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martes, 10 de junio de 2025

Por qué algunos hombres odian a las mujeres - Vivian Gornick

Título: Por qué algunos hombres odian a las mujeres                                             Autora: Vivian Gornick

Páginas: 148

Editorial: Editorial Sexto Piso

Precio: 19,90 euros

Año de edición: 2025

Este libro recopila seis ensayos cortos, de unas 20 páginas cada uno y escritos recientemente, acompañados de un prólogo de la autora que los pone en contexto. En él, Gornick explica que el movimiento feminista estadounidense creía que había hecho realmente la revolución. Desde los años 70 y con mucho esfuerzo, se han conseguido muchos avances, se han reconocido derechos, al menos en teoría, y cuando eso no se lleva a la práctica, hay consenso en la sociedad sobre que eso está muy mal. Parecía que se habían alcanzado muchos objetivos y el statu quo había cambiado radicalmente. Pero ¡ay!, llegó el año 2017, aparecieron agresores hasta debajo de las piedras y se dio cuenta de que en el fondo, no había cambiado casi nada. 

Desde esa situación surgen estos textos, ensayos literarios sobre diversos temas feministas, sensatos, inobjetables, lúcidos y formalmente en la mejor tradición occidental. Son piezas que más que razonar, persuaden contando historias y describiendo situaciones. En «La peluquería de Bobby», se muestra cómo toda una época está acabándose; «Concienci describe muy bien cómo funcionan los grupos feministas de autoconsciencia en Estados Unidos y por qué son tan importantes; «A juicio por comportarse como un hombre» cuenta un caso judicial francés increíble y plantea el estigma que marca todavía a las mujeres que tienen un romance con un chico más joven que ellas; el siguiente ensayo aborda el análisis de la crisis del movimiento de las mujeres; «¿Por qué algunos hombres odian a las mujeres?» analiza en detalle la misoginia absurda y radical que anima la obra de Henry MillerNorman Mailer y alguna que otra vaca sagrada más de la literatura estadounidense, como Philip Roth y Saul Bellow, y el ensayo que cierra la obra, titulado «Hacia una definición de la sensibilidad femenina», plantea con acierto el problema que tienen ahora las mujeres, a las que no les vale ni el modelo de mujer tradicional y sometido, ni la imitación de los modelos masculinos, porque ser mujer es otra cosa.

El lenguaje es preciso, lleno de frases largas y matizadas que se entienden sin dificultad. Una manera de escribir que se adapta perfectamente al pensamiento de la autora, con ritmo, fuerza y grandes dosis de persuasión. A pesar de la radicalidad del contenido, es curioso que no llega nunca a ser agresivo, sino todo lo contrario, tiene algo de suavidad, un toque agradable que lo hace muy especial. Hay muchas frases memorables, vale la pena citar algunas:

«A lo largo de la historia, ha sido la cultura la que ha dicho a los varones niños que está en su naturaleza ser los artífices del mundo y también, la que les ha dicho a las niñas que es la suya pasarse la vida ayudándolos a conseguirlo», «Las mujeres son las personas más interesantes que hay en el mundo, porque están experimentando el fortalecimiento psíquico del autodescubrimiento», «La misoginia es la marca característica de la naturaleza atrofiada de sus obras, todo lo que hay de retrógrado en el corazón de sus libros» (sobre Henry Miller), «Soy diferente, mejor, más sensible. Mi lujuria es de orden superior. Es tan enorme que me hace distinto» (Henry Miller), «Los europeos luchan sin cuartel para afrontar los miedos de su época, los estadounidenses, no», «El peso, el ritmo, las zancadas del intelecto masculino son demasiado distintos para que las mujeres puedan sacar de ellos nada sustancial», «La tarea del feminismo contemporáneo consiste en recrear en las mujeres su yo experimental».

En suma, un puñado de ensayos vibrantes y lúcidos, radicales y sensatos, revolucionarios y agradables, que muestran el genio literario y la inteligencia de esta mujer en todo su esplendor. Un libro que me ha encantado. Por algo Vivian Gornick es una de mis feministas favoritas. 

La versión española a partir del original inglés es de la donostiarra Cristina Lizarbe Ruiz, traductora, correctora y lectora para varias editoriales, que vive a caballo entre su ciudad natal y Gerona.

Vivian Gornick (1935) nació y creció en el Bronx neoyorquino. Hija de una familia de emigrantes ucranianos de origen judío, que continuamente escuchaban música y leían libros, se graduó en Arte en el City College de Nueva York. Ha escrito artículos en varios medios de prestigio, como The New York Times, The Nation o The Atlantic Monthly, y hasta un total de once libros, ensayos, novelas y memorias. Ha sido profesora de escritura creativa en las Universidades de Boston, Harvard e Iowa, y miembro destacado de varios grupos feministas.

Judía, feminista, marxista y autobiógrafa, es una escritora muy especial. Su primer libro publicado en España, «Apegos feroces», fue elegido mejor libro del año 2017 por el gremio de libreros de Madrid y el siguiente, «La mujer singuar y la ciudad», fue finalista del National Book Critics Circle Award

Vivian Gornick

Publicado por Antonio F. Rodríguez. 

9 comentarios:

  1. Marcos Martín Sánchez10 de junio de 2025, 8:51

    Muy interesante e ilustrativo.Gracias

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  2. Interesante y curioso, viniendo de una señora que literariamente no parece estar a la altura de algunos de los autores contra los que arremete.
    Frases memorables? No sé, suenan más bien a resentimiento puro. En fin, espero que esta obra sea un poco más entretenida que uno de sus otros libros también publicando en Sexto Piso y que la verdad, no me pareció la gran cosa.

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    1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    2. Vamos, que estamos ante la misma Escuela del Resentimiento, que diría Harold Bloom.

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    3. Gracias por el comentario. Es muy interesante que haya debate y el tema es complejo.
      A mí no me gusta la expresión Escuela del resentimiento, tiene una carga peyorativa que solo favorece el encono.
      Pero yendo al fondo del asunto, ¿se puede separar completamente fondo y forma de una obra de arte? No estoy seguro. Pero me parece que hay que intentarlo. Creo que se puede admirar la literatura de Henry Miller y criticar al mismo tiempo su misoginia. Lo mismo ocurre con Quevedo, que probablemente era un bicho, un mala persona y a la vez, un poeta maravilloso. Por otro lado, hay autores, como Philip Roth y Norman Mailer, que salvo una o dos grandes obras, me parecen algo sobrevalorados.
      Salud y libros.

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    4. Y la crítica de Gornick es mucho más profunda que un simple "No me gustan porque son misóginos". Al final, dice: "Cuando leo a Hardy, a Lawrence o a Stendhal, sus palabras me impulsan porque están repletas de hombres y mujeres vivos [...]. Cuando leo a Mailer, a Roth y al último Bellow, apenas encuentro nada vivo en ellos, salvo el ensimismamiento de una psique atrofiada".

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  3. Bueno, a mí sí me parece una escritora notable, pero de todos modos, no ser capaz de generar una obra de la misma calidad no impide criticarla. Según ese criterio, como no somos capaces de dirigir una película, no podríamos criticar ningún largometraje.
    Y de resentimiento, perdona, no he encontrado nada.
    Pero gracias por el comentario.
    Salud y libros.

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  4. Coincido en ello, pero creo que en todo caso, es simplemente una obra donde hace una crítica con cierto enfoque, quizás hasta un poco oportunista si tú quieres. Por lo demás es cierto lo que comentas, en el sentido de que al margen de esa supuesta carga misógina que ella encuentra en la obra de esos autores, eso en nada quita que los mismos crearon algunos de los mejores libros no sólo de la historia de la literatura norteamericana, sino de la literatura en cualquier lengua.
    Y tuviera ella o no la intención de demeritarlos en cuanto a la originalidad e imaginación de sus textos aduciendo a ello, si es lo que quizás sugieres en tu comentario (vamos, en las frases seleccionadas se muestra claramente que tacha a algunas de las obras de misóginas y retrógradas, calificativos que bien pudieran sugerir el sesgo que comentas) por supuesto que estaría fracasando desde el principio: su crítica en nada hace o podría hacer mella a una obra que se sostiene por sus propios méritos artísticos.
    Yo también leí uno de sus libros, no sé si sea el mismo al que haces referencia, pero tampoco me entusiasmó tanto; creería que, sin ser tampoco de las mejores escritoras en inglés, tiene un nivel aceptable, me gustó muchísimo más, por ejemplo, Lucía Berlin. Y con este libro en particular, sí voy a pasar de largo.

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  5. En resumen, que parece que sí, que esos autores son por un lado, grandes escritores y por otro, bastante misóginos. Ambas cosas son completamente compatibles.
    Un abrazo, salud y libros.

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