Precio: 10 euros
Año de edición: 2015
Mike Hoolihan tiene una voz grave, modales bruscos y un lenguaje basto, físicamente es grande, mide casi 180 cm. Tiene nombre de hombre pero es una mujer, una mujer con mala puntería para escoger a los hombres con los que se relaciona, lo que le ocasiona numerosas tribulaciones que intenta apaciguar con el alcohol; intentaba porque su hígado dijo basta ya de tantos excesos y no tolera una gota mas de ese consuelo. Vive en un apartamento viejo cercano a las vías del tren lo que hace que el alquiler sea bajo por el paso regular del tren nocturno, que de forma invariable perturba su sueño.
Mike es policía, es detective adscrita a la unidad de homicidios, es competente en su trabajo y un día le toca investigar el peor caso de su carrera, bueno peor es un término elástico que siempre puede admitir algo más, sobre todo si eres poli. El caso que le toca investigar es la muerte de Jennifer, una joven científica, guapa, siempre alegre, admirada y querida por todos, que forma una pareja perfecta con su novio profesor universitario, sin la menor sombra sobre su felicidad. Una tarde, tras despedirse de su novio como siempre, se suicida de tres tiros en la cabeza.
El problema es que la chica es la hija de Tom, el jefe de Mike en el departamento de policía. Mike le profesa una sincera admiración y una enorme gratitud por ocuparse de ella y acogerla en su casa cuando tuvo que seguir un tratamiento de desintoxicación alcohólica; allí conoció a Jennifer, quien la trató como a una hermana. Tom le encarga que investigue la muerte de su hija perfecta, un hecho que no puede asimilar como un suicidio. Vamos, un perfecto marrón al que Mike no puede negarse y se ve abocada a seguir las pequeñas señales que Jennifer ha ido dejando en su vida; tiene que introducirse en la mentalidad de Jennifer y en la psicología de los suicidas hasta avanzar y llegar a un hoyo profundo y oscuro que le hace plantearse si al final informa o no a Tom sobe las razones, reales o aparentes, que tienen las personas para el suicidio.
Durante toda la obra se contraponen dos personajes femeninos muy diferentes, casi opuestos, los dos pueden considerarse como protagonistas: uno es una mujer joven, físicamente muy agraciada, con un trabajo interesante, dinero, buena posición, querida y apreciada por todos y con un novio estupendo; la viva imagen del éxito. La otra es una mujer ruda, alcohólica, con parejas que la maltratan, con un trabajo que le hace estar en contacto continuo con los bajos fondos. Las dos tienen un rasgo en común: su inteligencia, que las hace destacar en sus funciones. Paradójicamente la teórica perdedora tiene que investigar el suicidio de la chica de éxito.
El libro es un thriller atípico, en él se pueden considerar rasgos de cierto pesimismo, tristeza, inquietud, desolación y resignación; es complejo en cuanto trata de imaginar el pensamiento del suicida y es atrayente como pocos, deja poso en lector y cuenta con un final abierto que es una invitación a releerlo en otra ocasión.
Martin Amis nació en Swansea, Inglaterra, en 1949, se educó en el Exeter College y estudió en la Universidad de Oxford. Hijo del escritor Kingsley Amis (honra merece…) tuvo éxito literario desde su primera obra El libro de Rachel (1973). Colaborador habitual en prensa y revistas literarias, es autor de varias novelas, cuentos y relatos de ciencia-ficción. Actualmente imparte clases sobre literatura creativa en la Universidad de Manchester.
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