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martes, 25 de enero de 2022

Windy habla - Lars Gustafsson

 

Título: Windy habla                                                                                                            Autor: Lars Gustafsson

Páginas: 96

Editorial: Akal

Precio: 15 euros 

Año de edición: 2003

Pues aquí tenemos un espléndido ejercicio de estilo a cargo del gran Lars Gustafsson, un escritor sueco especializado en contar historias aparentemente sencillas, simples, que en el fondo, no lo son en absoluto. Con una aparente falta de pretensiones y un tono ligero, que parece descuidado, aborda como un verdadero prestidigitador de la palabra los temas que más le interesan, de manera que el lector casi ni se da cuenta.

Este librito, publicado en sueco en 1999 y traducido al español en 2003 por Justina Sánchez Prieto, se basa en el monólogo imparable de una peluquera negra, Windy, que vive en Austin (Texas) en un remolque con sus dos hijas de distinto padre. Una peluquera que, mientras le corta el pelo a todo un señor catedrático, charla tranquilamente sobre lo humano y lo divino, sin pelos en la lengua y con mucha soltura. Perdone usted, pero digo lo que pienso, soy una persona muy franca le dice. El monólogo está simulado con mucha naturalidad, realismo y una verosimilitud tan intensa que cuesta trabajo creer que es una obra de ficción.

Windy divaga sobre casi todo: de avances tecnológicos, de la reencarnación, del decano que está en una silla de ruedas a causa de la metralla de Vietnam, de lo difícil que es criar a dos hijas, del Premio Nobel, del espiritismo, de la esclavitud, de tornados, de proposiciones telefónicas, de la pena de muerte, del juez Caldwell, de la existencia de Dios, de sus sueños, sus maridos y sus extraños negocios, de sus recuerdos, de conocidos comunes, de vecinos...

Un monólogo torrencial e imparable. Un libro curioso, muy curioso, extraordinariamente escrito que, de manera muy indirecta, nos proporciona una radiografía de la sociedad estadounidense palpitante y llena de vida. Una reflexión irónica, profundamente crítica y algo costumbrista sobre cómo son los estadounidenses y el mundo en el que viven.

Un libro genial, que resume en 92 páginas de texto un libro entero de sociología. Tan interesante como meritorio y muy recomendable.

Está agotado, pero puede encontrarse fácilmente en las mejores librerías de segunda mano (véase ¿Cómo encontrar un libro?).

Lars Gustafsson  (Västerås, 1936-2016) fue un escritor sueco. Estudió Filosofía en la Universidad de Upsala y se doctoró en Filosofía teórica con una tesis titulada Lenguaje y mentira. En 1981 se convirtió al judaísmo. Fue profesor de Filosofía, Filología alemana y Escritura creativa en la Universidad de Texas en Austin (EE. UU.) durante 23 años. Al retirarse, se estableció en Estocolmo y fue un intelectual respetado y muy bien considerado.

Era muy crítico con la socialdemocracia que, en su opinión, monopolizaba la política sueca, marcada también en su opinión por un fuerte provincianismo. Criticó también la corrupción y a burocracia existente en su país. Al final de su vida se convirtió en un firme defensor de la difusión libre de la cultura en Internet y se declaró votante del Partido pirata sueco. 

Fue uno de los escritores más prolíficos en Suecia. Publicó más de 90 títulos de poesía, ensayo, novela, relatos, artículos y teatro. Sus obras se han traducido a 15 idiomas, obtuvo importantes premios, como el Prix International Charles Veillon des Essais en 1983, el Heinrich Steffens Preis en 1986, Una vita per la Letteratura en 1989, un John Simon Guggenheim Memorial Foundation Fellowship para poesía en 1994, y fue nominado para el Premio Nobel varias veces. 

Lars Gustafsson

Publicado por Antonio F. Rodríguez.

2 comentarios:

  1. Gracias por la recomendación, don Antonio. Ayer descubrí a Lars Gustafsson en la librería donde trabajo. El libro que empecé fue El Decano. Hoy hago todo lo posible por encontrar, aquí en el Caribe colombiano, Windy habla. Amigos de otras librerías dicen que hay un solo ejemplar en sus estantes y hasta en un precio risible, pero que está perdido, no lo encuentran.

    Un cálido abrazo, y gracias por ma recomendación

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  2. Gracias por el comentario, Sebastián. Cuando acabes "El decano", díme qué tal está, por favor.

    Un cálido abrazo.

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