Título: Me despertaré en Shibuya Autora: Anna Cima
Páginas: 372
Editorial: Nordica
Precio: 21,95 euros
Año de edición: 2020
¡Qué descubrimiento más estupendo! Es un auténtico placer toparse con un debut literario de la categoría de esta maravillosa y divertida novela, que está arrasando en las listas de ventas europeas y se está traduciendo a un buen número de idiomas. Una verdadera gozada.
Se trata de una novela checa sobre Japón, que refleja muy bien la fascinación que la cultura nipona ejerce sobre la autora, una joven japonóloga praguense que publicó esta novela a los 27 años. Su idilio con todo lo relacionado con el país del sol naciente empezó cuando leyó After Dark de Murakami.
¿Cómo escribir un buen texto sobre una cultura que nos fascina? Pues escribiendo una ficción semiautobiográfica sobre un alter ego que vive una peripecia parecida a la nuestra. Se trata de una joven estudiante enamorada de Japón, que estudia filología nipona en la Universidad de Praga y sueña con visitar Tokio.
El libro arranca con una serie de capítulos desternillantes, llenos de humor, en la línea de la proverbial vis cómica de los checos, para evolucionar luego hacia una novela con estructura, que diría nuestro admirado Bolaño. Hay dos planos de narración que se alternan y complementan, basados en un desdoblamiento muy peculiar de la protagonista, que está en dos lugares y dos fechas que parecen difíciles de encajar en la biografía de una misma persona, hasta que al final se conectan de manera ingeniosa. En paralelo, se introducen fragmentos de una novela corta japonesa que la protagonista está traduciendo. Ya tenemos los tres hilos que forman esta peculiar trenza literaria. Un planteamiento muy original, ejecutado con auténtica maestría.
La obra se organiza en 175 capítulos muy breves, de una página nada más, que hacen que la lectura sea muy ágil. Están organizados en 10 partes que saltan de Praga a Shibuya (el barrio más turístico de Tokio, con un famoso paso de cebra que parece ser el más frecuentado del mundo) y de Shibuya a Praga. Las frases son cortas como latigazos, van siempre al grano y el estilo es brillante, muy eficaz, ajustado a la acción y lleno de frases afortunadas («Recordaba a la sombra de un objeto que no se ve»). Los diálogos son muy naturales y especialmente divertidos.
Es un libro polifacético que incluye, entre otros temas, una buena introducción a la cultura japonesa, un vistazo a los problemas propios de la adolescencia, una crítica a la universidad, un dibujo de algunos de los problemas emocionales a los que se enfrentan los jóvenes durante el precariado y algunas pinceladas de teoría literaria. Es una obra muy interesante que es a la vez un thriller cultural, una historia de amor, un libro de ideas, una novela de aventuras y casi una guía de viajes. Nadie da más en 300 páginas.
Es un texto tan nipón, que dos aspectos que podrían verse como puntos débiles, por un lado, cierto aire de novela para adolescentes y el que un deseo muy fuerte puede llegar a alterar la realidad, son profundamente japoneses. En esa cultura, lo adolescente y, sobre todo, lo infantil tienen una presencia muy especial y existe cierto convencimiento popular de que lo espiritual es un aspecto del mundo real y un deseo vehemente puede influir en el exterior.
Las ilustraciones del libro, incluyendo la impactante portada, son de la propia Anna Cima y de su hermano, Igor Cimovi. La espléndida traducción al castellano de esta edición es obra de Kepa Uharte, un traductor enamorado de la capital checa. La edición incluye al final una lista de escritores japoneses mencionados, una relación de personajes y un breve glosario.
Personalmente, me quedo con dos conclusiones después de leer esta novela: que tengo que viajar al país del sol naciente y que hay que ver todo lo que hay que hacer y escribir para obtener una beca universitaria en Japón.
Un libro que os encantará, de esos que gusta a todo el mundo, o a casi todo el mundo, muy entretenido y apasionante, que no se puede dejar de leer. Está rematado con una cadena de sorpresas y un desenlace tan brillante como inesperado. Una novela redonda, espectacular, de premio, muy bien planteada, con una estructura que constituye un verdadero reto y que esta escritora debutante saca adelante con solvencia y de manera brillante. Ha nacido una novelista.
Anna Cima (Praga, 1991) es una escritora y japonóloga checa. Estudió Estudios Japoneses en la Facultad de Humanidades de la Universidad Carolina (Praga). Siendo muy joven, se quedó fascinada por la cultura japonesa, a partir de leer la novela After Dark de Haruki Murakami. En la actualidad, vive en Japón, donde se dedica al estudio de la literatura japonesa de posguerra.
Aparte de a escribir, se dedica a dibujar y a la música. La novela «Me despertaré en Shibuya» es su primera obra. El libro ganó el premio Magnesia Litera a una primera novela, el Premio Libro Checo y el premio Jiří Orten.
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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