Título: Los años rotos Autora: Dacia Maraini
Páginas: 248
Editorial: Altamarea
Precio: 18,90 euros
Año de edición: 2018
Publicada originalmente en 1963 con el título L'etá del malessere (La edad del malestar), esta novela cuenta en primera persona la juventud, gris y difícil de una chica de clase baja en la Roma de los años 60, sumida en un ambiente de desánimo, asténico y algo deprimente, de falta de oportunidades y spleen. El desarrollismo de esos años no llegaba a todas las capas sociales y la liberación sexual, el amor libre, era entendido por muchos como un ambiente en el que los hombres disfrutaban del sexo, a menudo olvidando las necesidades emocionales de las mujeres.
En ese contexto vive Enrica, la protagonista, una chica de 17 años con una vida con las cartas marcadas pare perder. Su padre vive obsesionado con su afición, hacer jaulas artesanales para pájaros, su madre enferma trabaja demasiado, dentro y fuera de casa, ella se acuesta con el chico que ama, Cesare, que está prometido y se aprovecha de ella, se ve perseguida por Carlo, que no le gusta, y asiste a una academia de taquigrafía y mecanografía casposa y rutinaria. Una novela que me parece un ejemplo tardío del neorrealismo italiano, eficaz y bien escrita. El estado de ánimo de Enrica se refleja indirectamente: el tiempo es casi siempre oscuro y lluvioso, y cuando no llueve, hay siroco; no entabla conversaciones satisfactorias con nadie, bosteza frecuentemente y se le manchan los zapatos de barro; a menudo está cansada y hastiada, como los personajes que la rodean, chicos y chicas vencidos demasiado pronto por la vida, sin ánimo ni alegría, que continuamente parecen haber dormido mal.
El estilo es eficaz, sencillo y refleja de modo directo e inmediato el ambiente de aquellos años oscuros, en un barrio proletario de la capital italiana. Los diálogos son naturales, muy creíbles, reflejan también la situación social que se vive y ayudan a completar el cuadro. Todo lo que se describe tiene un cierto aire familiar a los que ya tenemos algunos años, porque esa época no fue demasiado diferente en España. Al final de la obra, aparecen un par de personajes de clase alta, también bastante desorientados y averiados, que contribuyen a dibujar toda una sociedad. Por otro lado, el comentario de Lidia Falcón que se incluye en la contraportada nos parece especialmente acertado: si se compara la vida de Erica con la de una adolescente media de la actualidad, es fácil extraer un resumen de lo que supuesto el feminismo en Europa en los últimos 60 años.
En suma, una crónica social y de la vida cotidiana en aquellos años, realista, de gran poder evocador y estupendamente bien escrita. Un ejemplo de novela social, eficaz y certera. Una estupenda lectura que invita a la comparación y al debate.
La traducción del italiano es obra de Raquel Olcoz (1876), traductora, dobladora, escritora y periodista, que ha sido redactora y presentadora de televisión en varias cadenas nacionales durante diez años. El texto es muy visual, muy cinematográfico, así que no es de extrañar que haya una versión para la gran pantalla, titulada igual que el libro en italiano, dirigida en 1968 por Giuliano Biagetti.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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