Los fines de semana son días propicios para diversas actividades relacionadas con el ocio y, si bien la lectura es de las mejores que se me ocurren, también hay alguna otra que merece tenerse en cuenta, tal es el caso de la música. Personalmente, soy partidario de leer con música clásica de fondo. Por ello, no quería dejar pasar la ocasión de presentaros a los protagonistas de una actividad muy interesante.
Camerata Musicalis es una orquesta sinfónica diferente a las tradicionales, nacida en 2004 con el decidido propósito de acercar la música clásica a todos los públicos a través de un formato completamente nuevo y transgresor, si bien puede recordar la idea que desarrollaba en un célebre programa de televisión (Clásicos populares) Fernando Argenta. Está compuesta por un grupo de excelentes músicos, entusiastas y bien cohesionados que, aunque no tengan una larga trayectoria a sus espaldas, suenan de maravilla. Si os fijáis en las fotos, podéis ver la juventud de todos los componentes de la orquesta.
En su enfoque de la representación, durante la primera parte se explica la obra que se va a interpretar de una forma amena, sencilla y cercana al público; con afán didáctico el director y la orquesta se dirigen al público interactuando con él, no hay cuarta pared en esta fase expositiva o divulgativa muy agradable e informal. En ella se habla de la obra, de su compositor y su época y de la posible relación con otras piezas musicales. Tras un pequeño descanso y un cambio de atuendo se llega a la interpretación formal del programa, que sin duda se disfruta más tras la información adquirida.
Una buena parte de la presentación de la obra, y de la aceptación que produce esta orquesta, recae en su director titular Edgar Martín Jiménez, titulado en Violín (a los 20 años), Composición y Dirección. Un joven y entusiasta director, muy buen comunicador y gran estudioso de la música, que disfruta enormemente con su trabajo y sabe trasmitir su entusiasmo y pasión por la música.
Su próxima interpretación será el domingo 4 de junio en la sala sinfónica del Auditorio Nacional de Música de Madrid. Os propongo un plan muy atrayente para disfrutar el domingo por la mañana, pero estar atentos: es habitual que en seguida cuelguen el cartel de «no hay entradas».
Pata más información, véase este enlace.
Publicado por John Smith.
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