrotados como una fiera herida de muerte.
Kerstin Ekman (1933) es una destacada escritora sueca que ganó en 1994 el Premio de Literatura delConsejo Nórdico. Kerstin estudió en la Universidad de Upsala. Durante años trabajó como profesora, en el mundo del cine y como crítica literaria. En 1978 entró a formar parte de la Academia Sueca de las Artes, pero dimitió cuando esta institución se puso de perfil al estallar el escándalo promovido por los fundamentalistas islámicos contra Salman Rushdie. Kerstin Ekman ha publicado un buen número de novelas, traducidas a muchos idiomas. Quizá la más conocida de ellas sea «Ocurrió a orillas del río» (1993).
Publicado por Alberto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario