Título: Señorita Autor: Juan Eslava Galán
Páginas: 448
Editorial: Planeta
Precio: 7,95 euros
Año de edición: 2002
Que una novela resulte legible y entretenida no es mala cosa, aunque no sea un gran libro. La literatura popular es muy digna si va acompañada de una cierta calidad. Que un escritor tenga sus fieles no es baladí, porque entender los gustos del público y fomentar la lectura es algo digno de elogio. No solo novelas: escribir ensayos divulgativos es asimismo altamente respetable siempre y cuando se elaboren con honestidad profesional. Sencillamente, existen buenos y malos divulgadores, como existen buenos y malos investigadores. Desde luego, divulgar no debería ser sinónimo de baja calidad.
El infatigable Juan Eslava Galán publicó en 1998 «Señorita», una nada desdeñable novela histórica en la que un puñado de personajes entrecruzan sus destinos, prisioneros dentro de unas circunstancias impuestas. El argumento puede resultar inverosímil, pero la sabía dosificación del material narrativo y la ágil y perfecta estructura de la novela mantienen el interés del lector hasta el final.
En la novela hay varios escenarios y personajes, que poco a poco van confluyendo en una ciudad y en un período histórico concreto: Sevilla, 1936. Estamos en el barrio popular de Triana. Los días del verano andaluz, azules y tórridos, caen a plomo sobre la ciudad del Guadalquivir. El 17 de julio llegan noticias confusas sobre una sublevación militar del ejército colonial español en Marruecos. La respuesta popular de los sevillanos comunistas, socialistas o anarquistas es la revolución. En unos pocos días de llamas, asesinan a curas y propietarios, e incendian iglesias y locales pertenecientes a la burguesía y la aristocracia. Pero la contrarrevolución triunfa en Sevilla y tiene un nombre: el general Gonzalo Queipo de Llano. Como todos saben, este individuo fue responsable de millares de asesinatos en Sevilla y provincia. Eslava Galán cuenta con mano maestra el terror fascista en los barrios populares sevillanos. Sin duda, se inspiró en el tremendo testimonio contemporáneo de Antonio Bahamonde: «Un año con Queipo deLlano» (1938).
Para mí, lo mejor de la novela es esa descripción de la represión ordenada por el genocida Queipo (sigue enterrado en la Basílica de la Macarena). Ahí van algunas pinceladas secas y certeras, como tiros:
«Torres Cabrera no les toma declaración a los detenidos. De sobra sabe que lo que hay que hacer con la mala hierba es quemarla, como le recuerda su madre, doña Angustias, a la que adora. Ya lo dijo Cristo: separar la buena simiente de la cizaña, y la cizaña, al fuego. Doña Angustias se lo repite mucho estos días».
«Son las doce de la noche. En el toque de queda sólo se escuchan las distantes descargas de los fusilamientos seguidas del débil petardeo de los tiros de gracia. En la ciudad a oscuras brillan los ojos de los gatos; en la ciudad a oscuras brillan los faroles de los carros cargados de cadáveres que salen por el arco de la Macarena».
Pues bien, en el barrio de Triana, una costurera ha perdido a su padre y hermano: fusilados ambos por rojos. Carmen se dejó violar por un repugnante personaje con la promesa de salvar a su hermano. Era una trampa cruel: el hermano ya había sido ejecutado. Pasan unas semanas. A través del servicio de inteligencia comunista, se le propone el siguiente plan: suplantar a una aristócrata prisionera en Madrid, una señorita, para obtener información de los alemanes que empiezan a llegar a Sevilla. Sobre todo, a los camaradas les interesa obtener datos concretos sobre un nuevo modelo de avión nazi: el Stuka. Carmen, que no tiene nada que perder excepto su vida, acepta la proposición y pasa a la clandestinidad. Así comienza una aventura que durará años y que será como una metáfora de la destrucción de Europa.
«Señorita» tiene una bien trabajada base histórica, viajes, equívocos, intriga, sexo, violencia, humor, personajes reales e inventados y una prosa clara que anima a leer. Alguien dirá: es un folletín; sin duda, tiene algo de folletín, pero de folletín de los buenos, nada complaciente con nuestro pasado más traumático, y con una sincera defensa de aquellos que sufren la historia. Porque los humillados y ofendidos tienen también derecho a hacer historia, aunque sea en la ficción. En resumen: un libro recomendable.
Juan Eslava Galán (Arjona, 1948) es andaluz de Jaén. De familia de olivareros, estudió filosofía y letras, dio clases en Inglaterra y desde hace décadas se dedica profesionalmente a la escritura. Es autor de decenas de títulos, algunos tan conocidos como «En busca del unicornio» (1987), magnífica novela histórica, o «La historia de España contada para escépticos» (1995). Sus libros están bien escritos, muy documentados e impregnados de un personal sentido del humor. El último trabajo de Eslava Galán es nada menos que una enciclopedia sobre el nazismo de 1000 páginas. No se puede ser más prolífico.
Publicado por Alberto.
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