Título: Los documentos Autor: Alejandro Zambra
Páginas: 216
Editorial: Anagrama
Precio: 9,99 euros
Año de edición: 2021
Dos mil veinte fue un año muy bueno para Alejandro Zambra (Santiago de Chile, 1975). Pasó de ser un autor de Sudamérica conocido a ser uno de los escritores del momento, gracias a su novela «Poeta chileno». Coincidiendo con fechas, días después del lanzamiento de esa obra, con motivo de la recién declarada epidemia, Anagrama decidió, junto a otros cuatro libros, poner a «Mis documentos» a disposición gratuita del lector. Desde entonces, aprovechando la ocasión, tenía este título pendiente entre mis lecturas y, este verano, me he animado a leerlo.
Aquí se pueden leer, con aires de novela a veces y de composición corta otras, hasta once relatos que se pueden ver como conectados entre sí ―como es el caso de los tres primeros, donde existe un orden cronológico entre protagonistas― o por el contrario, pueden también verse como relatos manifiestamente independientes a todo lo demás, como el que dedica a una pareja de estudiantes becada en México DF, o el que trata de un amante incomprendido que viaja desde su Chile natal hasta Bélgica para encontrarse con su novia.
En todos los relatos suele existir un factor común y es un chilenismo latente al que le he encontrado mucho sabor, algo que no me resulta frecuente cuando leo sobre ese país. Entre estos relatos, que considero patrios, es habitual encontrar referencias al pinochetismo, corriente ideológica que ha marcado las últimas décadas de esa nación, y me he encontrado con un relato que, además, nos hace llegar a Chile por medio del fútbol. Se titula «Camilo» y me ha parecido muy entrañable.
Aparte de los relatos mencionados, que, unos con más fuerza y otros con menos, han calado en mí, ahora, en el momento de hacer la reseña, si bien no recuerdo todos, llegan a mi mente otros muy interesantes que no he comentado, como el titulado «Verdadero o falso», en el que unos padres separados discuten sobre la propiedad de unos gatos que son parte importante de la felicidad de su hijo, o «Vida de familia», donde un protagonista se hace pasar por quien no es y espera cosechar así cierto éxito. Es curioso, en estos dos relatos aparecen gatos, y un gato también sirvió de portada del libro «Poeta chileno». Debe de gustarle este animal a Zambra.
Sin ser un asiduo lector de relatos, he disfrutado mucho con «Mis documentos», me ha resultado una lectura muy ágil y he conocido así a un escritor con un potencial narrativo grandísimo. En muchos de estos relatos, mientras los leía, no sé por qué, llegué a pensar que este autor dejaría a un lado la composición corta y se animaría a iniciar una novela.
Publicado por Jesús Rojas.
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