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viernes, 7 de mayo de 2021

La mujer de todo el mundo - Alejandro Sawa

 

Título: La mujer de todo el mundo                                                                                     Autor: Alejandro Sawa

Páginas: 272
 
Editorial: Universidad Autónoma de Madrid
 
Precio: 14,90 euros  

Año de edición: 2013

Ésta es la primera novela publicada por Alejandro Sawa, poeta y escritor español maldito, bohemio y olvidado, de finales del siglo XIX. Salió a la luz en 1885, cuando el autor tenía solo 23 años y aunque no tuvo mucho éxito, contiene ya la fuerza y la originalidad de un gran escritor.

Cuenta la historia de la condesa de Zarzal, manipuladora, despiadada y cruel, una «diosa sin entrañas» que arregla matrimonios, expolia fortunas y sobrevive sembrando la desgracia a su alrededor. La novela dibuja una de las malvadas más interesantes y conseguidas de la literatura y ése es, en mi humilde opinión, el mayor aliciente de este libro. Curiosamente, varios personajes acaban sus días locos y de mala manera, lo que casi parece premonitorio.

El estilo es barroco, rico y jugoso, llenos de frases algo retorcidas, que llaman la atención por su expresividad. Si bien se suele encuadrar a Sawa en el naturalismo, quizás por el retrato minucioso y descarnado de las miserias humas que realiza, a mí me parece que tiene algo de romántico, por su hiperexpresividad, un toque de exageración y las fórmulas extremas que usa. En cualquier caso, leerlo es toda una experiencia.

Tiene el libro frases y expresiones memorables y epatantes: «burgués o demagogo», «El jardín es tan falso y tan artificial, también tan bonito, como las estudiadas posturas de las horizontales nacidas para serlo», «Los ricos deberían ocultar su lujo para ser menos ofensivos», «Una mujer que llora es invencible», «Cómo sufre la cuerda cuando ahorca», «La condesa tenía los ojos inyectados en bilis», «Yo sostengo que la Nochebuena no es la fiesta de la familia, es la fiesta del egoísmo».

Una obra original y sorprendente, con digresiones descriptivas de gran belleza, escrita con un vigor envolvente y algo obsesivo, extrema, llena de excesos argumentales y muy bien escrita. Pesimista, sarcástico, provocador y poético, Sawa se muestra aquí como es, en estado puro. Un escritor que vale la pena conocer y que merece ser más recordado.

Alejandro Sawa (Sevilla, 1862-1900) fué un escritor y periodista español que formó parte de la bohemia madrileña finisecular. Murió pobre, inspiró el personaje de Max Estrella de Valle-Inclán y hoy está prácticamente olvidado.

Hijo de un comerciante griego de Esmirna, que importaba vinos y ultramarinos, y hermano de otros dos periodistas y escritores, Enrique y Miguel Sawa, demostró muy pronto interés por las letras. Cuando llegó a Madrid con 17 años, ya había fundado dos revistas. Se convirtió en joven escritor y periodista, publicó su primera novela a los 23 años, trabajó en varios diarios, conoció a la intelectualidad madrileña y vivió unos años bohemios y de pocos recursos.

A los 27 años se plantó en París y vivió allí siete años. Conoció a los parnasianos y a los simbolistas, se hizo amigo de Rubén Darío y de Paul Verlaine, trabajó para la editorial Garnier, se casó con la bella Jeanne Poirier, tuvo una hija, Elena, y vivió más pobre todavía que en Madrid. Sin embargo, fueron los años más felices de su vida, sus «años dorados»

A su vuelta a la capital española trabajó para varios periódicos, siguió escribiendo y mantuvo sus costumbres bohemias, aunque estaba casado y con una hija. Frecuentaba la tertulia del café Madrid, con Valle-Inclán. Al final, sus excesos le pasaron factura, la enfermedad y las deudas no le dejan tranquilo. Su carácter fuerte y su vida desordenada no le granjearon muchos amigos. Valle-Inclán dijo que «tuvo el fin de un rey de tragedia: murió loco, ciego y furioso». Nos dejó siete novelas, un diario y un puñado de poemas.

Alejandro Sawa
 
 Publicado por Antonio F. Rodríguez.

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