Título: Agua y jabón Autora: Marta D. Riezu
Páginas: 240 pág.
Editorial: Anagrama
Precio: 12,90 euros
Año de edición: 2022
La anécdota es muy conocida. Le preguntaron al gran fotógrafo y modista británico Cecil Beaton qué es la elegancia y contestó: «agua y jabón». Es decir, lo sencillo y auténtico, lo útil, lo de toda la vida. La autora expande esa idea y se explaya hablando sobre su concepto de elegancia durante más de doscientas páginas y ¡Oh, milagro! consigue así un libro interesantísimo, ameno, original y brillante, subtitulado con modestia «Apuntes sobre elegancia involuntaria», que va ya por la cuarta edición.
En él, enhebra recuerdos, anécdotas, ideas, opiniones y obsesiones, un buen número de referencias literarias y culturales, reflexiones y una miscelánea de materiales literarios, siempre bien traídos y oportunos, que hacen de este libro un excelente inquilino de nuestra mesita de noche, una de esas obras deliciosas, muy apropiadas para abrirlas al azar y leer un fragmento en cualquier ocasión. A veces me pregunto por qué, en las salas de espera de médicos y especialistas no tienen libros como éste, en lugar de las consabidas revistas del corazón.
El libro se divide en tres partes, dedicadas a considerar personas, objetos y lugares respectivamente, siempre desde el punto de vista de la elegancia y el buen gusto, más un epílogo en forma de diccionario personal en el que la autora opina sobre multitud de temas y cosas, en lo que al final, más que un ensayo sobre la verdadera elegancia, es un libro sobre una forma de ver y vivir la vida, basada en una estética atractiva y seductora, que también es, en cierto sentido, una ética.
El lector avispado puede aprender en estas páginas quién es el único pintor antropófago de la National Gallery de Londres, la profunda psicología de Carlitos, Snoopy y sus amigos, que el New York Times tiene un crítico de perfumes, a qué edad es mejor empezar a tener obsesiones, cómo hacer amigos íntimos silbando, el método del eslabón para descubrir nuevos autores, que a Paco Martínez Soria lo que le gustaba representar eran las obras Shakespeare y Molière, qué es exactamente lo cursi y lo camp, que una bata de flores puede ser el compendio de una persona, cuántos tipos de humor hay, la historia de un perro llamado Secretario, cómo derrochar una beca Guggenheim con estilo, que los Henókiens —sólo hay 52— forman el club más selecto y variado del mundo, que en alemán deuda y culpa se dicen igual, que quizás la civilización sea un subproducto de la lana, que las ilusiones son sagradas, que los libros nos despiertan, qué es el efecto Diderot, la belleza del alerce patagónico, lo que puede acarrear talar un sauce, en qué consiste la cortesía arquitectónica, el encanto de los stoops de Nueva York y mil cosas más, a cual más fascinante.
La autora demuestra tener la cabeza bien amueblada, poseer una amplia cultura y seguir al pie de la letra otro de los aforismos de Cecil Beaton, que sostenía que el mayor crimen consiste en ser aburrido. El texto está amenizado con una selección de fotos, aparentemente incoherente con el texto, pero que constituyen en sí mismas una suerte de capítulo paralelo y visual sobre fotografías con estilo. El lenguaje empleado es directo y preciso, casi periodístico y no resulta pesado en ningún momento, a pesar de la densidad de información que contiene.
Una breve selección de citas puede dar idea de lo enciclopédico que es este sugerente tomo: «El dandi, esa figura imprevisible e impasible, quiere ser infeliz del modo que la dé exactamente la gana», «Como los mallorquines Sureda Binet, que tenían un burro que transportaba los bártulos de pintura de toda la familia y acudía a uno u otro llamado», «Los buenos profesores prenden fuego en el alma de los alumnos» (Steiner), «En el amigo busco las pequeñas virtudes, en la pareja, las grandes», «Hay mucho escrito sobre cómo disimular la edad, pero no tanto sobre cómo hacerse mayor con cordura», «En el fondo, a todo el mundo le gusta que su perro sea un poco ladrón», «Si los animales no progresan es porque han llegado ya a la perfección, mientras que el hombre destruye y reconstruye sin llegar nunca al final de su deseo» (Mirbeau), «Me gustan mucho los objetos. Soy cosista, Creo que tienen conciencia y están vivos a su manera», «Me parece elegante el dinero en efectivo», «La ropa causa un efecto multiplicador de lo que ya somos», «Esa edad en la que nos damos cuenta de que tenemos el mismo cuerpo que nuestros padres», «No hay mayor tortura para el alma que ir de compras», «Escribo un diario desde los nueve años. Una página al día», «Nunca me he conocido mejor que al verme trabajando», «El infierno es un lugar donde todo es moderno, atractivo, fácil y entretenido», «Nada iguala el placer del peso de la manta heredada sobre el cuerpo somnoliento», «Todas las naturalezas muertas hablan de seguridad, mientras que los paisajes nos hablan de aventura» (John Berger), «No me fío de casi ningún objeto que esté de moda».
Un libro maravilloso y muy original, vitalista y positivo, divertido y libérrimo, encantador e instructivo, que más que un manual de elegancia parece el compendio de toda una vida. Uno de los libros con más encanto que he leído y una obra ideal para regalar. No se puede pedir más. En mi opinión, un imprescindible.
Marta D. Riezu (Terrassa, 1979) es una periodista española, especializada en el mundo de la moda. Ha colaborado en la sección cultural en la de moda de El País, El Mundo, La Vanguardia, Telva, Vogue, Vanity Fair y otros medios. Durante once años ha trabajado en el showroom de Felipe Salgado, donde se dedicó a cubrir el mercado de la moda española.Vive en Barcelona y lleva la vida tranquila y anticuada que siempre soñó. Destesta las entrevistas y las citas. Este es su segundo libro, después de «La moda justa» (2021).
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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