Título: Fármaco Autora: Almudena Sánchez
Año de edición: 2021
Después del fascinante libro de relatos «La acústica de los iglús», publicado en 2016, estaba esperando expectante otra de esta autora, atractiva y original como pocas, y por fin ha llegado. «Fármaco» es un dietario, una especie de cuaderno de bitácora, de una depresión. Está escrito con creatividad y sentido lúdico, así que el tema no debe ahuyentar a los lectores, más bien al contrario, internarse en estas páginas es un viaje fascinante y necesario.
Necesario porque se habla poco y se escribe menos sobre las dolencias mentales, falta un discurso sensible, empático y humanista sobre todo ese mundo de padecimientos y las realidades alteradas que genera. Se dice que una de cada cinco personas ha pasado una depresión, más o menos intensa, alguna vez en su vida. Esta historia que aquí se cuenta es por eso muy importante, porque no resulta ni deprimente, ni lacrimógena, ni autocompasiva, sino literatura pura y luminosa, una maravilla llena de poesía, originalidad y autenticidad.
Almudena Sánchez ofrece un estriptis psicológico que nos parece total. Nos habla de sus miedos, sus deseos, su infancia, sus manías, su familia, sus pesares, sus dolencias, su día a día... todo un mundo retratado por completo en un ejercicio de estilo magnífico y embargante. Una obra muy valiente, en la que la autora se sincera con el lector y se muestra tal y como es, con el tono que utilizan las mejores amigas para hacerse confidencias.
Está estructurado en 69 capítulos cortos, que van del párrafo a las 2 o 3 páginas, que se llen muy cómodamente y versan sobre aspectos que pueden parecer muy tangenciales, pero que, poco a poco, van describiendo una atmósfera muy particular.
Un texto sobre la depresión lleno de poesía; cuajado de metáforas, lírico y existencial. Un maravilloso libro de confesiones escrito en un lenguaje lleno de belleza, hallazgos expresivos y reflexiones originales. Una obra estupenda y mágica, de una mujer que practica asiduamente el pensamiento lateral, que juega a irse por la tangente expresiva de la comparación, a veces surrealista, casi absurda, con la que parece perderse y en realidad, está dando en el blanco.
Un libro brillante, lleno de talento, que indaga con acierto en una enfermedad muy común y silenciada; la obra de alguien que es capaz de transformar el sufrimiento en gozo literario y que, probablemente, se ha salvado entre otras cosas, gracias a la escritura. Altamente recomendable para leer entre horas, antes o para después de las comidas.
La seductora ilustración de la portada es del lituano Karolis Strautniekas. Podéis leer el principio del libro, a prueba y cata, como eran los antiguos melones, en este enlace y en el siguiente vídeo, podéis ver la charla con la que presentó la obra en la Librería Alberti de Madrid:
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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