Autor: Tahar Ben Jelloun
Páginas: 288
Editorial: Cabaret Voltaire
Precio: 20,95 euros
Año de edición: 2022
Un guionista de cine tangerino, insomne irredento y contumaz, descubre por casualidad que asesinar a alguien le llena de tranquilidad y capacidad de dormir en paz durante una temporada. Ése es el punto de partida de esta novela, muy entretenida e ingeniosa, con un un punto de ironía y aspectos casi de historia de terror, dado el tema que trata. La idea inicial me parece buenísima —¿Cómo no se le había ocurrido antes a nadie?—. Todos conocemos la desesperación a la que puede llegar el que no duerme, lo que le altera a uno el no conciliar el sueño.
A partir de ese punto de partida, Ben Jelloun arma una novela estupenda, en la que explota muy bien su ocurrencia inicial y mete al atribulado protagonista, que a veces parece un pobre hombre y en ocasiones, un psicópata asesino, en las peripecias más disparatadas y originales, con variaciones, sucesos estrambóticos, alguna aventura erótica y varios puntos de giro, de manera que el interés no decae en ningún momento hasta el inesperado final, que llega con sorpresa incluida.
Digo que el personaje principal parece a veces un pobre diablo, porque vive atormentado por el insomnio, el no dormir ha arruinado su matrimonio, su mujer es una elementa de mucho cuidado y el hombre tiene sus escrúpulos. Se convence a sí mismo de que él no es en realidad un asesino, porque solo despacha a enfermos moribundos al borde de la muerte y solo adelante un poquito su final. Realmente es solo un «precipitador» del final.
El
estilo es ágil, la narración tiene un ritmo muy vivo y no se entretiene
demasiado en florituras. Se dedica a contar una historia yendo al grano
y de la mejor forma posible. La verdad es que el texto se lee muy buen,
a velocidad de superventas, y el libro es muy entretenido.
La obra está salpicada de referencias culturales —Ava Gardner, Humprey Bogart, La condesa descalza, John Coltrane, Alain Robbe-Grillet...— y frases memorable («El desierto, que algunos identifican con la nada, es un territorio vivo, aunque rodeado de silencio», «Marruecos no veía que se empobrecía con cada judío que se iba»). El texto contiene varias descripciones rápidas y sumarias como apuntes o esbozos, pero realmente magistrales, como la del velatorio y entierro del banquero.
La traducción es de Malika Embarek López (Madrid, 1945) licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Mohamed V de Rabat y traductora multipremiada de literatura magrebí en francés.
Un libro muy recomendable, que desarrolla con acierto y fluidez una idea inicial muy acertada. Una novela maravillosa, efectiva, irónica y terrorífica a la vez, muy adecuada para adentrarse en la literatura de este escritor árabe, musulmán, francés, europeo, marroquí y universal llamado Tahar Ben Jelloun.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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