Título: Historias desde la cadena de montaje
Autor: Ben Hamper
Páginas: 312
Editorial: Capitán Swing
Precio: 19 euros
Año: 2014
No me explicó porqué este increíble libro no ha tenido más éxito en nuestro país y no se ha convertido en un superventas tan popular como lo ha sido en Estados Unidos, porque es una crónica genial, muy original, descacharrante de la vida en una cadena de montaje de camionetas, que además cumple una función social importante de denuncia del submundo industrial.
Publicada originalmente en 1998, se trata en realidad de una mezcla de crónica, memorias, libro de relatos y reportaje, trufado de reflexiones que no tienen desperdicio, sobre la vida de los obreros de una fábrica de la General Motors, monótona, brutal y degradante, descrita con crudeza, un lenguaje directo como un latigazo y un sentido del humor lleno de sarcasmo, que hace que estas páginas sean a la vez terribles y divertidísimas.
Hamper se define como una rata de fábrica, alguien que no sabe hacer otra cosa, su padre era una rata de fábrica y su abuelo, también. Pertenece a una generación que creció odiando a sus padres, zombies que volvían del trabajo borrachos como cubas y embrutecidos como osos. Que vive en «una ciudad donde los niños tienen antes un juego de alicates que un sonajero». Durante una temporada trató de escapar de la trampa estudiando y sacando buenas notas en el instituto, pero la adolescencia, la cerveza y el entorno se cruzaron en su camino y acabó como todos los hombres de su familia, convertido en una pieza más del engranaje industrial.
Trabajar nueve horas al día, seis días a la semana tratando con las máquinas de una cadena de producción conlleva ciertas secuelas, y la fauna que crece en las entrañas de la bestia industrial es de lo más variado: el loco Jack y su ratón, Franklin, matón y poeta, el vendedor de whisky, los borrachos, la frágil viejecita, el compañero capaz de dormirse de pie, el viaje verde y puritano a la vez... un elenco que parece sacado de un manicomio.
Un libro escrito por una mezcla de Homer Simpson y líder sindical, un especialista en escaquearse a ratos sin que se resienta la calidad del trabajo, un bufón divertido y lúcido, que a la vez es un obrero obtuso y tarado, que se ríe de todo, empezando por sí mismo, empapado permanentemente en grandes cantidades de cerveza y que está como una moto.
Trabajar nueve horas al día, seis días a la semana tratando con las máquinas de una cadena de producción conlleva ciertas secuelas, y la fauna que crece en las entrañas de la bestia industrial es de lo más variado: el loco Jack y su ratón, Franklin, matón y poeta, el vendedor de whisky, los borrachos, la frágil viejecita, el compañero capaz de dormirse de pie, el viaje verde y puritano a la vez... un elenco que parece sacado de un manicomio.
Un libro escrito por una mezcla de Homer Simpson y líder sindical, un especialista en escaquearse a ratos sin que se resienta la calidad del trabajo, un bufón divertido y lúcido, que a la vez es un obrero obtuso y tarado, que se ríe de todo, empezando por sí mismo, empapado permanentemente en grandes cantidades de cerveza y que está como una moto.
Confieso que me reído yo solo en todos y cada uno de los capítulos de esta obra genial, que no tiene desperdicio, escrita por un fenómeno, que todo el mundo debiera leer para conocer el mundo en el que vivimos. Una novela real, más real que la vida misma, hilarante y dramática al mismo tiempo. No te la pierdas, corre a comprarla a la librería más cercana o sácala de la biblioteca, adquiérela por Internet o pídesela a un amigo, haz lo que sea pero consíguela y léela. No encontrarás otro libro parecido ni de lejos.
Ben Hamper (Flint, Michigan, 1956), apodado cabeza de remache (rivethead), es un obrero, escritor, periodista y crítico musical nacido en una ciudad de unos 100 000 habitantes, cuya vida económica y social giraba en torno a la fábrica de la General Motors allí situada. En ella trabajaron su abuelo y su padre, perteneciente a una familia católica. Hamper también fué empleado de la factoría durante algo más de doce años, hasta que cerró a finales de los 80, dejando a 30.000 personas sin trabajo y un superávit multimillonario para la compañía.
Nuestro hombre comenzó a publicar sus crónicas sobre cómo era la vida en una cadena de montaje en el «Flint Voice», el periódico dirigido por un principiante Michael Moore. Su columna se hizo tan popular que fué publicada en revistas como «Harper» y «Mother Jones». Ha colaborado con Michael Moore en varios reportajes, proyectos y en la película «Roger & Me». También ha escrito programas de televisión y radio. Ocasionalmente escribe crítica de música underground.
Ben Hamper
Publicado por Antonio F. Rodríguez.
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