Título: El orden del día Autor: Éric Vuillard
Año de edición: 2018
En febrero de 1933, se celebró una reunión secreta en el Reichstag de Berlín, una reunión que no figuraba entre las actividades reconocidas, no figuraba en el orden del día. Allí se dieron cita personajes importantes de grandes empresas alemanas: Opel, Siemens, Krupp, Bayer, Agfa, Telefunken, Varta, así hasta 24 directores y altos cargos de otras tantas firmas de primer nivel, un grupo de personas poderosas, elegantes, prudentes y tan pragmáticas como cínicas.
Fueron convocadas por Göring, presidente del Reichstag, quien les pidió apoyo a su partido para las próximas elecciones parlamentarias; a la reunión se añadió el nuevo canciller Hitler quien, amable y cercano, les aseguró un periodo futuro de crecimiento, calma, firmeza y estabilidad gracias a un régimen fuerte capaz de frenar al comunismo. Al finalizar la reunión uno de los asistentes verbalizó claramente la conclusión: «ahora caballeros, a pasar por caja», y el partido nacionalsocialista recibió donaciones muy elevadas de este conjunto de empresarios, aun sabiendo de antemano que serían las últimas elecciones en muchos años.
Pero para ellos no era una situación nueva: ya han hecho donaciones similares a otros partidos previamente y las seguirían haciendo en el futuro. Los grandes empresarios conservan su parcela de poder, y si bien Hitler perdió la guerra, las grandes empresas, no: tras pagar indemnizaciones ridículas a los supervivientes que, procedentes de los campos de concentración, utilizaron como mano de obra, siguieron con sus negocios, tras la guerra participaron en la creación de la Unión Europea y mediante oscuras alianzas con el poder, financiaron a otros partidos democráticos; el poder económico se adapta a cualquier ideología para preservar su influencia.
Tras ese episodio y asentado el partido nazi en el poder, comienza su política expansionista: tras la incorporación de los Sudetes, se plantea la anexión de Austria y, ante las presiones alemanas, el canciller austriaco cede el poder a favor de los nazis locales; lo que aparenta ser una operación pacífica se convierte en un desfile fallido del legendario ejército alemán, que es recibido con entusiasmo por la mayoría del pueblo austríaco. Lo grave es que eso sucede ante la indiferencia o el plácet de los gobiernos de Europa. Lord Halifax, ministro de asuntos exteriores inglés, llega a decir que el nazismo no es una ideología aberrante, celebra su anticomunismo y opina que nacionalismo y racismo no deben considerarse contra natura ni inmorales.
El
relato, basado en hechos reales tiene un par de momentos tragicómicos, casi de
opereta. Uno es la descripción irónica de cómo los blindados y unidades
alemanas, construidos en otros países para soslayar las prohibiciones del
Tratado de Versalles se averían con facilidad y quedan varados en las cunetas
austríacas. El otro se desarrolla en el domicilio del primer ministro
Chamberlain en Londres, donde tiene como invitado a una comida a Ribbentrop, quien
deja su cargo como embajador alemán para incorporarse a su nuevo puesto de
ministro de exteriores; mientras se invade Austria, Ribbentrop, consumado
actor, alarga exageradamente la sobremesa para bloquear la acción del premier
y retrasar la reacción inglesa frente a la invasión.
Éric Vuillard nació en Lyon en 1968. Es director y guionista de cine, y escritor de novelas. Admirador de los clásicos españoles, escribe con un tono un tanto irónico y provocador. Sus libros de historia novelada o de ensayo político han logrado el éxito del público y varios premios literarios; en ellos busca los puntos de ruptura de la historia para analizar los sucesos que nos han llevado hasta donde estamos hoy. Con El orden del día ganó el premio Goncourt en 2017.
Publicado por John Smith.
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