Monica Miranda (Foto de Rosa de la Losa)
Ya sabéis que me gusta el teatro, otra rama del frondoso árbol de la literatura. Una rama especial y mágica, porque una persona solo con su palabra es capaz de despertar la dormida imaginación del espectador, ponerla a trabajar y levantar allí donde no había nada, historias y mundos llenos de fantasía.
Ese milagro es lo que ocurre cada sábado a las 22:15 y hasta el 30 de abril, en el Teatro Off de La Latina, una sala de teatro alternativo situada en la calle Mancebos nº 4, en una de las zonas más animadas del Madrid nocturno.
Allí se representa «El turbio caso de Miranda T.», una obra muy interesante de un autor joven, Roberto Terán. Una obra dramáitica, de género negro con pinceladas de comedia, basada en un largo monólogo de más de una hora en el que una actriz de teatro muerta nos cuenta su vida y nos plantea el turbio asunto de su muerte (¿asesinato?¿suicidio?¿accidente?), que resuelve al final de la obra haciendo memoria y recordando qué pasó realmente.
Una obra de suspense muy original, un texto espléndido y eficaz, ejecutado con solvencia y mucho oficio por una joven intérprete brillante, Mónica Miranda, que ya vimos y admiramos en «Sunshine».
Os recomiendo que vayáis a verla, porque no hay nada que se pueda comparar a la magia del teatro y pocas cosas se disfrutan tanto como contemplar desde cerca cómo se despliega el talento de una joven actriz, sólida y llena de recursos. No os la perdáis.
Ese milagro es lo que ocurre cada sábado a las 22:15 y hasta el 30 de abril, en el Teatro Off de La Latina, una sala de teatro alternativo situada en la calle Mancebos nº 4, en una de las zonas más animadas del Madrid nocturno.
Allí se representa «El turbio caso de Miranda T.», una obra muy interesante de un autor joven, Roberto Terán. Una obra dramáitica, de género negro con pinceladas de comedia, basada en un largo monólogo de más de una hora en el que una actriz de teatro muerta nos cuenta su vida y nos plantea el turbio asunto de su muerte (¿asesinato?¿suicidio?¿accidente?), que resuelve al final de la obra haciendo memoria y recordando qué pasó realmente.
Una obra de suspense muy original, un texto espléndido y eficaz, ejecutado con solvencia y mucho oficio por una joven intérprete brillante, Mónica Miranda, que ya vimos y admiramos en «Sunshine».
Os recomiendo que vayáis a verla, porque no hay nada que se pueda comparar a la magia del teatro y pocas cosas se disfrutan tanto como contemplar desde cerca cómo se despliega el talento de una joven actriz, sólida y llena de recursos. No os la perdáis.
Mónica Miranda (Foto de Rosa de la Losa)
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
Te puedo recomendar las obras " historia de Galileo" en el Valle Inclán y " La respiración" . No se si continúan en cartel pero con ambas he disfrutado mucho. Pilar
ResponderEliminar¡Gracias! Me las apunto.
ResponderEliminarSalud y libros.