Desde hace algún tiempo están apareciendo estudios e investigaciones que ponen de relieve la gran influencia que tiene sobre aspectos de nuestra salud tan dispares aparentemente como las enfermedades autoinmunes y el sistema inmunitario, las alergias, las enfermedades mentales y nuestro carácter, un órgano casi desconocido: la llamada microbiota o flora intestinal.
Se trata de uno de los órganos menos conocidos del cuerpo humano, algo más de un kilo de peso de bacterias, arqueas, virus, hongos y otros microorganismos que parecen tener una influencia decisiva sobre la salud. Son tantos seres vivos los que alberga nuestro cuerpo, que constituyen el 90 % de sus unicelulares y solo el 10 % restante está formado por nuestras células. Son por lo tanto mayoría y hay quien sostiene que somos un superorganismo más que un organismo. No somos un yo, somos un nosotros.
La microbiota comensal tiene una influencia enorme en nuestra salud siguiendo tres vías principales de influencia e interacción: la inmunológica (el sistema inmunitario crece y se desarrolla en una lucha y dialéctica continuas contra esa legión de microorganismos extraños), la nerviosa (el intestino posee su propio sistema nervioso, el sistema nervioso entérico, relativamente independiente) y la endocrina (nuestra microbiota intestinal está relacionada con nuestro estado de ánimo y nuestra salud mental).
Y en general, la microbiota influye en casi todo el desarrollo de lo especificado en nuestro código genético: la microbiota intestinal influye en el metabolismo y la absorcion de nutrientes; la microbiota del sistema respiratorio, en las enfermedades respiratorias; la microbiota de la piel, en enfermedades como los eccemas y la psoriasis; la microbiota vaginal es esencial para la salud femenina...
Los cambios de hábitos, alimentación, entorno, la sobremedicación y los contaminantes pueden ser responsables de la modificación de la microbiota y uno de los motivos de los cambios del patrón general de enfermedades. Ahora hay menos dolencias infecciosas y más enfermedades mentales, autoinmunes, intolerancias y alergias.
En suma, parece que la adquisición de una microbiota adecuada puede ayudar significativamente a tener una vida más saludable. Se pueden encontrar más detalles e información sobre las investigaciones en las que se basan estas ideas en este artículo recopilatorio de Shang Lian, Xiaoli Wu y Feng Jin, del Instituto de Psicología de la Academia de Ciencias de Beijing (China):
«Gut-Brain Psychology: Rethinking Psychology From the Microbiota–Gut–Brain Axis».
La traducción del título sería algo así como «La psicología intestino-cerebro: repensando la psicología desde el eje microbiota-intestino-cerebro» y aunque está en inglés, el navegador Google Chrome permite hacer una traducción al español en línea bastante aceptable.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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